¡Alabado sea
Jesucristo!
Ciudad de México,
Marzo 29 del 2017
M E D I T A N D O L
A S
P A R Á B O L A S D
E
J E S Ú S D E N A Z A R E T
5 de 35
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
PADRENUESTRO
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre; . . .”
AVEMARÍA
“Dios te salve, María, llena eres de Gracia.
. .”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus
fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Tu Espíritu Creador. Y renueva la faz
de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
4.- “PARÁBOLA DE LA SEMILLA QUE CRECE
POR SÍ SOLA”
(Mc
4, 26 – 29)
“Sucede
con el Reino de Dios lo que acontece cuando un hombre arroja la simiente en la
tierra. Ya sea que duerma o esté
despierto, de noche, y de día, la simiente germina y crece, y él no sabe cómo.
Por sí misma la tierra produce primero el tallo, después la espiga, y luego el
grano lleno en la espiga. Y cuando el fruto está maduro, echa pronto la hoz,
porque la mies está a punto.”
ACTOS DE PREPARACIÓN:
De la
sencillez de tus palabras, Señor, y aprovechando la Fe, Don Divino que me has dado, permíteme dilucidad el mensaje que
me tienes hoy, a mí y como soy. Haz
posible que acreciente mi fe como las semillas sembradas; que sea digno
portador de sus frutos y transmisor eficaz de Tus Designios.
Que esta Esperanza,
que me colma totalmente y siento que me supera, sea el camino que me lleve
hasta Ti, Redentor de todas las almas.
Y que
la Caridad, manifestación suprema de
tus bienes, me permita realizar tangiblemente todo cuanto sea bueno para mis
hermanos, y que esté en mis acciones de este día.
PETICIÓN:
Dios
mío, pon en mi corazón las intenciones de las que debo llenarme para ser digno
de ti mismo, y útil para mis hermanos.
EL TIEMPO Y EL LUGAR:
San Marcos, el hijo espiritual de San Pedro, ya que él
lo bautizó, narra solo esta parábola; ninguno de los otros tres evangelistas la
señala. De la misma forma que San Mateo,
San Marcos junta sus parábolas en un solo capítulo y lo hace también para
demostrar el Gran Rabino que era Jesucristo, ya que aquéllos, de igual forma,
enseñaban con la mashal (ejemplos del
dominio público fácilmente aplicados a lo que el predicador ha leído o dicho),
para instruir a la gente.
La elección de los Doce Apóstoles ya se ha dado y
todos siguen permanentemente a Jesús en sus viajes por la orilla del Mar de
Galilea, desde Bethsaida hasta Magdala.
Está en Cafarnaúm, en la casa de Pedro, cercana ésta a la orilla del
lago y a las faldas de los montes que rodean la rivera noroccidental. La cantidad de gente que se reúne para
escucharlo ya es muy grande, pues se dan cita en el lugar personas venidas de
Tiro y Sidón; de Idumea, Perea y Judea; de Jerusalén y Transjordania. Se llegan a contar por miles en algunas ocasiones.
Y son justamente estas multitudes las que han hecho
que Jesús cambie sus predicaciones en las sinagogas, por éstas, ‘al aire
libre’, a las que pueden asistir muchas
más personas, así como ‘gentiles’ o ‘paganos’ de las ciudades vecinas. Por ello ha empezado a hablar en parábolas,
con ejemplos, para que El Evangelio, La Buena Nueva, llegue a todos por
igual.
Yo vivo agradecido a aquellos ‘extranjeros’ que
hicieron hablar al Divino Maestro en parábolas, para que nosotros también le
entendiéramos.
LOS PERSONAJES Y ELEMENTOS:
Esta pequeñísima pero significativa narración
evangélica, vuelve a tener un mínimo de personajes y acciones, para nuestra
facilidad en el aprendizaje del Evangelio, es como que el Señor haya pensado en
su momento: “Esta, muy sencilla, para que todo el mundo pueda entenderla”. Los actores son:
El hombre que siembra, que es Jesucristo.
