Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Marzo 16 del 2018.
DEL
LIBRO
Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
30 de 130
Cesarea de
Palestina, Provincia de Iudae
Iulius XV
Año XX del Reinado de Tiberio Julio César
PREVIOS A LAS
AUDIENCIAS
El
hombre que voy a juzgar por el “Christus
Mandatus” es un militar de carrera, un Ciudadano Romano distinguido, un
patricio perteneciente a la más alta aristocracia; emparentado con poderosas e
influyentes familias de políticos, militares y comerciantes con grandes
fortunas económicas, razón por la cual el Emperador ha querido llevar este
asunto por las vías legales pertinentes, sin violentar sus
acontecimientos. Yo me propondré hacerlo
así, sin embargo, tengo que estar preparado para cualquier cosa que pueda ocurrir.
Pero
junto con él, como Procurador, también serán juzgados otros responsables del
gobierno de esta provincia: Herodes, el Tetrarca de Galilea (pues Iesus Nazarenus era galileo); Caifás, el
Sumo Sacerdote que entregó a Jesús a Pilatus; y Anás, su suegro y secuaz en
este asunto. El primero por todo lo que
compete a lo romano, tanto civil como militar; los segundos en lo referente a
lo iudaicus, en cuanto teocracia y
religión. Yo voy a aprovechar la
oportunidad para poner a todos en el lugar que les corresponde en esta
historia; porque no solo es Pilatus.
La
correspondencia que leí ayer vuelve a ser muy valiosa y oportuna; en especial
la misiva en donde aparece un nuevo nombre:
Athenæ, Achaia, Iulius X, del
Año XX del Reinado de Tiberio Julio César
Tribunus Legatus Veritelius de Garlla:
Confirmamos recibo de su misiva Iulius
V. Efectivamente, los asuntos políticos
y religiosos son muy difíciles de
tratar con Fariseo Misael; evade preguntas, no quiere
comentar los asuntos, dice que son temas que no puede platicar con ‘autoridades gentiles’ y menos aún
militares.
Se reunió con nuevo personaje: Saulo de
Tarso, visitante de Antioquia de Syria; aparentemente
activista de una fracción de fariseos radicales; ambos, Fariseo Misael y Saulo de Tarso, discípulos de
Rabbuni Gamaliel, importante en el Sanedrín
Iudaicus de Hierosolyma. No tenemos
datos sobre asuntos de su reunión,
la cual se realizó en la Sinagoga (especie de templo Iudaicus sin estatuas ni altares); con mucha gente
en Shabat (Saturnis dies), sin permiso de entrada de romanos, obviamente
privada. Indagaremos sobre esto; es
probable se trate de un asunto muy comentado en estos días en Athenæ, sobre peticiones al César de prosélitos iudaicus de muchas
provincias de Asia y Gaetulia.
¡Ave César!
Ícaro y
Galo, Emissarii
¡Qué
pequeño es el mundo de los iudaicus! Con eso que se quieren reservarse tanto del
contacto con los ‘gentiles y paganos’, todo lo hacen entre ellos y por
supuesto, los nombres son los mismos y fácilmente referenciables. Fariseos: Gamaliel, Misael de Cafarnaúm,
Saulo de Tarso, José de Arimatea, ¿Leví, Mateo, también?; con este último he de
hablar inmediatamente, es uno de los nombres claves que tengo, pues está ligado
al Imperio (como Recaudador) y al Christus Iesus
Nazarenus, como ‘Apóstol’, según mis informes.
Primero
el informe al Emperador de nuestro avance:
Cesarea de Palestina, Iudae, Iulius XV, del
Año XX del
Reinado de Tiberio Julio César
(Missum
I)
Divino
Tiberius Iulius Cæsar, Imperator Maxîmus:
Hemos
arribado felizmente a este puerto y ciudad, insignemente dedicada a nuestro querido Octavio César Augusto;
recepción digna de la Pax Romana por parte
de Tribunus Legatus Lauro Pietralterra y Procurador Poncio Pilatus. Condiciones
aceptadas y mandato en proceso.
Procederemos según lo planeado y en
cumplimiento de sus órdenes.
¡Ave
César!
Tribunus Legatus Veritelius de Garlla
Plenuspotenciarius
“Christus Mandatus”
Ahora
la respuesta a mis hombres en Achaia
que están trabajando de maravilla:
Cesarea de Palestina, Iudae, Iulius XV, del
Año XX del
Reinado de Tiberio Julio César
Emissarii
Ícaro y Galo:
Información
hasta Iulius X, recibida. Proceder
correcto. Excelente dato sobre Saulo de Tarso; no omitan ningún nombre
nuevo, todos importantes. Deben mantenerse
alejados de círculos de la Sinagoga; no es conveniente relacionen su interés, solo tratar a Fariseo
Misael. Muy útiles nombres de Ciudadanos
Romanos, propios o
provinciales. Viajen a Canea Iulius
XXIX.
