Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Noviembre 7 del 2018.
DEL LIBRO
EL DEMONIO AL
ACECHO DEL MESÍAS
54 DE 77
V.6.- JESÚS ANTE
PILATO
(Mt
27, 11-14; Mc 15, 2-5; Lc 23, 1-7; Jn 18,
28-38 19,1)
“De la casa de
Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era
de madrugada. Ellos no entraron en el
pretorio para no contaminarse y poder así comer la Pascua. Salió entonces Pilato fuera
hacia ellos y dijo:
‘¿Qué acusación
traéis contra este hombre?’ Ellos le
respondieron: ‘Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos
entregado.’ Pilato replicó: ‘Tomadle
vosotros y juzgadle según vuestra Ley.’
Los judíos replicaron: ‘Nosotros no podemos dar muerte a nadie.’ Así se cumpliría lo que había dicho Jesús
cuando indicó de qué muerte iba a morir.
Entonces Pilato
entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: ‘¿Eres tú el rey de los
judíos?’
Respondió Jesús:
‘¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?’
Pilato
respondió: ‘¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han
entregado a mí. ¿Qué has hecho?’
Jesús respondió:
‘Mi Reino no es de este mundo Si mi
Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese
entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí.’
Entonces Pilato
le dijo: ‘¿Luego, tú eres rey?’
Respondió Jesús: ‘Sí, como dices, soy rey. Yo para esto he
nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.’
Le dice Pilato:
‘¿Qué es la verdad?’ Y dicho esto,
volvió a salir hacia los judíos y les dijo: ‘Yo no encuentro ningún delito en
él. Pero es costumbre entre vosotros que
os ponga en libertad a uno en su Pascua. ¿Queréis, pues, que os ponga en
libertad al rey de los judíos?’ Ellos
volvieron a gritar diciendo: ‘¡A ese no; a Barrabás!’ Barrabás era un salteador.”
Ahora les toca a ‘las autoridades
militares del Imperio Romano’. ¡Con
todos lo intentará Satanás! ¡Con propios y con extraños!, más aún con el
reciente ‘error’ de los judíos de sentenciarlo a muerte; pero se mantendrá al
acecho del Mesías para que caiga cuanto antes, para que desista ya.
El Juicio ante el Tribunal Supremo de
los Judíos, terminó con una acusación ‘formal’ a Jesús de Nazaret porque “Él
mismo se declaraba Hijo de Dios”; por ello le condenaron a muerte los Sumos
Sacerdotes, los escribas y Fariseos, porque esa afirmación era una blasfemia
grave ante las Tradiciones, La Ley
de Moisés y Los Profetas. Ésta, sin
embargo, no era una razón suficiente para ser condenado a muerte por la ‘Lex Romana’; así que el Sanedrín cambió
la incriminación por: “Jesús de Nazaret se hace llamar Rey de los Judíos”, lo
que sí merecía la intervención del Procurador y del Derecho Romano.
Cuando Roma conquistaba una nación,
bien fuera por derrota militar o por acuerdo expreso (como en el caso del Pueblo
Judío), se establecían todos los niveles de gobierno que tenía el Imperio. Igualmente, se acordaban los campos de acción
respecto de justicia, impuestos, milicia, educación y costumbres. La única ley que imperaba, era el Derecho
Romano; ningún nivel de gobierno podía sentenciar a muerte a nadie, si no
mediaba un juicio con base en la
Lex.
Y , además, los infractores a esta disposición serían
considerados como reos de asesinato.
Muchas sentencias dentro de la Lex Romana
tenían como pena la muerte del o de los individuos; pero dentro de las acciones
más penadas estaban las insubordinaciones, las revueltas y los intentos de
establecer nuevos gobiernos o dominaciones por parte de los locales; éstos casi
siempre eran masacrados.
A este respecto, la Provincia de Judea
siempre fue un ‘dolor de cabeza’ para todos los gobernantes Romanos, pues los
grupos de ‘liberacionistas’ permanecieron constantes en los cinco siglos de la
dominación. Fariseos, Saduceos, Neo
Jebuseos, Asmoneos, Esenios, Zelotes y Barcokebas, combatieron a los Romanos
activamente durante doscientos cincuenta años.
Con
algunos se llegaron a acuerdos (incluso se establecieron reinos), pero con otros
no hubo más remedio que las ‘matanzas romanas’, esa labor de exterminio que
realizaban las legiones romanas en donde eran muertos todos los habitantes de
un pueblo o ciudad, hasta su desolación total.
Así, pues, presentarle al Procurador
Romano a Jesús de Nazaret como ‘Rey de los judíos’, con ‘seguidores’ y ‘nuevas
ideas de establecimiento de un reino’, sería un argumento muy convincente
con fatales consecuencias para él y muy
buenas perspectivas para los Fariseos, que eran la clase gobernante de Judea. Las preguntas que hace Poncio Pilato a Jesús,
son las que haría a cualquier ‘sublevado’ en contra del Imperio.
Pero
las respuestas de Cristo, trascienden por mucho el poder terrenal del
Procurador, llevando a su plena dimensión el asunto de su existencia. ‘¿Eres tú el rey de los judíos?’ Respondió Jesús: ‘¿Dices eso por tu cuenta, o
es que otros te lo han dicho de mí?’ Toda la conversación gira en ese
sentido. Al primero le preocupa un reino
más en la Provincia
de Judea; pero al segundo eso le tiene sin cuidado, ya que el Reino de los
Cielos es su meta final.
‘Tu
pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?’ Jesús
respondió: ‘Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi
gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino
no es de aquí.’ Entonces Pilato le dijo: ‘¿Luego, tú eres rey?’ Respondió Jesús: ‘Sí, como dices, soy rey. Yo
para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la
verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.’ Esto es lo más parecido a una
conversación entre dos personas que hablan diferente idioma, pero que muy
amablemente atienden a su interlocutor: uno pregunta una cosa y el otro
contesta otra totalmente diferente, pero ambos se dan por bien correspondidos.
Y es aquí en donde se escapa de las
manos del mismísimo Demonio todo su acecho contra el Mesías. Satanás ha manejado solo en el ‘plano humano’
la existencia de ‘Dios hecho hombre’,
queriéndose aprovechar de la ‘insaciable ansia de poder de los hombres’, que él
mismo les ha enseñado; pero ha descuidado el verdadero sentido de la ‘Encarnación del Verbo’, que de siempre
tuvo una escala Divina y Celestial. Ya
nada ni nadie podrán evitar el devenir de los acontecimientos; ‘la plenitud de los tiempos’ en la Dimensión de Dios, ha
llegado a su cumplimiento y eso está por encima de cualquier cosa o persona,
bien sea humana o no.
¡Ahora sí, Satán, se te ha revertido la
voluntad humana! Esa que siempre
abusaste en tu favor, hoy se presenta contraria a tus infames intereses. Como esencialmente eres carente de bien, no
sabes manejar el libre albedrío en el hombre y ello te ha llevado al
fracaso. Tus acechos contra el Mesías se
tornaron más ‘humanos’ de lo que eras capaz de controlar. En breve perderás; y todo lo que hagas en
adelante, solo mostrará tu iniquidad, que es de lo que está hecho.
§ § §
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
Tu Palabra es La Verdad.
También me puedes seguir en:
Solo por el gusto de Proclamar El Evangelio
No hay comentarios:
Publicar un comentario