¡Alabado
sea Jesucristo!
México,
D.F., Marzo 28 del 2015.
MISA DE ENVÍO EN ‘LA VILLA’,
EL SANTUARIO GUADALUPANO.
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
La Basílica de nuestra Señora de Guadalupe, que
gracias a Dios ¡nunca está vacía!, ahora estaba más llena que en otras
ocasiones; se podían ver jóvenes y señoritas de Juventud Misionera por todas
partes y ni qué decir de las familias: los papás reteniendo hijos y las mamás
preocupadas por el gentío; todos con el uniforme de Familia Misionera. Y aquí y allá, paliacates amarillos y azules
al cuello; todos estos son de Color y Fuego Misionero, los que están a punto de
irse con Juventud Misionera (¡y sin papá y mamá!).
Nosotros queremos llegar hasta la pasarela –abajo y
atrás del altar–, para saludar a nuestra querida Madre del Cielo (ella lo dijo,
ningún mortal novohispano inventó eso; es nuestra Madre y es del Cielo), para
rezarle y pedirle su ayuda en la Misión.
Nada más de aquí, a nuestra Señora le salen ¡como diez mil
peticiones! Y todas las atiende, me
consta. A mí me gusta mucho venir a La
Villa para ver a la Virgen de Guadalupe (ojalá algún día volvamos a decir como dijo
ella originalmente: Tequatlasupe, ‘la que aplasta la serpiente’); es ‘tan propiamente mexicana’, que por eso
siempre está tan visitada.
Esta Basílica es impresionante: 110 metros de
diámetro, 55 metros de altura y aforo para diez mil personas; son algunas de
sus medidas. No es el Templo más grande
del Mundo, pero sí es el más visitado: 20 millones de Peregrinos anuales. Desde
cualquier punto del edificio en donde uno se ubique, se ve “LA FOTO que nos dejó la Virgen en su Visita”; así decía el Padre Xavier Escalada, S.J., a quien
tuve el gusto de conocer personalmente; y quien era un experto en el Milagro
Guadalupano del Tepeyac. También era
vasco, igual que Fray (San) Juan de
Zumárraga, Primer Arzobispo de Nueva España; quien validó el Milagro de Santa
María Tequatlasupe.
Los misioneros seguían llegando en grandes cantidades,
han venido de varias ciudades cercanas, porque arriban en grupos muy
compactos. Todos se veían felices, así
como dice el Salmo: “¡Qué alegría cuando
me dijeron: ‘Vamos a la Casa del Señor!’”; y ese estado de felicidad se contagia. Esta Misa también suele ser la ocasión y el
lugar para volver a ver y saludar a gente muy querida; y las expresiones de
júbilo a veces son muy ruidosas.
Ofició la Celebración Eucarística el Padre Ricardo
Sada, L.C., Director Territorial México Sur, (Territorio que abarca desde el
centro del País, hasta Centroamérica); y concelebraron con él más de 45 Padres Legionarios
de Cristo, encabezados por el queridísimo Padre Rodolfo Mayagoitia, L.C., otro
vasco, pero éste de Durango, México. En su Homilía, el Padre Ricardo Sada nos
pidió que “. . . esta Semana Santa, no nada más lleven la Palabra
de Dios nuestro Señor a todos los hermanos en la Fe que visitemos, sino sean
sus representantes; ¡sí, representen a Jesucristo ante cada uno de ellos!”
No, realmente nunca, nadie, me había pedido REPRESENTAR
A CRISTO JESÚS; creo que es un nuevo compromiso para los Misioneros, porque,
además de enseñarles acerca de Jesucristo, Su Iglesia y Su Doctrina, ahora hay
que representarle, esto es, hacer presencia en lugar de Él. Yo, sinceramente lo veo algo más que difícil.
. . lo veo ¡IMPOSIBLE! Y si así es como
lo veo, CUALQUIER COSA QUE LOGRE AL RESPECTO, ES GANANCIA. Cuando menos tendremos que intentarlo.
Mañana será el primer día con nuestras comunidades de
San Martín Cuautlalpan, es Domingo de Ramos; y al que tenemos que representar
es nada menos que A CRISTO, REY POR ACLAMACIÓN. Espero que lo hagamos bien.
Orar sirve, hagámoslo; oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
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De Milagros y Diosidencias.
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
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