La semilla, que es la Palabra de Dios.
La tierra, que somos todos
nosotros que escuchamos Y NOS APEGAMOS a los mandatos del Señor.
Y las acciones de germinar,
producir y cosechar.
MEDITACIÓN:
Cuando
pienso en Jesús como carpintero, no me lo imagino realizado en plenitud. Pero
cuando lo ubico en los campos de Galilea, observando toda la vida que en ellos
se multiplica, hasta me llego a imaginar a Dios hecho hombre, admirando la realidad
de su obra en la materialidad de su Divina presencia. Solo quien ha visto germinar en el campo una
semilla, entiende el gusto con el que Jesús debió haber dicho esta
parábola.
Si como es el caso en esta parábola, yo soy la tierra
y Cristo el hombre que siembra, entonces debo preocuparme mucho de cuál será el
producto de sus semillas, de las sembradas en mí por medio de sus
palabras. ¡Qué bien lo dice! “. . .Ya sea que esté dormido o despierto. .
. la semilla germina y crece.” Esto
es lo verdaderamente importante: que yo sea ámbito de su desarrollo, de su
crecimiento, de su multiplicación.
Cristo me necesita como medio para la propagación de su Evangelio; no es
que yo sea absolutamente necesario para ello, no; es que debo estar dispuesto a
serlo, porque lo mejor que me pueda suceder en la vida, es serle útil al Señor,
para lo cual solo es necesario que yo lo quiera.
El crecimiento de la mies no depende de nosotros, eso
es labor de Dios; nosotros solo tenemos que ser vínculo entre Dios y los hombres
para que éstos crean en Él y se salven.
Realmente no sabemos cómo lo hace posible el Señor, pero estamos seguros
de que lo hace.
Puede ser que yo sea un “apóstol pasivo” (lo cual
suena contradictorio), como tierra inmóvil; sin embargo, en esta parábola el
Señor no me está pidiendo acción alguna, solo quiere que yo contenga sus
palabras en mi persona y Él hará el resto del trabajo, hará que la semilla
germine y crezca.
El testimonio puede ser un buen ejemplo para entender
este mandato de Jesús. Es cierto que no
se puede amar a Cristo o llamarse cristiano si no hay obras, si no hay
actividad alguna. Pero puede darse el
caso de que sin hacer intencionalmente algo sea yo instrumento del amor de Dios
en el alma de alguien más. Los actos de
piedad y de misericordia no requieren de grandes hazañas ni de acciones
valerosas; quien es capaz de mostrar estos dones más convence por su fondo que
por su forma, más dice en sus acciones que en sus intenciones. El testimonio es que otro vea en mí lo que
hago, no que yo le muestre cómo hacerlo.
El testimonio es reflejo del corazón en la forma de actuar, no hechos
razonados para demostrar. Cristo quiere
que convenza con lo que soy, no con lo que creo ser. Él simplemente quiere mi disponibilidad, ya
que su poder hace que “. . . Por sí misma
la tierra produce primero el tallo, después la espiga, y luego el grano lleno
en la espiga.”
FRUTO:
VOY A
ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS TANGIBLES Y ALCANZA-BLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A
FIN DE SER UNA PERSONA CONGRUENTE ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE CRISTO JESÚS Y LO QUE DEBO HACER COMO UN DIGNO SEGUIDOR DEL SEÑOR.
1
2
ORACIÓN A MARÍA:
Virgen
Santísima, de la misma forma que tú “Guardaste en tu corazón” todos los
mandatos de tu amado Hijo, sin vacilar, sin dudar, sin contrariar sus
deseos; hazme, Madre Santa, digno de
contener Sus Palabras hasta producir el fruto esperado para mis hermanos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO – AVEMARÍA
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
V V V
Afectísimo en
Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
También me puedes seguir en:
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de proclamar
El Evangelio.
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