¡Ave
César!
Tribunus Legatus Veritelius de Garlla
Plenuspotenciarius
“Christus Mandatus”
Y
por último, dos misivas políticas, dirán exactamente lo mismo siempre que envíe
una igual; son en agradecimiento al trato recibido y comprometiendo a los
destinatarios a mantenernos en contacto permanente con todo lo relacionado al “Christus Mandatus” en sus zonas. Son para Camito Apión, Procurador de Cyrenaica y Rulus Livio, Procurador de Ægyptus.
Cesarea de Palestina, Iudae, Iulius XV, del
Año XX del
Reinado de Tiberio Julio César
Excellentísimus
Procurâtor:
Muy
agradecido de sus atenciones recibidas durante nuestra estancia en su Procura. Su participación ha sido muy valiosa para el
“Christus Mandatus” de nuestro
querido Tiberius Iulius Cæsar, Imperator Maxîmus, quien ha sido informado de los acontecimientos.
En
bien del fiel y cabal cumplimiento de nuestras obligaciones, le agradeceré cualquier informe que pudiera Usted
proveer en el futuro sobre este asunto.
¡Ave
César!
Tribunus Legatus Veritelius de Garlla
Plenuspotenciarius
“Christus Mandatus”
La
red de información en el Ejército Imperial Romano es primordial para el buen
funcionamiento de los oficiales de alto rango; en la militia la tenemos, en este importantísimo asunto habremos de
desarrollarla. Ahora tenemos cubiertas
las siguientes Ciudades:
EN
EUROPA:
Roma Domiciano
Alves Magíster Villa Veritas
Mediolanum,
Transp. Julio de Garlla Magíster
Villa Garlla
Genua,
Liguria Demustus Centurión Villa Garlla
Capreæ,
Insûla Real Todos Varios
Athenæ,
Achaia Ícaro y Galo Emissarii
EN
ÁFRICA–GÆTULIA
Apollonia,
Cyrenaica Camito Apión Procurador
Alexandria,
Ægyptus Rulus Livio Procurador
Igualmente,
saber las distancias entre cada uno de los lugares, así como los tiempos
mínimos de contacto con los informantes y los medios para ello, son vitales; de
allí la importancia de los mapas con los datos requeridos.
DE
CESAREA DE PALESTINA:
A Capreæ MDCLXXII
millas Ocho días “Liburna Christina”
A
Roma MDCCCXVIII millas Nueve días “Liburna
Christina”
A
Alexandria CCCXXX millas Dos
días “Liburna Christina”
Así
iremos agregando los datos que necesitemos para una precisa y acertada toma de
decisiones en este “Christus Mandatus”.
Mañana
he de comenzar con las declaraciones de todas las personas, citadas para tal
efecto desde Roma, quienes aportarán valiosa información que utilizaré en el
“Juicio por Abuso de Autoridad contra Poncio Pilatus, Procurâtor Iudae”. Solo haré
tres preguntas:
·
Relate
de la forma más amplia posible, su opinión acerca de
Iesus Nazarenus, en el sentido de sus relaciones directas con
Él y con su comunidad.
·
Teniendo
en cuenta lo que se asienta en el Acta de Audiencia
del Juicio de Iesus Nazarenus, ¿cree Usted que el mencionado
acusado tuvo un juicio justo?
·
Su
vida personal o la de su familia ¿cambió (para bien o para
mal) con la muerte de Iesus Nazarenus?
Si
hay alguien con quien me gustaría hablar de inmediato, ese se llama Leví de
Cafarnaúm, tiene muchos antecedentes interesantes para el “Christus Mandatus” que me gustaría preguntarle: es iudaicus, es hermano de Misael de
Cafarnaúm, es Apóstol, fue Recaudador de Impuestos para el Imperio y
seguramente es un hombre muy culto. Voy
a citarle:
Cesarea de Palestina, Iudae, Iulius XV, del
Año XX del
Reinado de Tiberio Julio César
Ius
Latii (Ciudadano)
Leví de Cafarnaúm:
En
razón del “Christus Mandatus” de nuestro querido Tiberius Iulius Cæsar, Imperator Maxîmus, y de tantas
vivencias que en común podemos tener, me consideraría
muy honrado en poder platicar con Usted al respecto.
Por
favor, indíqueme fecha, hora y lugar de su conveniencia, que yo arreglaré para nuestro encuentro.
¡Ave
César!
Tribunus Legatus Veritelius de Garlla
Plenuspotenciarius
“Christus Mandatus”
La
misiva será entregada personalmente por uno de mis Centuriones, quien habrá de
localizar y entregar la misiva al destinatario; y esperarle para su traslado si
fuese necesario.
