¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Julio 7 del 2015.
PRIMERO CREER (La Fe),
DESPUÉS TODO LO DEMÁS.
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
No tengo ni la menor dudad de que las Virtudes
Teologales (Fe, Esperanza y Caridad), que como Don Divino se nos dan en el
Bautismo, tienen un orden; y lo primero es creer, luego entonces, lo primero es La
Fe. Con La Fe encontramos el camino de
La Esperanza, y con ésta, a su vez, la senda para ejecutar La Caridad.
Yo siempre defino a La Fe como el medio a través del
cual podemos creer, todo lo que no podemos entender; por ejemplo: a Dios, sus
Milagros y sus Diosidencias. Con la Fe, no necesitamos comprobaciones de
ninguna especie para aceptar la existencia y el Amor de Dios.
A La Esperanza la describo como la fortaleza para
aguardar el cumplimiento (en mi vida), de las promesas de la redención.
Y a La Caridad, la conceptúo como la oportunidad de
darle a nuestras obras, la trascendencia espiritual requerida para agradar a
Dios Padre.
Pero todo empieza con La Fe. Un ejemplo: la mujer que
quedó sana de su flujo incurable, ‘sin que Jesús participara conscientemente en
su curación’, primero usó La Fe; primero estuvo completamente segura de que Ése
era El Cristo; de que Jesús de Nazaret era el Hijo de Dios, y por lo tanto
Divino. Luego, esa Fe avivó La
Esperanza; y ella misma se dijo: “. . . tan
solo con tocar la orla de su manto; con eso quedaré sana.” ¡Y sanó! El Milagro y la Diosidencia se dan; y
entonces aparece La Caridad: la inmensa manifestación amorosa del Señor: “. . .
Tu Fe te ha sanado.”
Otro ejemplo: El día que Cristo Jesús quiso regresar a
Nazaret, para también allí manifestar su Gloria y predicarles y realizar
milagros entre sus ‘paisanos nazaritas’, lo único que encontró fue una gran
duda y desconfianza de parte de todos sus conocidos; una falta de Fe absoluta y
total: “. . . ¿Qué no es este el hijo de José, el carpintero?”, murmuraban. Ante lo cual el Señor no tuvo más que
decir: “En verdad os digo que ningún
profeta es bien recibido en su tierra.”
Y no lo es, sino por falta de fe.
Nosotros vivimos en medio de un mundo y una sociedad
que todo lo duda, que no tiene Fe, que ni
recibiendo personalmente Milagros o Diosidencias, acaba por creer con
absoluta entrega y sin media. La gente
ha perdido su Fe; y la ha perdido porque nunca la usó, porque nunca la puso en
práctica. Y como La Fe, La Esperanza y
La Caridad, son como músculos para nuestra alma, si no los ejercitamos, si no
los usamos, se nos atrofian; perdemos su posibilidad de uso y aplicación.
La Fe se ejercita creyendo; cuanto más crea, más Fe
tengo, porque más Don de La Fe estoy usado.
Es absolutamente necesario que nos interesemos, en todo cuanto nos manda
creer el Magisterio de la Iglesia Católica; es indispensable para nuestra Fe
que usemos nuestra capacidad de credibilidad en Dios; porque solo con esos
ejercicios del alma (interesarnos y creer), podemos aumentar, fortalecer y
cimentar nuestra Fe Católica. Si no lo
hacemos, llevamos La Fe hasta su nivel mínimo de expresión, si no es que la
perdemos.
Les recomiendo un Link de la Fe: es del Padre Pedro
Núñez, seguro les servirá.
Y también les recomiendo una Encíclica del Papa San
Juan Pablo II: “Fe y Razón”.
Orar sirve, oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
n.b.: les recuerdo que el miércoles de
9:00 a 10:00 a.m. tenemos cita en:
También me
puedes seguir en:
De Milagros y Diosidencias.
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
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