“Santifícalos con La
Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Riviera
Maya, Q.R., México;
Julio 30
del 2019.
“La Gracia
capacita las potencias
para ejercitar
virtudes Divinas.”
CAJ
LOS MILAGROS EXISTEN
Muy estimados todos, en Cristo Jesús:
Como una verdadera
Diosidencia, el domingo pasado entré a la Iglesia para mi Misa Dominical, por
una puerta que casi nunca uso y tuve que detenerme (porque estaba saliendo la
gente de la Misa anterior), frente al casillero de FOLLETOS EVC; estos que hay
en todas la Parroquias de México. Todos
los hemos visto, pero nunca ponemos atención a lo que tienen. Al menos, ese había sido mi caso hasta ahora.
Bueno, pues esperando que
la feligresía saliera, quedé frente a un folleto que tiene impreso en la
portada: ¿EXISTEN LOS MILAGROS?; y
yo, que he estado escribiéndoles precisamente de Milagros, me quedé frío ante
la coincidencia.
Yo nunca había comprado uno solo de estos folletos y esta vez lo hice.
¡No tienen idea lo bueno que es su contenido! Me pareció tan bueno que pensé
reproducirlo para ustedes en nuestro Blog DMD.
Ya he recibido la debida autorización para hacerlo, así que aquí se los
dejo; léanlo, porque está muy interesante.
Y adquieran todos los folletos que deseen, solo cuestan unos pesitos y
vamos a aprender mucho sobre nuestra Fe, La Iglesia y lo que debemos saber
acerca de Dios nuestro Señor.
(Que les quede muy
claro que estos últimos renglones no son anuncio; son información útil para cada
uno, en nuestra Formación Católica).
FOLLETO E.V.C. 42
¿EXISTEN LOS MILAGROS?
R.P. PEDRO HERRASTI,
S.M.
¿QUÉ ES UN MILAGRO?
Mientras que hay
personas que quieren ver milagros por doquier, hay otras, por el contrario, que
los niegan de antemano. Los primeros no
necesitan explicaciones naturales ni demostraciones científicas; y los
segundos, buscan afanosamente eludir la indudable presencia de ciertos hechos
extraños, inexplicables por la ciencia, calificándolos de sugestiones,
casualidades, ilusiones, fanatismos, etc.
Los supuestos milagros nos admiran, nos cuestionan. . . o nos molestan.
El cosmos se rige
por las Leyes de la Naturaleza; que no son sino las Leyes impuestas por Dios a
la materia o a la energía. Los
científicos no hacen sino descubrir, cada vez con más profundidad dichas
leyes. Los astrónomos no inventaron las
leyes gravitacionales de las galaxias, tan solo las descubren. Los físicos-nucleares, del mismo modo, no
inventaron las leyes misteriosas del átomo, sino que las descubren y las
aplican. El Supremo Legislador deja que
el hombre vaya descubriendo y aplicando los progresos científicos para
aprovecharlos con una tecnología admirable.
Cuando sucede algo
que evidentemente no encaja dentro de las Leyes Naturales, dentro de lo que la
ciencia conoce, tenemos que admitir que “Alguien” alteró o suspendió dichas
Leyes; y ese “Alguien” no puede ser otro que el mismo Legislador, DIOS, que
creó la Naturaleza, le estableció sus Leyes y es dueño de ellas. SOLO DIOS TIENE PODER PARA HACER MILAGROS.
DOS FACETAS DE LOS MILAGROS
Los Milagros pueden
ser apreciados bajo dos puntos de vista: pueden ser considerados simplemente
como un hecho extraño, científicamente indemostrable e inexplicable, o bien,
como un signo percibido por la Fe.
El Milagro puede ser
considerado tan solo bajo el aspecto científico, como un hecho extraordinario
visible, constatado por todos. Pero también el creyente, por la Fe, descubre en
ello un signo, un mensaje de parte de Dios.
Pongamos un ejemplo
muy sencillo: Un científico botánico recibe una hermosa flor; la analiza, la
compara, la clasifica, y si es una especie nueva, hasta le asigna un nombre. En cambio si un joven le da una flor a su
novia, ella descifra el mensaje oculto en la flor. La cuestión no es: ¿‘qué cosa es esta’?, sino
¿’qué significa para mí’? Son dos
miradas distintas acerca de la flor, que por cierto, no son incompatibles;
porque ¡también hay botánicos enamorados!
En Lourdes, Francia,
la “Oficina de Constataciones Médicas”, compuesta por médicos creyentes y
ateos, declara que cierta curación es inexplicable por la ciencia. El médico creyente ve en ello un Milagro, un
signo del poder y la bondad de Dios. De
paso diremos que en Lourdes han existido más de seis mil curaciones milagrosas,
de las cuales la Iglesia solo ha certificado 65. La Cueva de la Virgen de Lourdes estaba
tapizada de aparatos ortopédicos de aquellos que, por ejemplo, llegaban en
muletas y las abandonaban sanados, saliendo por su propio pie.
LOS SIGNOS MILAGROSOS EN LA BIBLIA
Es muy difícil, por
no decir imposible, verificar la historicidad de los milagros relatados en la
Sagrada Escritura. Fueron testimoniados
hace siglos por un pueblo religioso que encontraba del todo natural que Dios se
les manifestara admirablemente. No se
cuestionaban acerca de la historicidad científica de los hechos narrados, sino,
más bien, de la significación de ellos: ¿qué nos quiere decir Dios con eso?
