¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Julio 2 del 2015.
¡¿TERCERO, CUARTO Y QUINTO SEXOS?!
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
¡Eso de más de dos
sexos no existe, ni existirá jamás! Y no es porque yo sea un terco, es
simplemente porque es Mandato Divino:
“Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a
imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.” Génesis 1, 27
¡Esto no va a
cambiar nunca! Nosotros somos la máxima
creación de Dios, pero somos criaturas; no creadores. El Creador es Dios. No importa cuánto avance la ciencia genética,
nunca vamos a crear; o a ser capaces de cambiar la esencia de la creación de
Dios. Creer que eso se puede hacer es
soberbia; y ese es el pensamiento que tuvo el diablo en el Edén; a partir de lo
cual se perdió la perfección de lo creado.
Hombre y mujer; macho y hembra; masculino y femenino; XY
y XX; ♂
y ♀; €;
no importa cómo le llamemos o con qué signo le identifiquemos, el sexo humano
es una complementariedad bivalente entre un hombre y una mujer; y tiene su
máxima expresión y valía en la PROCREACIÓN (acción y efecto de procrear
–engendrar, multiplicar la especie).
Para eso nos lo dio Dios.
Con las recientes ‘autorizaciones’ legales que se han
hecho de los ‘matrimonios entre individuos del mismo sexo’ (por favor llámenle
de otra forma, pero no le llamemos matrimonio; porque no lo es), para los
leguleyos se ha presentado una complicación: determinar y distinguir el sexo de
los ‘contrayentes’. Y ya la juris-prudencia
(que ni es legal ni es prudente), está debatiendo al respecto. En Alemania, por ejemplo, ya aparecerá pronto un tercer sexo para 'identificar' a los recién nacidos: hombre, mujer o 'pendiente'. En Holanda ya se llama 'por definir', y se pone a solicitud de los 'padres' o 'madres' adoptivos.
Solo que estos ‘omnisapientes magistrados de la
truculencia’ están confundiendo ‘la gimnasia con la magnesia’, como dicen en mi
tierra. Una cosa es qué sexo tiene una
persona (y solo pueden ser dos: femenino o
masculino) Y OTRA COSA MUY DIFERENTE ES CUÁLES SON LAS PREFERENCIAS SEXUALES DE TALES ENGENDROS.
Si es hombre y le gustan las mujeres, es heterosexual masculino,
hombre.
Si es mujer y le gustan los hombres, es heterosexual
femenina, mujer.
Si es hombre y le gustan los hombres, es homosexual.
Si es mujer y le gustan las mujeres, es lesbiana.
Y las dieciséis variantes que siguen. . . solo
identifican (porque no pueden hacer otra cosa), la preferencia sexual, NO EL
SEXO; ése lo definió Dios y solo son dos: hombre y mujer.
Los leguleyos del
tiempo de nuestro Señor Jesucristo, eran los fariseos y los saduceos; ambos
tenían sus propios escribas. Esos no
andaban inventando sexos, ni matrimonios antinaturales –que la Ley marcaba como
acciones abominables y merecían la lapidación–; pero legislaban tal cantidad de
‘preceptos’, que ahogaban a los judíos en su cumplimiento y ortodoxia. Un día les dijo Jesús: “. . . Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas
de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. . .” (Mt 23, 1-36;
por favor léanlo)
Ahora estamos peor,
porque se hacen reglamentos y leyes que ofenden la moral de las grandes mayorías
de los países y se favorecen a minorías con mentalidad e ideas descompuestas y con
actitudes enfermizas; todo, producto de una sociedad desordenada y
secularizada.
Orar sirve, oremos
por México.
De todos ustedes,
con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
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De Milagros y Diosidencias.
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
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