¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Febrero 13 del 2017
“La lógica
mundana nos empuja hacia el éxito material,
el dominio y el
dinero; la lógica de Dios, en cambio,
nos llama hacia
la humildad, el servicio y el amor.”
Papa Francisco
TEMPORALIDAD Y TRASCENDENCIA
Muy
estimados todos en Cristo Jesús:
¡Cuánto tenemos que reflexionar a este respecto! Y ¡Cuánto
más HEMOS DE HACER PARA QUE NUESTROS PENSAMIENTOS VALGAN LA PENA! Todos, absolutamente todos los seres humanos
somos temporalidad y trascendencia; pues, todos tenemos un cuerpo mortal y un
alma eterna. ¡Y allí está lo importante! Ya que, lo
que es trascendente es nuestra alma
y no nuestro cuerpo.
Así, pues, tenemos que ocuparnos de la parte de nuestra
existencia que es eterna, el alma; y dejar de afanarnos –a veces hasta niveles
inadmisibles– por las cosas, lo material y lo perecedero. Ninguna cosa mundana podremos retener para
nuestra siguiente etapa de la vida, la espiritual; por eso el mandato de Dios nuestro
Señor es directo: “...hagan tesoros en el Cielo... Porque donde esté tu
tesoro, allí estará también tu corazón.” (Mt 6, 19-21)
Hoy día el mundo es muy materialista, mucho más de lo que
era antes; además, la espiritualidad del pensamiento humano se ha reducido
significativamente, por falta de Fe, de Esperanza y de Amor. Los grandes pensadores de los dones del
espíritu, nos quedan muy lejanos en el tiempo; aunque hay luminarias –como el
Papa San Juan Pablo II, quien avivó las llamas apagadas– que enriquecen nuestra
alma con sus enseñanzas.
En 2017 han sucedido tal cantidad de cosas adversas contra
los mexicanos, que estamos imbuidos solo en acontecimientos materiales y de
carácter mundano; no nos han dado tiempo de reflexionar, de meditar, de
trascender. Pero nosotros mismos tenemos
que hacer el corte, tenemos que detener esta materialidad superflua y dañina
que nos agobia y nos quita la esperanza; tenemos que llenarnos de Dios nuestro
Señor.
Estamos a dos semanas del Miércoles de Ceniza, inicio de la
Cuaresma; les animo a todos a que, en estos quince días, veamos nuestra vida
con un poco más de trascendencia; con menos mundanidad. Si queremos cambiar el estado materialista y
sin sentido de cuanto nos rodea, tenemos que iniciar en nuestro interior, en
nuestra alma y en nuestro corazón. Dispongámonos.
Orar
sirve, oremos por México.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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