Por lo tanto, cuando
leemos esos relatos antiguos debemos cuestionarnos el por qué se han relatado a
los antiguos y qué significado tienen para nosotros. ¿Qué sucedió en el Mar Rojo? ¿Cómo fueron los
hechos? No podemos reconstruirlo. Lo que
es inobjetable es que el pueblo israelita esclavizado en Egipto, encontró la
libertad una noche en 1250 antes de Cristo. ¿Qué y cómo sucedió en el Monte
Sinaí? No hay forma de comprobarlo. Lo
cierto es que Israel, a partir de entonces, tuvo en sus manos la Ley que les
dio su identidad.
Lo mismo podemos
decir se los Milagros atribuidos a Jesús.
Lo cierto es que algo pasó, que los Discípulos percibieron como un hecho
extraordinario, un signo milagroso en el que Dios les hablaba.
LOS MILAGROS DE JESÚS
Los cuatro
Evangelistas nos relatan muchos de los innumerables prodigios que Jesucristo
realizó, principalmente curando enfermedades. Todo el que le tocaba, quedaba curado. A veces bastaba tocar su manto o túnica. Nadie llevó cuenta de esas curaciones. Decían de Él: “¡Todo lo ha hecho bien: ha
hecho ver a los ciegos, hablar a los mudos. . .” Es por eso que, literalmente, se abalanzaban
sobre Él; y tuvo que predicar desde una barca a la orilla del lago de
Genesaret.
Tenemos una interesante
lista de los principales Milagros de Jesús, relatados, algunos de ellos, con
lujo de detalles:
El agua convertida
en vino. Jn
2, 1-11
La pesca milagrosa. Mt
4, 18-22
La tempestad
calmada. Mc 4, 35-41
Primera
multiplicación de los panes. Lc
9, 10-17
Jesús camina sobre
las aguas. Mt
14, 22-23
Segunda
multiplicación de los panes. Mc
8, 1-10
Curación del hijo
del oficial. Jn
4, 43-54
Curación de la
Suegra de Pedro. Mc
1, 29-31
El sirviente del
Centurión. Lc
7, 1-10
Los dos ciegos. Mt
9, 27-31
El paralítico de la
piscina. Jn
5, 1-11
El sordomudo. Mc
7, 31-37
Los diez leprosos. Lc
17, 11-19
El ciego de Jericó. Mt
20, 29-34
La hija de la
cananea. Mc
7, 24-30
El epiléptico. Lc
9, 37-43
Resurrección de la
Hija de Jairo . Mt 8, 18-26
Resurrección del
Hijo de la viuda. Lc
7, 11.17
Resurrección de
Lázaro. Jn
11, 1-44
Pesca milagrosa
después de la Resurrección. Jn
21, 13-14
LOS MOTIVOS DE JESÚS
Dos son los motivos
por los cuales Jesucristo hizo signos prodigiosos: el primero es simplemente Su
Misericordia. Tiene el poder de curar
cualquier enfermedad con el solo deseo de Su Voluntad; su corazón compasivo le
lleva a ello incontables veces.
Pero además, y
segundo motivo: Jesús acompañaba sus palabras con numerosos signos para
manifestar que el Reino de Dios estaba ya presente en Él. Atestiguan no solamente que Jesús es el
Mesías anunciado por los profetas, en lo cual San Mateo pone mucho énfasis,
sino que además, es El Hijo del Padre Eterno.
Sus Milagros testimoniaban que había sido enviado por el Padre,
invitaban a creer en Jesucristo, fortaleciendo la Fe de los Discípulos.
EL MILAGRO DE LOS MILAGROS
Todo, absolutamente
todo lo que Jesús predicó e hizo, hubiera quedado en el mundo de la leyenda,
muy bella por cierto y muy original, pero leyenda al fin, si no hubiera sido
por el cerrojazo final de su vida: Su Gloriosa Resurrección; su triunfo sobre
el pecado y sobre la muerte.
Jesucristo vino al
mundo “...para que tuviéramos vida, y vida en abundancia.” (Jn 10, 10), esto
es, su propia Vida Divina, lo que llamamos Gracia Santificante, con el fin de
que pudiéramos gozar, después de nuestra muerte, de su misma felicidad en la
Gloria de Dios. Quiso Dios al
encarnarse, pasar también por el sufrimiento y la muerte, para resucitar Él
primero, como garantía de nuestra propia resurrección. Todo obedeció al designo eterno y misterioso
de Dios: “. . . Desde antes de la creación del mundo nos destinó para que
fuésemos santos e inmaculados en su presencia por el amor.” (Ef 1, 4). La creación del hombre, su redención por
medio de la Encarnación del Verbo y su muerte en la cruz, coronada por su
Resurrección, son el designio misericordioso del amor de Dios por nosotros, que
es también la fuente de nuestra Fe, Esperanza y Amor.
+ + +
Nota Buena: El
contenido de esta nueva entrada del blog De Milagros y Diosidencias, fue tomada
del FOLLETO E.V.C. 42 ¿EXISTEN LOS
MILAGROS?, escrito por el R.P. PEDRO HERRASTI, S.M. y reproducida con la debida autorización de parte de
la Directora de la Sociedad EVC, Srita. Alicia Herrasti; a quien le agradezco sinceramente
su beneplácito. El uso de este material se
realiza de mi parte, sin fines de lucro.
Orar sirve, es bueno para nuestra alma y
nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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por el gusto de proclamar El Evangelio.
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