Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Noviembre 28 del 2018.
DEL LIBRO
EL DEMONIO AL
ACECHO DEL MESÍAS
57 DE 77
V.9.- CAMINO DEL
CALVARIO
(Mt
27, 31-32; Mc 15, 20-21; Lc 23 26-32; Jn 19, 16)
“. . . Cuando se
hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le
llevaron a crucificarle. . .”
Evangelio Según San Mateo
“. . . Y
obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre
de Alejandro y de Rufo, a que llevara la cruz.
Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario. . .”
Evangelio según San Marcos
“. . . Le seguía
una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por
él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo:
‘Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por
vuestros hijos. Porque llegarán días en
que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los
pechos que no criaron! Entonces se
pondrán a decir a los montes ¡Caed sobre nosotros! y a las colinas
¡Cubridnos! Porque si en el leño verde
hacen esto, en el seco ¿qué harán?’
Llevaban además otros dos malhechores para ejecutarlos con él. . .”
Evangelio según San Lucas
Jerusalén está llena, como nunca, de
gente extraña a la ciudad; además de los peregrinos que vienen cada año en
ocasión de la Pascua ,
ahora han arribado un número mayor de personas, porque saben que Jesús de
Nazaret está allí, y para los que nunca le han visto, es la gran oportunidad de
conocerle. La multitud se ha fanatizado
y polarizado debido a un desmedido descenso de las huestes de Satanás sobre la
humanidad; éstos saben que es su última oportunidad para impedir que el Señor
culmine su obra salvadora. La gente ha
ido desde el delirio de querer proclamar Rey a Jesucristo (hace apenas cinco
días), hasta gritarle a Poncio Pilato que lo mande crucificar. Otros en cambio sufren junto a Jesús.
Esta turba endemoniada, solo es
parecida a la que Jesucristo tuvo que enfrentar en ‘su natal’ Nazaret al inicio
de su Ministerio; aquella vez que dijo que “. . . Nadie es profeta en su propia tierra. . .” Sí, esa misma ocasión en que ‘sus paisanos’
querían despeñarlo desde las rocas nazaritas porque, a causa de su poca fe, no
les había ‘complacido’ con un milagro.
El acecho del Demonio entonces y el acecho del Demonio ahora; allá
cuando empezaba su predicación, aquí en el fin de sus días como el Hijo de
hombre. Satanás se pasea en medio del
tumulto como único soberano de esas desaforadas y vacías almas humanas; solo él
y sus diablos poseen la voluntad de la desquiciada multitud. No hay nadie que lo detenga; no hay nadie que
lo afronte con el bien, la verdad y el amor.
Ha tomado forma humana, pero manifiesta
en ella todas las debilidades e imperfecciones causadas por el pecado; todo él
es deformaciones desagradables y yagas vivas en descomposición. Tiene el color gris verde característico de
los cadáveres humanos a punto de iniciar la putrefacción maloliente e
insoportable. Ha escogido para la túnica
que lo cubre de cabeza a pies, su color predilecto: el negro opaco; ése que
absorbe toda la luz (su antítesis), sin reflejar jamás un rayo o un
destello.
Él
cree que parece un hombre, pero cuantos lo ven, sienten repugnancia ante su
presencia. Sus ojos reflejan la mirada
del odio, la soberbia y desesperación; haciendo ver su grasiento rostro como
algo insoportable de mirar. Y qué decir del olor, es nauseabundo y putrefacto;
da la sensación de quitar todo el aire respirable que hay. ¡Estás como ‘obra maestra del mal’ Satanás!
¡No pudiste haber quedado peor! Y allí anda, entre todos; gozando del momento
de maldad que viven los humanos a costa del Santo de Dios.
La primera Vía Crucis, o Camino de la
Cruz , que se escenificó, es la más denigrante procesión que
hayamos realizado alguna vez los humanos; vejamos a Dios hecho hombre, nos
burlamos del Mesías, nos gozamos del sufrimiento del Cordero de Dios, nos
hartamos de ofender al Cristo. Nunca
hemos hecho algo peor. Nunca hicimos igual ni siquiera con alguno de los
enviados de Dios. ¡Esta vez lo hacemos
con el Hijo de Dios; lo hacemos con Dios mismo!
Esta Vía Dolorosa, de apenas mil ochocientos metros de largo y tres
horas de duración, ha sido la más abominable situación creada por hombres y
demonios en el acecho contra el Mesías. Es sin lugar a dudas, el abismo más
profundo que nuestra ingratitud ha logrado contra Dios, dando lugar por consecuencia,
a la cima más espectacular alcanzada por Satanás y la maldad entre la
humanidad. ¡Es una verdadera pena tan
solo recordarla!
(La Iglesia , en lugar de borrar tan desagradable
momento de la indigencia humana con respecto a Dios y su amadísimo Hijo, lo
hace recordar diariamente, a fin de que todos estemos conscientes de ello y
nunca más volvamos a cometer tan estúpido e infame error. La Tradición Cristiana
desde hace siglos, ha colocado en todos los templos y capillas donde haya un
Sagrario con el Santísimo, una réplica de las Catorce Estaciones del Vía
Crucis, además de exigir el rezo de oraciones de contrición y penitencia.
¡Nunca más, Satanás; nunca más nos harás hacer esto!)
¡Parece que estás ganando Demonio de
demonios! Pero desde este profundo y obscuro hoyo de iniquidad que has creado,
saldrá lo que finalmente te dominará.
Pues, si has generado tanta maldad contra el Santo de Dios, Él producirá
un grado más de bien para vencerte.
§ § §
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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