Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Junio 8 del 2018.
DEL
LIBRO
Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
42 de 130
CAPÍTULO
SEXTO
Evangelîum Domini
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Decembris XIX
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
PRIMER EDICTO
APOSTÓLICO
Acabo
de recibir un escrito enviado por el Apóstol Petrus; es el primero de su tipo, pues en él da una instrucción
‘muy específica’ de modus actuâris,
lo que nosotros conocemos en la militia como edictum ordînis, por lo tanto, yo puedo decir que éste, es el
Primer Edicto Apostólico. Simplemente
dice:
A nuestro querido hermano en la Fe,
Veritelius de Garlla, el Apóstol Gentil, para que por su medio sea distribuido
a todas las congregaciones y comunidades en el Señor, la siguiente ordenanza:
En cada reunión de la Congregación
para “partir el Pan de Cristo”, ha de iniciarse con la siguiente oración que el
Señor nos enseñó:
“Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea Tu Nombre;
Venga a nosotros Tu Reino;
Hágase Tu Voluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
Perdona nuestras ofensas,
Como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden;
No nos dejes caer en la tentación,
Y líbranos del mal.
Amén.”
Esta es la Voluntad del Señor, que hemos
recibido por Gracia del Sanctus Spirîtus; sea tomada como Palabra de Dios.
Que la Gracia de nuestro Señor Iesus
Christus en Comunión con el Padre y el Sanctus Spirîtus esté contigo y con
todos los tuyos del “Christus Mandatus”.
Petrus Apostôlus, Domini Servus.
Christus Vicarîus
Yerushalayim, Iudae, Novembris XV,
XXXIII
Anno Domini
Solo
un Dios pudo haber hecho tal oración; es una verdadera joya celestial. ¡¡Son
las mismas palabras que dijo el Apóstol Jacob cuando empezó su Predicación en Tarraco!!
¡Qué maravilla es esto! Por supuesto que será traducida, revisada y distribuida
tal y como lo ordena el Christus Vicarîus.
La
misiva del Apóstol Petrus es
importantísima, yo lo sé; pero a mí, lo que ya me preocupa mucho es la infame
deficiencia del tabellarius (correo):
treinta y cuatro días para entregar una correspondencia que no debiera tardar
más de diez. Esto no puede seguir
ocurriendo, por lo tanto, tan pronto como sea posible será instrumentada una
flota especial de liburnas para que
cubran las rutas requeridas para el CORREO
DEL CHRISTUS MANDATUS; desde Tarraco hasta Hierosolyma; desde Londinium
hasta Alexandria; todo el Mare Nostrum cubierto como una línea de
abastecimientos de campaña.
Haya
o no piezas de correo, o cosas que sean enviadas, cada liburna recorrerá la ruta de su puerto o ciudad origen hasta Canea,
en la Isla de Creta, donde haremos base de acopio y distribución. Todas las tripulaciones descansarán en el
sitio de arribo y esperarán el regreso de la nave, la cual será devuelta (salvo
reparaciones inminentes, que realizará siempre Sóstenes Kirítis), al final de
la última vigilia del día de su arribo, por hombres descansados. Todas las naves serán gemellus a la Liburna
Christina en versión económica; sin lujos, pero sin carencias técnicas para
la navegación.
Diófanes
Pireo será el Centurión a cargo de la logística de estas nuevas labores dentro
de Imperialis Proiectus del Christus Mandatus. Uno más de mis hombres que habrá de ser
retirado de mi escolta personal, para atender de forma directa asuntos
esenciales de funcionamiento para el logro de las metas marcadas. Dejará
Capreæ Novus Villa Garlla,
para residir permanentemente en Canea, Creta.
No habrá tolerancias en los incumplimientos, ya que, salvo los remerii, todos los demás hombres serán
Soldados Legionarios en activo; por lo tanto, sujetos a órdenes militares y
cumplimientos concordantes a ellas.
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Januarius XV
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
EL PERÍODO DEL
FRÍO
El
Ivierno con la familia hasta la
mismísima guerra lo respeta; en efecto, las campañas militares de defensa o
extensión de los territorios del Imperio, son en el período que forman la Primumver, el Veranum y eventualmente el Autumnus;
pero en Invierno nadie se
atrevería a retar al Ejercito Imperial Romano.
