Solemnidades y Fiestas de Guardar
De La Iglesia Católica
“. . . y le
dice: “Sígueme.” Él se levantó y le siguió.”
Jesucristo
(Mt 9, 9)
SOLEMNIDAD DE SAN MATEO
APÓSTOL Y EVANGELISTA
Muy
estimados todos en Cristo Jesús:
Nacido en
Cafarnaúm el año 4 A.D., Leví de Cafarnaúm (renombrado por el Señor como Mateo
–Don de Dios–), era el
mayor de los Apóstoles y amigo íntimo de Jesús de Nazaret ‘desde siempre’. En mi libro: “El Evangelio según Zaqueo” (El Arca –
2005), me doy el gusto de escribir una página completa acerca de tan dignísimo
discípulo de Jesucristo. Aquí la
reproduzco para ustedes, en honor al Evangelista (el que ‘habla’ en la novela,
es precisamente Zaqueo de Jericó):
+ + +
La
precisión con la que Mateo escribe su Evangelio, solo se debe a una cosa: Jesús
y él se conocían desde muy pequeños.
Debo decirlo; si solo Mateo hubiese escrito su Evangelio (y no los otros
tres), conoceríamos lo mismo acerca de Jesús de Nazaret. Pareciera que los de Marcos, Lucas y Juan no
fuesen necesarios. ¡Esa es la razón de
mi indignación contra Leví!, ¡Él pudo
haber escrito mucho acerca de mí y no lo hizo!
Tuvo que llegar Lucano el ‘grieguito’, para que yo apareciera en tan
Sagrados Escritos.
Mateo
era un hombre muy culto; su padre lo había enviado a estudiar a las sinagogas
de la culta Grecia y a Jerusalén. Allá
aprendió a escribir, hablar y leer en griego, en hebreo y en arameo. Pasó más de diez años de su vida fuera de su
casa, alejado de su familia para poder estudiar para Rabboni y continuar con
una tradición familiar que se remontaba muchas generaciones atrás de él. Si bien el padre de Mateo no era Rabí, sí lo
eran algunos de sus parientes y ese estado de influencia y poder no era
conveniente perderlo en la sociedad judía de estos tiempos. Jamás imaginaron Leví y su padre para qué se
usarían verdaderamente esos estudios y esa posición social alcanzada dentro de
su familia.
Mateo
fue el primero que escribió su Evangelio; lo realizó preferentemente para los
judíos. Pero ante todo lo hizo para que
nunca pasara inadvertida la vida de Jesús de Nazaret; para que todos
conociéramos ayer, hoy y siempre la obra de su redención. Por eso lo documenta tan ampliamente, para
que si queríamos la prueba de la Historia, la pudiésemos tener y no fuera ello
la falta de nuestra Fe. Por eso lo ubica
tan ricamente en los lugares en que se desarrolla el Ministerio del Señor. Claro, como buen galileo, detalla montes,
valles y lagos; nombres de hombres, de lugares y de cosas. Escribe pues, para todos; para que todos nos
ubiquemos en su narración, pero sobre todo, escribe para los poco amables
judíos que vivían en Palestina, para que pudieran comprobar sus dudas y sus
necedades.
Él es también el que más
escribe de José y no por casualidad, lo hace porque lo conocía, porque sabía quién
era y ante todo, lo manifiesta en sus escritos para dar contundencia a sus
declaraciones. Con la figura del
“esposo”, justifica desde el punto de vista de la Ley esa relación natural del
matrimonio de María y José, dándose con ello también el pleno consentimiento de
la Familia Humana de Jesús de Nazaret, algo muy importante para los judíos.
Mateo es la base para el
Evangelio de Marcos quien a su vez lo es para el de Lucano. El nacimiento en forma y fondo; el
cumplimiento de profecías y costumbres; el inicio del Ministerio como Mesías;
la predicación, los milagros, las parábolas y las enseñanzas; todo tiene una
razón de ser en la narración de Mateo.
Nada sobra, nada falta.
Si él escribió de José, es
porque así debió haberse hecho; y si no escribió de Zaqueo, fue para evitar el
escándalo que seguramente se produciría entre los judíos si me hubiera
mencionado. Lo entiendo, pero no con
ello lo justifico. Y ¿por qué sí escribió
Lucano?; ah, por dos razones: primero, porque no era judío y citar a un “publicano,
pecador y odioso” no significaría mucho en su contra (y sí posiblemente a su
favor) en los que fueran a ser sus lectores, los gentiles, en su gran mayoría;
y segundo, porque María se lo pidió expresamente.
Y esto se entiende más
claramente si vemos que Marcos, aquel “hijo” (adoptivo y en la Fe) de Simón
(Pedro), nunca menciona algo respecto de José.
¡Claro!, para los judíos de la gran Roma esos pequeños detalles de la
tradición, ya no importan. Lo que
interesa para ellos es Jesús como el Mesías, como Cristo, como el
Salvador. Reseñar algo de la “vida
humana de Jesús de Nazaret”, no es trascendente, ni divino; para él y para
ellos no tiene valor alguno. Para Mateo
y para mí sí. Simplemente baste decir
que solo quienes lo conocimos como hombre (y en esto Mateo mucho mejor que yo),
podemos aquilatar en toda su dimensión el hecho de su preparación como Mesías.
+ + +
San Mateo
Apóstol y Evangelista es Santo Patrono de muchas poblaciones en América Latina,
sin embargo, ningún país lo ha escogido como su Patrono. Yo soy escritor gracias a San Mateo, él
inspiró mis primeros escritos; y por esa razón es mi Santo Patrono como
escritor.
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
También me puedes seguir en:
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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