Cesarea de
Palestina, Provincia de Iudae
Iulius XVI
Año XX del Reinado de Tiberio Julio César
LAS AUDIENCIAS
DE DECLARACIONES (I)
Este
es otro gran día para el “Christus
Mandatus”, una campaña militar que me ha encargado Tiberio Julio César, sin
el uso de las armas, pero con la misma efectividad de cualquiera de nuestras
grandes batallas. El escenario es el
Salón de Sesiones de la Procura de Iudae,
un edificio por demás bello: circular, rodeado por completo en su exterior con
veinticuatro columnas jónicas, labradas exquisitamente en cantera rosa traída
de Fenicia y con pisos de mármol rosa de Syria;
los retablos de los techos son una hermosura digna de Roma, tallados todos en
cedro de los Montes del Líbano.
Realmente han hecho una gran labor los constructores y artesanos
contratados para estos trabajos por el viejo Rey Herodes el Grande.
El
jardín que circunda el edificio, que se ubica en la plaza del cuadrángulo del
Templo de Augusto César, es de tal manera exuberante, que pareciera que en este
lugar lo que sobra es agua. Los architectus prodigan su imaginación al
realizar estas construcciones; yo creo que lo hacen pensando en los grandes
acontecimientos que pueden tener lugar en estos edificios, como la de hoy: la
primera Sesión de Audiencias del “Christus
Mandatus”.
Para
la ocasión se ha traído todo lo que debe haber: habilitamientos, cosas y
personas; están mis tres scriptôris,
que tomarán nota de cada palabra que se diga, el secretario de sesiones de la Procura de Iudae y los Centuriones
Legionarios de mi escolta que harán la vigilancia del lugar y guardarán el
orden; hay espacios designados para cada uno de los comparecientes y demás
asistentes a la reunión. Es un acto
oficial del más alto nivel del Imperio; solo que estuviese en esta sesión el
Emperador, podría ser superior. Existe
todo un protocolo rigurosísimo para la ocasión, que no puede ser dejado de
cumplir: hay estandartes, insignias y banderas que anuncian la presencia de las
personalidades asistentes; los cornus
de avisos son de rigor y suenan en cada ocasión en que es menester. Asiste el Consejo de Gobierno en Pleno, sin
la presencia del Procurador, por ser él el acusado del Juicio de Procedencia;
están los representantes de cada municipîum
en los que está dividida la Provincia de Iudae;
los encargados de los despachos militares, judiciales, teocráticos y civiles,
de la Procura, los Reinos y las Tretrarquías citados para la sesión.
Toda
la pompa y circunstancia merecida se ha dado; en punto de la III hora del día,
me presento en el salón en donde ya deben estar presentes cuantos hayan sido
solicitados. El Secretario de la Sesión
hace el anuncio correspondiente, con sonora y clara voz:
–
¡Ave César! En
presencia, Veritelius de Garlla, Plenuspotenciarius de Tiberius Iulius Cæsar,
Imperator Maxîmum, Tribunus Legatus del Ejército Imperial Romano; anuncia el
hombre.
–
¡Ave Tiberius
Iulius Cæsar, Imperator Maxîmum!, respondo con firmeza ante la prestación
protocolaria.
–
¡Ave César, Ave
Plenuspotenciarius!, contestan todos.
–
Tiene la palabra
el Tribunus Legatus Veritelius de Garlla, quien presidirá esta Audiencia de
Declaraciones;
concluye el Secretario.
–
Excelentísimos
señores todos; estamos reunidos para un evento que pasará a la Historia; comienzo
diciendo en mi intervención, tel
cumplimiento de una orden de nuestro Divino Emperador: el “Christus Mandatus”;
todos los presentes tenemos una razón de nuestra estancia en esta sala y en
esta ocasión: revisar los acontecimientos ocurridos el XXVI de Martis del XX
año del Reinado de Tiberius Iulius Cæsar, en ocasión del “Juicio de Iesus
Nazarenus”, en Hierosolyma, Iudae.
Pido al
Secretario tome lista de los citados a comparecer, rogándole a cada uno ponerse de pié, decir su nombre y
contestar ¡Presente!, ante la mención de
su llamado.
Inicia,
pues, el Secretario la mención de todos los citados a declarar:
–
Ilarius Cafarta,
Militar Administrativo, Secretario de las Cortes Civiles y Militares en la
Sesión del Juicio de Iesus Nazarenus.
–
Ilarius Cafarta,
¡Presente!
–
Régulo Stabilus,
Centurión Legionario de la Guarnición Romana en Guardia en la fecha y lugar
citado.
