“¡Señor, auméntanos la Fe!”
Domine, adauge
nobis fidem
Riviera Maya, México; 02 02, del 2020
Solemnidades y Fiestas de Guardar
De La Iglesia Católica
“Todo varón
primogénito será consagrado al Señor.”
(Lc 2, 23)
SOLEMNIDAD DE LA PRESENTACIÓN
DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO.
LA PURIFICACIÓN DE MARÍA.
LA CANDELARIA (Fiesta de las Candelas).
Muy estimados todos, en Cristo Jesús:
Esta es la primera vez que Jesús está en el Templo de
Jerusalén, habrá muchas más, la última será treinta y tres años después;
precisamente en la mañana del Jueves de la Semana Mayor, un poco antes de la
Celebración de La Pascua Judía y de la Institución de la Sagrada Eucaristía en
La Última Cena del Señor.
En la primera ocasión, El Templo recibirá a Jesús,
María y José para ‘su purificación’ –no sé de qué tendrán que purificarse estas
tres pulcrísimas personas– pero en cumplimiento a la Ley de Moisés, ellos
acuden ante el Sacerdote. En la enésima
y última oportunidad, la gente reunida en el Templo construido por Herodes,
oirá las últimas enseñanzas del Divino Maestro como hombre; pues en la noche de
ese mismo día será apresado.
El día de la presentación de Jesús Niño, a la entrada
del Templo de Jerusalén aguarda su llegada un Santo Hombre de Dios; se llama
Simón y espera la promesa de Yahveh de que “no moriría sin ver al Salvador”; y sus palabras después de haber vito al Niño Dios,
son por demás significativas:
“Ahora,
Señor, puedes, según tu palabra,
dejar
que tu siervo se vaya en paz,
porque
han visto mis ojos Tu Salvación,
la
que has preparado a la vista de todos los pueblos,
luz
para iluminar a los gentiles
y
gloria para tu pueblo Israel.”
¡¡Eso es Fe!! “.
. . garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven.” dice la Carta a los Hebreos (11, 1). Así debiéramos hacerle nosotros, estar
completamente seguros de que TODAS LAS PROMESAS que tenemos de parte de Dios
nuestro Señor se cumplirán; pero no tan solo creerlo y esperarlo, sino
¡VIVIRLO!, HACERLO PARTE DE NUESTRA VIDA DIARIA!
Por eso hoy es una gran Solemnidad, Las Candelas, ‘La Luz para iluminar a los gentiles’; ¡sí!, La Luz para iluminarnos a nosotros, los que ‘sin haber visto, creemos’. Por eso hoy
encendemos candelas, velas y veladoras; porque queremos SENTIR La Luz de
Jesucristo, viéndola, procurándola, meditándola y haciéndola nuestra y
haciéndonos de ella. Por eso es Solemne
el recuerdo de este memorable instante de nuestra Salvación: La Presentación de
Jesús en el Templo y la Purificación de María, Madre de Dios.
Orar sirve, nuestra alma lo agradece y
nuestra mente también.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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por el gusto de proclamar El Evangelio.
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