“Santifícalos con La
Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Ciudad de
México, Diciembre 24 del 2018.
“. . . ora a tu
Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre,
que ve en lo
secreto, te recompensará.”
Jesucristo
(Mt 6, 6)
MANUAL DE ORACIONES
(CONTINUACIÓN)
XIII. Hora
Eucarística
Se inicia con la
siguiente oración:
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
Oración a Jesucristo
Jesucristo:
aquí nos tienes reunidos contigo. Nos
sentimos abrumados por el dolor que nuestros pecados y los pecados de los
hombres te han causado. Dígnate purificar nuestros corazones. Ven y quédate con
nosotros, Enséñanos la verdad de tu
Evangelio y la misión de nuestra vida, a fin de que unidos a ti por la Gracia
Santificante, podamos agradarte en todo y ser Apóstoles de tu Reino entre los
hombres.
A continuación, si la Hora Eucarística se hace en equipo,
se reza El Rosario y después se procede a la lectura de un pasaje del Evangelio
y al comentario del mismo por parte de alguno de los participantes. Si se hace individualmente, después del
Rosario se lee un pasaje del Evangelio y se hace una reflexión o contemplación
sobre el mismo. Se termina con las invocaciones
y las letanías.
Invocaciones
℣ ¡Señor,
creemos en ti! (Tres veces)
℟ ¡Señor,
creemos en ti!
℣ ¡Señor, esperamos en ti! (Tres
veces)
℟ ¡Señor, esperamos en ti!
℣ ¡Señor, te amamos! (Tres veces)
℟ ¡Señor, te amamos!
℣ ¡Señor, te adoramos! (Tres veces)
℟ ¡Señor, te adoramos!
℣ ¡Señor, te damos gracias! (Tres
veces)
℟ ¡Señor, te damos gracias!
℣ ¡Jesucristo, creemos que eres el Hijo de
Dios Vivo! (Tres veces)
℟ ¡Jesucristo, creemos que eres el Hijo de
Dios Vivo!
℣ ¡Jesucristo, creemos que eres el
Salvador de los hombres! (Tres veces)
℟ ¡Jesucristo, creemos que eres el
Salvador de los hombres!
℣ ¡Jesucristo! (Tres
veces)
℟ ¡Santifícanos!
℣ María, ruega por los miembros del Regnum
Christi
(Tres veces)
℟ María, ruega por los miembros del Regnum
Christi
Letanías
℣ Señor, ten piedad de nosotros.
℟ Señor, ten piedad de nosotros.
℣ Cristo, ten piedad de nosotros.
℟ Cristo, ten piedad de nosotros.
℣ Señor, ten piedad de nosotros.
℟ Señor, ten piedad de nosotros.
℣ Cristo, óyenos.
℟ Cristo, óyenos.
℣ Cristo, escúchanos.
℟ Cristo, escúchanos.
℣ Dios, Padre Celestial.
℟ Ten piedad de nosotros.
℣ Dios Hijo, Redentor del Mundo.
℟ Ten piedad de nosotros.
℣ Dios, Espíritu Santo.
℟ Ten piedad de nosotros.
℣ Santísima Trinidad que eres un dolo
Dios.
℟ Ten piedad de nosotros.
℣ Santa María.
℟ Ruega por nosotros.
℣ Santa Madre de Dios.
℟ Ruega por nosotros.
℣ Santos Apóstoles.
℟ Hacednos apóstoles de Cristo.
℣ Santos Apóstoles Pedro y Pablo.
℟ Conservadnos la Fe.
℣ Santos Evangelistas.
℟ Hacednos predicadores de Cristo.
℣ Santos Mártires.
℟ Hacednos testigos de Cristo.
℣ Santos Confesores.
℟ Hacednos seguidores fieles de Cristo.
℣ Todos los Santos de Dios.
℟ Rogad por nosotros.
℣ Por el Misterio de tu Encarnación.
℟ Sálvanos, Señor,
℣ Por tu Nacimiento.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ Por tu Bautismo.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ Por tu Pasión y Muerte.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ Por tu Resurrección.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ Por tu admirable Ascensión.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ Por la venida del Espíritu Santo.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ En el Día del Juicio.
℟ Sálvanos, Señor.
℣ Por la conservación, el fortalecimiento
y la Santidad de la Iglesia.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por el Sumo Pontífice, para que le
otorgues Gracias de Santidad y le asistas con tu Espíritu en el gobierno de la
Iglesia.
℟ Te rogamos, Señor
℣ Por los obispos, los sacerdotes, los
religiosos y los seglares, para que sean siempre fieles a la doctrina y a la
disciplina de la Iglesia, y vivan adheridos al Vicario de Cristo.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por los sacerdotes, los religiosos y las
almas consagradas, para que sean testimonio de vida cristiana y acrecienten
cada día su celo apostólico.
℟ Te rogamos, Señor
℣ Por los seglares, para que, conscientes
de su Compromiso Bautismal, se esfuercen por instaurar el Reino de Cristo en su
propio corazón y en su ambiente familiar y profesional.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la unión de todos los cristianos en
una sola Fe bajo el Vicario de Cristo.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la conversión de todos los hombres a
la Verdad del Evangelio.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por todos los perseguidos a causa de tu
nombre.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la defensa de tu Iglesia frente a
sus adversarios.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la conservación y el fortalecimiento
de la Familia Cristiana.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la formación y la educación
cristiana de la juventud.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la irradiación del Evangelio sobre
los hombres de ciencia y técnica.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por el incremento del Espíritu Cristiano
en el mundo del trabajo.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por todos los que gobiernan los pueblos,
para que lo hagan con justicia, equidad y respeto a sus derechos.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por los pobres, los enfermos y cuantos
sufren en el cuerpo y el espíritu.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la paz, la tranquilidad y el
progreso de los pueblos.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por la conversión de los pecadores.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por todos nuestros seres queridos que
has llamado a Tu Presencia, para que gocen el descanso eterno.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Por todo el Pueblo de Dios.
℟ Te rogamos, Señor.
℣ Señor, ten piedad de nosotros.
℟ Señor, ten piedad de nosotros.
℣ Cristo, ten piedad de nosotros.
℟ Cristo, ten piedad de nosotros.
℣ Señor, ten piedad de nosotros.
℟ Señor, ten piedad de nosotros.
℣ Oremos:
Dios
Todopoderoso y eterno, que has querido fundar las cosas en tu Hijo muy amado,
Rey del Universo; haz que toda la Creación, liberada de la esclavitud del
pecado, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por Cristo nuestro Señor.
℟ Amén.
En el caso de que la
Hora Eucarística se haya hecho delante del Santísimo solemnemente expuesto, una
vez terminadas las letanías, se da la Bendición con la custodia y el
Santísimo. En caso contrario, se termina
la Hora Eucarística con la plegaria acostumbrada de despedida:
“Te damos gracias,
Señor, por todos tus beneficios; a ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.”
Hasta aquí la
aportación del Manual de Oraciones (10ª entrega).
El Lunes próximo
entregaremos una más.
Orar sirve, es bueno para nuestra alma y
nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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Solo
por gusto de proclamar El Evangelio.
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