Por supuesto, ataques contra nuestras guarniciones nunca dejan de
existir, pero la movilización de fuerzas a gran envergadura, nunca se hacen ni
en el último mes del año, Decembris,
ni en el primero, Januarius, o el
segundo, Februarius. Son por mucho los meses más fríos y de nada
sirve luchar contra el inclemente clima; pues siempre vence él.
Creo
que en mis treinta y siete años de carrera militar, nunca he faltado a un Ivierno en casa. Con el “Christus
Mandatus” tampoco habrá actividad fuera de la officîna; y como ‘estamos en campaña’, también tenemos que planear
nuestro futuro; solo eso haremos hasta
Martius. Pero hay otros trabajos qué
hacer y el clima en este maravilloso lugar es como el Paraíso del Libro del
Génesis: ni frío ni calor; agradablemente templado.
Al
fin tengo noticias de Lucanus; envía
una misiva desde su natal Antioquía, en donde me informa sobre sus procesos de
investigación, pero con CINCUENTA DÍAS DE DIFERENCIA entre su datación y el día
de hoy; o el correo romano es una desgracia, o ‘algo’ peor sucede.
Antioquia, Provincia de Syria,
Novembris XXVI, del
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio
César
Querido
Teófilo:
Le incluyo siempre en mis oraciones; infinitamente agradecido por su encargo,
trabajo denodadamente en la búsqueda de los mejores registros que me den la posibilidad de encontrar respuesta a
sus planteamientos.
He estado en Ephesus, Rhodas, Mira, Perge, Tarso y Antioquía; en las Sinagogas y Yeshiva de esos lugares (únicos
por sus preponderancia en la Diáspora), buscando antecedentes proféticos del
Mashiaj, para mí, Iesus Nazarenus. Pronto enviaré primeros escritos. Le saludo con afecto,
¡Ave
César!
Lucanus
de Antioquia
Emissarii
¡Ahora
resulta que me llamo ¡Teófilo!!, como si no fuese suficiente la desgracia que
hicieron mis padres con mi nombre (‘el que dice la verdad’), éste joven
antioqueno me ha puesto uno más comprometedor aún: ‘el que ama a Dios’.
Yo
siempre he dicho la verdad, eso me lo dejaron grabado en el corazón mi abuelo y
mi madre; y también he amado a los dioses; pero con los últimos seis meses de
mi vida, ya no sé si he amado a los dioses correctos. Teófilo semper Veritelius. “El que ama a Dios, siempre dice la verdad.” Eso es cierto; pues entonces que se quede así
el pseudónimo. Ya se lo haré saber a Lucanus.
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Februarius VIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
PRIMA OFFICÎNA TABELLARIUS
Hoy
se va Diófanes Pireo como administrâtor
de nuestra primera officîna
permanente de tabellarius (correo);
la instalará en Canea, en uno de los muelles que tiene Sóstenes Kirítis, en
donde ya están asignadas las tres primeras liburnas
para nuestro servicio. Las rutas
iniciales serán:
De ida: Canea – Cyprus
– Cesarea de Palestina – Hierosolyma;
De regreso: Hierosolyma –
Cesarea de Palestina – Alexandria –
Apollonia – Canea
Redondo: Canea – Capreæ – Roma – Capreæ – Canea
Redondo: Canea – Athenæ – Tesalonik – Ephesus – Canea
La
officîna, además de recibir y enviar
las misivas, tendrá un grupo completo de traductoris
y scriptôris que adelantarán el trabajo, al menos en un idioma, para la officîna central que seguirá estando en Insûla Capreæ Novus Villa Garlla.
Tanto
Diófanes como Sofía, los padres de Tito, están de acuerdo en que él viaje con
nosotros, pues nuestra partida será en breve; ellos solo llevarán sus
pertenencias, pues su cambio de residencia es permanente. Nada de esto extraña, pues todos los Soldados
Legionarios Romanos al servicio del Ejército Imperial, y sus familias
inclusive, sabemos y estamos acostumbrados a los constantes cambios de
residencia; “A donde Roma nos necesite”, decimos con ‘orgulloso despecho’, pues
la verdad, nos gustaría asentarnos en el lugar que hayamos escogido; cosa que a
veces ni el ‘tribunus legatus’ puede
decidir, por más que ‘se haya retirado’.