–
Régulo Stabilus,
¡Presente!
–
Brutus Astate,
Soldado Legionario Jefe de la Guardia de Castigos, en la fecha y el lugar
citados.
–
Cassius Pomeo,
Centurión Legionario de la Escuadra de Reos en la fecha y lugar citados.
–
Cassius Pomeo,
¡Presente!
–
José de
Arimatea, Miembro del Consejo Iudaicus.
–
José de
Arimatea, ¡Presente!
–
Su Excelencia,
Herodes Antipas, Tetrarca de Galilea y Perea, de la Provincia de Iudae.
Justo
en este momento, se rompe el protocolo de la Sesión ante los abucheos de los
que es objeto el Jerarca de Galilea y Perea por parte de muchos de lo
asistentes; por lo que pido al Secretario llame al orden a los asistentes.
–
¡Orden!,
¡Orden!, ¡Orden!;
grita con desesperación el Secretario imponiendo su voz ante todos. Les
recuerdo a todos los asistentes que esta es una sesión plenaria, por lo que
deberá guardarse toda compostura en ella; a contrario sensu, quien incurra en
actos de desorden será retirado de la sala por los guardias, so pena del
castigo que el hecho amerita. Excelencia, su presentación, por favor; le
dice el Secretario al malquerido Jerarca, quien se limita a mover delicadamente
su mano derecha como saludando a la concurrencia.
–
Le apercibo al
citado declarante, que es necesario se ponga de pié y diga su nombre, le dice el
Secretario.
–
¡Óigame!, le contesta
molesto el Tetrarca; ¡Yo no soy como
todos estos!, ¡Yo soy la máxima autoridad en Galilea y Perea y no me puede
pedir que haga las mismas cosas que todos estos; además a mí todo el mundo me
conoce! Y me adelanto a responder el desacato cometido por el singular
personaje.
–
Le recuerdo
Tetrarca Herodes Antipas, que Usted no tiene ninguna autoridad en esta sala y
ni en esta Sesión Plenaria.
Ha sido llamado a declarar con los mismos derechos y
atribuciones que todos los demás citados.
Usted ha aceptado presentarse, lo cual le agradezco,
y deberá sujetarse a las reglas que con anterioridad hizo de su conocimiento, por escrito, el Secretario de la
Sesión. Le
digo al hombre, quien finalmente
accede a su presentación.
–
Herodes Antipas,
Tetrarca de Galilea y Perea; Presente; dice él.
–
Hago del
conocimiento de todos los asistentes que no han sido citados a esta Audiencia
de Declaraciones, que su presencia en este recinto solo será tolerado si su
comportamiento es de completo respeto a los presentes, por lo que si se hubiese
otra moción de orden, todos serán desalojados, toda vez que su presencia no es
requerida. Aclara
el Secretario con toda propiedad y en apego a la Ley.
–
Sumo Sacerdote
Anás. No
hay respuesta. El individuo no se ha
presentado a la cita a la que fue requerido.
–
Sumo Sacerdote
Anás. Vuelve
el Secretario a llamarle por su nombre; y entonces, uno de los asistentes se
levanta y dice:
–
El Sumo
Sacerdote Anás, no está en esta reunión, porque el lugar es indigno de él;
nunca vendría a un lugar de paganos. El Secretario, haciendo caso omiso de
lo escuchado, pide a uno de los guardias que saquen al indeseable interlocutor
de la sala; y vuelve a repetir el nombre del citado:
–
Sumo Sacerdote
Anás. Y ante la falta de respuesta e
inasistencia del sujeto, emite las palabras más severas que se puedan oír en un
Tribunal Romano. “Que conste en el acta de esta Audiencia de Declaraciones que el citado
Sumo Sacerdote Anás, de la ciudad de Hierosolyma, no ha asistido a la reunión;
por lo que se establece que ha hecho desacato ante una autoridad competente del
Imperio Romano, siendo desde este momento reo de desobediencia a la autoridad. Solicito al honorabilis presidente autorice
la orden para que el ausente, Sumo Sacerdote Anás, sea aprehendido y privado de
su libertad, hasta que aclare su desordenado proceder ante la Legis Romana”.
–
Yo, Veritelius
de Garlla, Presidente de esta Sesión de Declaraciones lo autorizo; en nombre
del Emperador, ejecútese la orden. ¡Ave
César!
–
Sumo Sacerdote
Caifás.
Dice el Secretario, realizando exactamente el mismo proceso que ante la
inasistencia del otro.
–
No hay más a
quien presentar, Señor Presidente de la Sesión.
–
Gracias, Señor
Secretario, le
digo al concluir.
† †
†
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
Tu Palabra es La Verdad.
También me puedes seguir en:
Solo por el gusto de Proclamar El Evangelio
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