“Santifícalos con La
Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Ciudad de
México, Noviembre 12 del 2018.
“La familia que
reza unida, permanece unida.”
Siervo de Dios P. Patrick Peyton,
C.S.C.
MANUAL DE ORACIONES
(CONTINUACIÓN)
VII. El
Rosario
En el Movimiento Regnum Christi se honra a la Santísima Virgen María de una
manera peculiar, mediante el rezo individual o comunitario del Rosario;
siguiendo la Tradición de la Iglesia y las exhortaciones de los Sumos
Pontífices.
A fin de evitar la
rutina, procuren contemplar con amor, sinceridad y reflexión, los principales
hechos salvíficos de la vida de Cristo, desde la Concepción Virginal hasta los
momentos culminantes de su Pasión, Muerte y Resurrección, viéndolos a través
del corazón de aquella que estuvo más cerca de Él, Su Santa Madre.
Procuren conjugar en
el rezo del Rosario la contemplación de los Misterios con la actitud filial, la
alabanza en el paso de las Avemarías, la adoración en las Glorias, la
admiración y la impetración en las Letanías, para que todo él rezuma confianza
y amor a María.
Para incrementar la
atención y el fervor, presenten a María aquellas intenciones que llevan más
dentro del corazón.
Rosario en privado
En el nombre del
Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo + Amén.
Oración Inicial
Señor mío,
Jesucristo,
Dios y hombre
verdadero.
Creador y
Redentor mío,
por ser tú quien
eres,
y porque te amo
sobre todas las cosas,
me pesa de todo
corazón haberte ofendido.
Quiero y
propongo firmemente
confesarme a su
tiempo.
Ofrezco mi vida,
obras y trabajos
En satisfacción
de mis pecados.
Y confío en tu
bondad y misericordia infinita,
que me los
perdonarás y me darás la gracia
para no volver a
ofenderte. Amén
Se enuncian los
Misterios para la contemplación y se formula alguna intención personal.
En cada Misterio se
reza un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Padrenuestro
Padre nuestro, que está en el Cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la Tierra como en
el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Avemaría
Dios te salve, María, llena eres de
Gracia. El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros, pecadores,
ahora
y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
Terminado el 5°
Misterio se reza un Padrenuestro y tres Avemarías por las intenciones del Papa.
Terminada la oración,
se reza La Salve.
Misterios de Gozo (Lunes y Sábado)
1. La encarnación
del Hijo de Dios.
2. La
visitación de nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El
nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
4. La
presentación del Señor en el templo.
5. El Niño
perdido y hallado en el templo.
Misterios de Luz (Jueves)
1. El
Bautismo del Señor en el Jordán.
2. La
Autorrevelación de Jesucristo en las bodas de Caná.
3. El
anuncio del Reino de Dios y la llamada a la conversión.
4. La
Transfiguración del Señor.
5. La
Institución de la Eucaristía.
Misterios de Dolor (Martes y Viernes)
1. La
oración de Jesús en el huerto.
2. La
flagelación de nuestro Señor Jesucristo.
3. La
coronación de espinas.
4. Jesús
carga con la cruz.
5. Jesús
es crucificado.
Misterios de Gloria (Miércoles y Domingo)
1. La
Gloriosa Resurrección del Señor.
2. La
admirable Ascensión del Señor a los Cielos.
3. La
venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.
4. La
Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos.
5. La
coronación de nuestra Señora, Madre de la Iglesia.
Salve Regina
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia,
vida dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados
hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y llorando es este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada
nuestra. Vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto bendito
de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
A continuación se rezan las
Letanías.
Letanías Lauretanas a la Santísima
Virgen María
℣ ℟
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo,
óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo,
escúchanos.
Dios Padre Celestial.
Ten
piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del Mundo.
Ten
piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo
Ten
piedad de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios
Ten
piedad de nosotros.
Santa María
Ruega
por nosotros.
Santa Madre de Dios.
Santa Virgen de las vírgenes.
Madre de Cristo.
Madre de la Iglesia.
Madre de la Divina Gracia.
Madre purísima.
Madre virginal.
Madre
inmaculada. Ruega por
nosotros.
Madre amable.
Madre admirable.
Madre del buen consejo.
Madre del Creador.
Madre del Salvador.
Madre del Regnum Christi y la Legión de Cristo.
Virgen prudentísima.
Virgen digna de veneración.
Virgen digna de alabanza.
Virgen poderosa.
Virgen clemente.
Virgen fiel
Espejo de justicia.
Trono de sabiduría.
Causa de nuestra alegría.
Vaso espiritual.
Vaso digno de honor.
Vaso insigne de devoción.
Rosa mística.
Torre de David.
Torre de marfil.
Casa de oro.
Arca de la Alianza.
Puerta del Cielo.
Estrella de la mañana.
Salud de los enfermos.
Refugio de los pecadores.
Consuelo de los afligidos.
Auxilio de los cristianos.
Reina de los Ángeles.
Reina de los Patriarcas.
Reina de los Profetas.
Reina de los Apóstoles.
Reina de los Mártires.
Reina de los Confesores. Ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes.
Reina de todos los Santos.
Reina concebida sin pecado original.
Reina elevada al Cielo.
Reina del Santísimo Rosario.
Reina de la familia.
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado
del mundo,
perdónanos
Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado
del mundo,
escúchanos
Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado
del mundo,
Ten
piedad de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
Para
que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oremos:
Oh Dios, cuyo Hijo Unigénito nos alcanzó
el premio de la salvación eterna con su vida, muerte y resurrección, te pedimos
nos concedas que al venerar los Misterios del Rosario de la Bienaventurada
Virgen María, vivamos sus enseñanzas y alcancemos las promesas que en ellos se
contienen.
Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
En
el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén
Hasta aquí la
aportación del Manual de Oraciones (5ª. entrega).
El Lunes próximo
entregaremos una más.
Orar sirve, es bueno para nuestra alma y
nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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Solo
por gusto de proclamar El Evangelio.
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