Hace tres años, a éstos, mis valiosísimos hombres, me los llevé a todos
a Villa Garlla, en Mediolanum, allá nos íbamos a ‘retirar
gustosamente’; solo hay que ver dónde andamos ahora.
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Februarius XXIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
HIEROSOLYMA:
VIAJE II
Nuestro
avance en las labores de escritorio ha sido sensacional en el Invierno, los traductoris y scriptôris han mejorado
mucho su métodos y es posible con ello traducir simultáneamente del o al
griego, latín y arameo.
Por
lo que respecta a nuestros interesados en las provincias, también hemos
mejorado la comunicación con ellos; por ejemplo, siempre sabemos dónde está
Camilus Méver, porque él nos lo informa constantemente; por lo tanto, siempre
sabemos dónde localizar al Apóstol Jacob.
Desde mi primera visita a Tarraco, él manifestó su deseo de que
viajáramos juntos a Hierosolyma; el
plazo se ha cumplido y este será el desarrollo de nuestro próximo viaje; el
cual ya es del conocimiento del Emperador.
Tiberio César, al enterarse de los objetivos y labores del mismo, ha
vuelto a decir:
–
“Tan solo un día quisiera dejar de ser yo,
Verito, para poder disfrutar siendo tú, uno de esos encuentros con los
Apóstoles y Discípulos de Iesus Nazarenus.”
ITINERARIO DEL
SEGUNDO VIAJE DE
VERITELIUS DE
GARLLA A
HIEROSOLYMA
(Jerusalén)
MILLAS
FECHA SALE DE LLEGA
A Romanas DIAS
03
Mar Capreæ Mare Balliaricum 315 1.5
06
Mar Mare Balliaricum Tarraco 315 1.5
08
Mar Tarraco Mare
Nostrum 400 2
10
Mar Mare Thyrrenum Capreæ 500 2.5
13
Mar Capreæ Reghium 240 1
14
Mar Reghium Mare Ionicus 450 2.5
17
Mar Mare Ionicus Canea 400 2
19
Mar Estancia en Canea con Comunidad
de Apollonia 1
20
Mar Canea Cyprus 550 2.5
24
Mar Cyprus Cesarea de
Palestina 200 1
4
ciudades – 3,370 Millas Romanas – 16.5 días navegados – 204 millas día.
(1
Milla Romana = 1,480 m , ’ , 3,370x1,480 = 4,988 km /16.5 = 302 km/día),
Por
orden del Emperador, nos acompañarán Tito y Gallio, los adolescentii apostôli; ellos no lo han solicitado, pero ‘algo’ le
dice al César que deben viajar conmigo.
Además, ya son muchas las manifestaciones que han dado de ‘poseer’ una
percepción muy especial de todo este asunto.
Por dos razones los tengo que llevar: la primera, es que es una orden; y
la segunda es que no quisiera ser yo el responsable (ni siquiera por omisión),
de la falta de cumplimiento de su plena realización como ‘fieles seguidores’ de
Iesus Christus. Será muy bueno que vayan: para ellos será una
gran aventura; para todos una insospechable ayuda; y para mí, especialmente,
una inmensa felicidad.
Nuestro
plan es vivir con todos los iudaicus
ese período de siete días que son una mezcla de abstinencia, fiesta y
celebración; que empieza con el pesah
o paso (que es lo que significa su palabra ‘Pascua’) y la cena del séder; terminando con sus constantes
visitas al Templo de Hierosolyma para
el ofrecimiento de sacrificios de
purificación.
Sin
embargo, más que en las celebraciones isrâêli,
estoy muy interesado en saber qué harán los Apóstoles y Discípulos de Iesus Nazarenus en ocasión del primer
aniversario de la muerte de su querido Rabbuni. Para cuando estemos en Palestina, habrá
pasado un año de su ‘juicio’, pasión, muerte y ‘resurrección’, según dicen
todos ellos. Si el Apóstol Jacob ha
hecho planes para ir, seguro que allá estarán todos; conozco siete: Petrus, Mathêo, Santiago el Menor, Judas Tadeo, Andrés, Juan y Jacob; me
faltan cinco: Matías, Felipe, Simón el de Caná, Natanael y Tomás. Además
conozco a los Discípulos Simón de Cyrene
y José de Arimatea. Haré hasta lo
imposible por conocer a María, la Madre del Christus.
