“Santifícalos con La
Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Ciudad de
México, Enero 7 del 2019.
“Velen y oren .
. . para que puedan presentarse
ante el Hijo del
hombre.”
Jesucristo
(Lc 21, 36)
MANUAL DE ORACIONES
(CONTINUACIÓN)
XIV. Oraciones
Varias (2° de 3)
Acto de Fe
Dios mío, porque eres verdad infalible,
creo firmemente todo aquello que has revelado, y que la Santa Iglesia nos
propone para creer.
Creo expresamente en Ti, único Dios
Verdadero en tres Personas iguales y distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y creo en Jesucristo, Hijo de Dios, que
se encarnó y murió por nosotros, el cual nos dará a cada uno, según los
méritos, el premio o el castigo eterno.
Conforme a esta Fe quiero vivir
siempre. Señor, acrecienta mi fe.
Acto de Esperanza
Dios mío, espero de tu Bondad, por tus
promesas y por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador, la vida eterna y la
gracia necesaria para merecerla con las buenas obras que debo y quiero
hacer. Señor, que pueda gozarte para
siempre.
Acto de Caridad
Dios mío, te amo con todo el corazón,
sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y nuestra eterna
felicidad: por amor a ti amo a mi prójimo como a mí mismo, y perdono las
ofensas recibidas. Señor, haz que yo te
ame cada vez más.
Oraciones de
Ofrecimiento
Señor Jesús:
Te entrego mis manos para hacer tu
trabajo.
Te entrego mis pies para seguir tu
camino.
Te entrego mis ojos para ver como tú
ves.
Te entrego mi lengua para hablar tus
palabras.
Te entrego mi mente para que tú pienses
en mí.
Te entrego mi espíritu para que tú ores
en mí.
Sobre todo te entrego mi corazón, para
que en mí ames a tu Padre y
a
todos los hombres.
Te entrego todo mi ser para que crezcas
tú en mí, para que seas tú,
Cristo,
quien viva, trabaje y ore en mí.
Oraciones al Santísimo
Sacramento
Pange Lingua
Canta, oh lengua el
misterio
del glorioso Cuerpo de
Cristo
y
de su preciosa Sangre;
que
ofreciendo en precio por el mundo
derramó
el Rey de las naciones,
fruto
del más noble seno.
Tantum Ergo
Veneremos,
pues, de rodillas,
tan
augusto Sacramento,
y
el antiguo rito ceda
su
lugar a éste nievo
Al
Padre y al Hijo,
alabanza
y gloria;
salud,
honor y poder,
bendición
y gozo eterno.
Sea
semejante nuestra alabanza
al
Espíritu que de los dos procede.
Amén.
V Les diste pan del cielo.
R
Que contiene en sí todo deleite.
V
Oremos:
Oh
Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión, te
pedimos nos concedas venerar de tal modo los Sagrados Misterios de tu Cuerpo y
de tu Sangre, que experimentemos constante-mente en nosotros el fruto de tu
Redención. Tu que vives y reinas por los
siglos de los siglos.
R Amén.
Alabanzas de
Desagravio
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo
Nombre.
Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre
de Jesús.
Bendito sea su
Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su
Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el
Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu
Santo Paráclito.
Bendita sea la Gran
Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e
Inmaculada Concepción.
Bendita sea su Gloriosa
Asunción.
Bendito sea el nombre
de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José,
su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus
ángeles y en sus Santos.
Amén.
Al Espíritu Santo
Espíritu Santo,
inspírame lo que debo
pensar,
lo que debo decir,
lo que debo callar,
lo que debo escribir,
lo que debo hacer, cómo
debo obrar para
procurar el bien de todos los hombres,
el cumplimiento de mi
misión y el triunfo del
Reino de Cristo.
Amén.
Miserere (Salmo 50)
Misericordia, Dios mío,
por tu bondad,
por inmensa compasión
borra mi culpa;
lava del todo mi
delito,
limpia mi pecado.
Pues, yo reconozco mi
culpa,
tengo siempre presente
mi pecado:
contra ti, contra ti
solo pequé,
cometí la maldad que
aborreces.
En la sentencia tendrás
razón.
en el juicio resultarás
inocente.
Mira, en la culpa nací.
pecador me concibió mi
madre.
Te gusta un corazón
sincero,
y en mi interior me
inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo:
quedaré limpio;
lávame: quedaré más
blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la
alegría,
que se alegren los
huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu
vista,
borra en mí toda culpa.
Oh Dios, crea en mí un
corazón puro,
renuévame por dentro
con espíritu firme;
no me arrojes lejos de
tu rostro,
no me quites tu Santo
Espíritu.
Devuélveme la alegría
de tu salvación
afiánzame con espíritu
generoso:
enseñaré a los malvados
tus caminos,
los pecadores volverán
a ti.
Líbrame de la sangre,
oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu
justicia.
Señor, me abrirás mis
labios,
y mi boca proclamará tu
alabanza.
Los sacrificios no te
satisfacen:
si te ofreciera un
holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un
espíritu quebrantado;
mi corazón quebrantado y humillado,
tu no lo desprecias.
Señor, por tu bondad,
favoreces a Sión,
reconstruye las
murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los
sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se
inmolarán novillos.
Antes de leer la
Palabra de Dios en Familia
Señor
y Padre nuestro, en este atardecer, cuando el cansancio del día exige a los
hombres recogerse en casa y vivir con quietud momentos familiares, hacer
silencio en nuestro corazón para escuchar tu Palabra.
Necesitamos
oírte, necesitamos escucharte; estamos cansados de tantas palabras falsas, de
tantas palabras excesivamente humanas.
Todos juntos, padres e hijos, vamos a orar con la Santa Biblia; nos
viene bien recordar tu Historia de Salvación, escuchar la Buena Noticia de
Salvación.
Concédenos
tu luz para captar interiormente tu mensaje.
Sabemos que eres el camino, la verdad y la vida: que sepamos entender lo
que esto significa. Sé tú la palabra
última y primera en esta casa. Habla,
Señor, que tus siervos escuchan.
Hasta aquí la
aportación del Manual de Oraciones (12ª entrega).
El Lunes próximo
entregaremos una más.
Orar sirve, es bueno para nuestra alma y
nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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por gusto de proclamar El Evangelio.
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