¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Diciembre 6 del 2017.
EL DEMONIO AL
ACECHO DEL MESÍAS
6 DE 77
I.6.- LA MATANZA DE LOS
INOCENTES
(Mt
2, 16-18)
“Entonces
Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció
terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda la comarca,
de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta
Jeremías:
‘Un clamor se ha oído en Ramá,
mucho llanto y lamento:
es Raquel que llora a sus hijos,
y no quiere consolarse,
porque ya no existen.’”
Este es, sin lugar a dudas, uno de los
eventos más tristemente célebres de la barbarie humana: la matanza de los
inocentes. De ninguno sabemos su nombre
o algún detalle de su vida; solo sabemos que fueron violentamente masacrados,
tratando de ser eliminado el recién nacido Hijo de Dios. Todos los cristianos estamos seguros que
estos pequeñines habitan con Cristo Jesús en el cielo; fueron en cierto
sentido, los primeros mártires del cristianismo por venir. ¡El acecho del Demonio sobre el Mesías ha
cobrado ya sus primeras vidas humanas y éstas, han sido de infantes inocentes! Todo este suceso es una vileza carente de
bien; es ausencia total de lo bueno, es el mal en toda su expresión.
No hay medida en la maldad, ¡porque
Satanás está personalmente a cargo de todas las infamias en pos de eliminar al
Salvador! Se ha desatado una época
cruel, sangrienta y asesina entre los humanos, porque el Príncipe de las
Tinieblas ha bajado a la tierra y está al acecho del Mesías; quiere aniquilarlo
a toda costa; quiere revertir el momento de ‘la plenitud de los tiempos’.
Pero no lo logrará, porque el Hijo de Dios ha llegado para eliminar el
imperio del mal y el dominio de la muerte.
Emmanuel, “Dios con nosotros”,
está precisamente en el mundo para lograr este cometido, para dar a la
humanidad la oportunidad de su redención, de su reconciliación con el
Creador.
Las huestes celestiales, bien sean
ángeles o demonios, ya saben del acontecimiento; ahora está tocando a los ‘hombres de buena voluntad’ conocer de
este hecho y el Diablo no quiere que esto suceda, pues ello significa el
principio de su fin. No importa cuánto
tiempo dure su fin, lo que importa es que éste acaba de empezar, y cuando
termine, será para siempre.
En todo eso estaba Satanás, sembrando
el caos para que todo se perdiera. Allí
estaba nuevamente con sus argucias, su soberbia y sus engaños; confundiendo a
los hombres para que se perdieran con sus propias decisiones. Ahora no busca sojuzgar la Creación , ahora lo que
trata de evitar es su redención. No se
da por vencido; durante miles de años ha imperado sobre toda la humanidad, a
excepción de los justos, los cuales en su mayoría por repudiarlo, por no
obedecerlo, por ser fieles a Dios, han perdido la vida, mas no la
esperanza. Es la violencia
característica del Diablo delante de los Santos de Dios; por eso a estos bien
vale llamarles los Santos Inocentes. No
importa que no hayan conocido al Cristo; la Misericordia de Dios,
que es infinita, ya los tiene en el cielo gozando de su presencia.
¡Eso fue lo único que lograste,
Satanás, que Dios los tenga en su seno!
§ § §
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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