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viernes, 17 de febrero de 2017

LOS PUENTES SON DIOSIDENCIAS

¡Alabado sea Jesucristo!


Ciudad de México, 17-02-2017


“El hombre encuentra a Dios,
detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.”
Albert Einstein


LOS PUENTES SON DIOSIDENCIAS

Muy estimados todos en Cristo Jesús:

No hay registro histórico del primer puente construido por el hombre, son algo tan necesario y natural para el ser humano, que anteceden cualquier cultura o civilización. Un simple árbol derribado sobre un arroyo, que pudiera ser recorrido de principio a fin por una persona, fue seguramente el primer puente natural para el hombre.  Por eso digo que son una Diosidencia, porque los primerísimos, nos los dio ‘la naturaleza’, luego, entonces, Dios.

Desarrollar ‘algo’ a partir de esa Diosidencia natural, ya es producto de la inteligencia humana, don de Dios, también; y en nuestros días, la ciencia y la técnica han alcanzado niveles inimaginables de conocimiento aplicable para la construcción de esas estructuras.  Hay puentes de casi dos kilómetros de vano (claro o luz del puente entre pilares), UNIENDO los dos extremos en BENEFICIO de sus habitantes, transeúntes o ambulantes.

Hay más de 30 acepciones o definiciones de puente en el diccionario de la RAE (Real Academia del Español); pero todas son sinónimos de UNIR, ACERCAR, FACILITAR, AUXILIAR.  Los puentes, pues, representan física e intelectualmente algo bueno, útil y beneficioso.  Construir puentes es superar dificultades, salvar inconvenientes, acortar distancias, mejorar acciones.  Nadie construye un puente para desfavorecerse; lo hace para beneficiarse.

El ‘puente’ entre Dios y los hombres es Cristo.  Él hizo posible que tuviésemos una intercesión (del verbo interceder) factible y segura con el Padre.  Jesucristo unió nuevamente a la creatura con su Creador; unión que se había perdido con el pecado.  Con su sacrificio Cristo Jesús nos redimió, nos salvó y nos hizo hijos de Dios, otra vez.  El Señor se hizo ‘puente’ entre nuestro estado de perdición y nuestra salvación.  Jesús de Nazaret es nuestra Diosidencia más amada.

Sólo hasta el Siglo XX pudimos hablar de puentes aéreos, esto es, la UNIÓN de dos lugares distantes mediante viajes en avión.  Reducen el tiempo de ACERCAMIENTO entre dos puntos geográficos, de forma muy significativa.  Salvo que fuera inseguro para usarse, nadie derriba un puente que UNE dos puntos.  Hay puentes en uso con miles de años de existencia.  Los puentes son, por el beneficio que otorgan, una verdadera Diosidencia.        

Todas las acciones positivas de un puente las contrarresta UN MURO; de eso trataremos en la próxima entrega que les haga.

Orar sirve, oremos por México.

De todos ustedes afectísimo en Cristo

Antonio Garelli




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Veritelius de Garlla, Apóstol Gentil



De Milagros y Diosidencias.  Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.

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