La
ruta será la misma (pero en sentido contrario), de aquella desagradabilísima en
donde fuimos zarandeados por la tempestad, que casi nos desaparece de la faz de
la tierra; en realidad, no quisiera volver a vivir una experiencia tan
angustiante con gente a la que amo tan profundamente (como Tito y Gallio), o a
la cual debo conservar de cualquier riesgo, como al Apóstol Jacob. Cierto es que podríamos tomar otra ruta, pero
desperdiciaríamos tiempo muy valioso para todos. Espero que Neptûnus nos trate mejor esta vez, porque si no, tendremos que
invocar a nuestro anterior Salvador: Iesus
Christus y su amadísimo Padre “Ya
Havá Wé Hayá”, junto con el Sanctus
Spirîtus.
Ahora,
las misivas para que todos se vayan preparando para nuestro arribo:
Insûla Capreæ Imperial, Februarius XXIII, del
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
Appretiarus summus, Lucanus:
He recibido tu misiva (con cincuenta
días de retraso) y solo he querido responderte hasta estar seguro de nuestro
próximo viaje a Hierosolyma; que hasta
este día lo estoy. El itinerario adjunto
te informa nuestros movimientos.
Contacta a Zaqueo de Jericó, Jefe de
Recaudadores, para reunirnos Tú y yo con
él en Tiberíades un día después de mi llegada a Cesarea. El Apóstol Mathêo me ha dado buenas
referencias del hombre y quiero conocerle.
Te saludo con afecto,
¡Ave César!
Tribunus
Legatus Veritelius de Garlla
Plenuspotenciarius
“Christus Mandatus”
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Martius XII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
IDUS DE MARTIUS
Hay
dos celebraciones luctuosas que Tiberius
Iulius Cæsar nunca deja pasar: el asesinato de Cayo Julio César (Martius XV) y el día en que su
padrastro, tutor y suegro que murió en Augustus
XIX. Salen hoy hacia Roma para la conmemora-ción respectiva; la
impecablemente blanca liburna del Emperador, surcará el Mare Thyrrhenum hasta Ostia y de allí a Roma. Solo sus Guardias Pretorianos le acompañan,
ningún otro militar asiste a la presentación del Imperator Maxîmums ante el Senado como Jefe Supremo del Ejército
Imperial Romano; la fuerza más representativa de Roma ante el mundo.
El
discurso del César ante la Tribuna Senatorial, por lo general toca aspectos
referentes al honoris y la iustitia romanas en los ámbitos de la
Urbe y el Orbe del Imperio; este año estará dedicada a una infamia más: el poco
respeto que los Procuradores de Provincias controlados por el Senado (aunque
éstos sean militares), tienen en la aplicación de la legis respecto de la vida de los individuos. El discurso lo he preparado yo, y gira
alrededor del “Juicio de Poncio Pilatus” sobre su propio “Juicio de Iesus Nazarenus” y el artero asesinato
del ‘acusado’, promovido por fuerzas extrañas a la Iustitia Romana y alejadas del valor moral del respeto a la vida
dentro del Imperio.
Cada
una de estas presentaciones tensa o suaviza las relaciones entre el Senado y el
Emperador de acuerdo al estado de éstas y a las arengas que el discurso
tenga. Esta vez será intimidatorio, pues
Tiberio César pedirá al Senado que el ya deshonrado General Legionario Pilatus,
sea llamado a Roma para un juicio civilis
con carácter popular, en el cual se acepte la infamia cometida por el
Procurador (en base a las acusaciones de negligencia del Juicio que yo
encabecé) y se le destituya in facto
de sus prerrogativas. La intención es,
por supuesto, atender las demandas de tantos ius latti del Imperio (de Roma y las Provincias), que han sido
dirigidas al Emperador y al Senado en uso de sus derechos como ciudadanos.
Cuando
Tiberio regrese a Insûla Capreæ,
nosotros habremos partido hacia Hierosolyma;
una oportunidad más que pierde el Emperador de contactar con alguno de los
Discípulos de Iesus Nazarenus, pues
no podrá ver al Apóstol Jacob, que pasará por aquí procedente de Hispania en la “Liburna Christina”.
† †
†
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
Tu Palabra es La Verdad.
También me puedes seguir en:
Solo por el gusto de Proclamar El Evangelio
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