¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Abril 2 del 2017
XII Aniversario de la subida a la
Casa del
Padre, del Papa San Juan Pablo II.
“Ayunar no es
solo privarse del pan, sino también
compartirlo con el
hambriento.”
Papa Francisco
5° DOMINGO DE CUARESMA
Muy
estimados todos en Cristo Jesús:
Estamos ya en la última semana de Cuaresma, hemos dejado
atrás las tres decenas de días dedicadas a purificarnos de los pecados de
pensamiento, de palabra, y de obra; nos ha quedado muy claro –y además hemos
trazado caminos de mejora– cuáles son nuestras debilidades más frecuentes y con
qué fortalezas podemos contrarrestarlas.
Estos últimos días cuaresmales, los dedicaremos más a la meditación, a
la introspección y la espiritualidad evangélica de cara a Jesucristo.
Queremos llegar a la Pascua, lo más limpios que sea posible:
sin cargar a cuestas con algún pecado
mortal y solo ‘lidiando’ con pequeños pecados veniales. Queremos vivir una Semana Santa completa de la
mano del Señor, iniciando con el Domingo de Ramos y terminando con el Domingo
de Resurrección; así, desde la Entrada Triunfal a Jerusalén, pasando por las
visitas de Jesús a sus amigos y el Triduo Sacro; hasta la Misa de Pascua de
Resurrección. Esta vez tenemos que
lograrlo; ya en el pasado han sido muchos y vanos intentos.
Ahora tenemos que estar atentos frente a nuestras ‘constantes’
negativas ante El Bien, ese que hemos de proveerle al prójimo, a nuestros más
próximos; esta semana final de Cuaresma, no debemos tener ‘Bien no hecho’; en
otras palabras, no debemos negar el Bien que podemos hacer, para con ello
evitar nuestros ‘pecados de omisión’. Cristo así lo quiere, y ofreciéndolo por el
Señor, nosotros así lo haremos.
Es el último período Cuaresmal, el tramo final; el que nos
alcanza La Gracia de la limpieza de corazón, la purificación de los pensamientos
y la búsqueda constante del Bien Mayor, Dios. Con esa disposición, viviremos
intensamente la Megamisión a la que vayamos; o si nos quedamos en nuestra
Parroquia, participaremos activamente en los Oficios de la Semana Santa –que son
muchos, muy variados y todos hermosos– en Memoria de El Salvador.
Preparémonos física, mental y espiritualmente durante esta
semana, para que La Semana Mayor de 2017 sea inolvidable y reconfortante.
Orar
sirve, oremos por México.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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