Santifícalos con La
Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Ciudad de
México, Enero 22 del 2019.
“No robarás.”
VII Mandamiento
de Dios.
HUACHICOLEO = ROBAR GASOLINA
Muy estimados todos, en Cristo Jesús:
El Mundo repite
todos los días muchas palabras cuya raíz es la lengua azteca, el Náhuatl; aquí
unos ejemplos:
México Mexitli = el ombligo de la Luna;
Tomate Tomatl =
agua gorda;
Chocolate Xocolatl =
agua agria.
Ahora, tristemente,
hay otra palabra náhuatl que se repetirá muy seguido en el Mundo:
Huachicol
= bebida alcohólica adulterada = robo de combustible.
En estos días en México,
vivimos una pesadilla con una actividad criminal de moda: el huachicoleo; solo
que no se trata de adulterar bebidas alcohólicas (como el mezcal o el tequila),
sino de robar gasolina de los ductos que la transportan, propiedad de PEMEX, la
empresa estatal de hidrocarburos.
Esta mafia del ‘crimen
organizado’, que tiene una larga cadena de complicidades –que va desde los
incautos y burdos campesinos, hasta las altas y corruptas autoridades de PEMEX–
está siendo atacada por el nuevo Gobierno Mexicano (como parte de su intención
por erradicar la corrupción a nivel nacional), para detener y eliminar el robo
de combustibles en el País; actividad ésta, que ya suma miles de millones de
dólares anuales.
Hace unos días, en Tlahuelilpan, un olvidado pueblo del
Estado de Hidalgo, en el centro del Territorio Nacional, esta infame actividad
clandestina conocida como huachicoleo, ha causado una vez más una desgracia de
muerte y dolor: han fallecido más de doscientas personas, muchas de ellas
desintegradas por la enorme explosión, generada en un oleoducto transportador
de gasolina. Tragedias similares han sucedido
en varias poblaciones de México:
San
Martín Texmelucan, Puebla, en 2010; 30 muertos.
Huimangillo,
Tabasco, en 2018; 3 muertos.
Solo por mencionar
algunas de las decenas de ocasiones similares ocurridas: robo de combustible,
explosión incontrolada, muerte de personas.
Cierto, no hay nada
peor que la muerte, ya que es el fin de la existencia; pero algo muy parecido
es la ignorancia o más malo aún, la indiferencia ante una realidad
absoluta. El mal es mal. Ningún Bien puede obtenerse con el mal, ya
que éste, solo genera más mal. Robar es
malo, aún con el rigorismo ético del ‘mal menor’, robar es contrario al bien
común, a la moral y a las buenas costumbres.
Y ni qué decir lo antagónico que es para con Dios.
Aunque aparentemente
del robo pueden obtenerse beneficios materiales, en nuestro ámbito espiritual
solo redunda en pérdidas enormes para el alma: nuestra moral se debilita y
confunde; la conciencia se hace laxa y permisiva; y nuestra presencia delante
de Dios la auto-aniquilamos conscientemente.
Todo en el
huachicoleo es mal por definición: el robo de combustibles es igual o peor que
cualquier otro robo; porque, a pesar de que para algunos rateros sin escrúpulos
ni moral, represente ‘un gran negocio’, es causante de males mucho más grandes,
como la muerte de gente incauta o ilusa, de la que se es responsable directo delante
de Dios. No nos
confundamos; la corrupción, el robo, la criminalidad organizada o desorganizada
son males demoníacos; son contrarios al Bien, son contrarios a Dios.
Orar sirve, es bueno
para nuestra alma y nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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por el gusto de proclamar El Evangelio.
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