Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Febrero 16 del 2018.
DEL
LIBRO
Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
26 de 130
CAPÍTULO CUARTO
‘Mashiaj’ Inquisitionis
EL
COMIENZO
Capreæ –
Reghium
Iulius VI
Año XX del Reinado de Tiberio Julio César
Hoy partimos a Hierosolyma, un viaje largo, difícil e
incógnito; vamos por el “Honoris, Legis,
Iustitia” del Ejército, del Gobierno y del Imperio, en esa zona tan
conflictiva que es Palestina y sus Provincias, especialmente la de Iudae.
Desde siempre toda esta gente ha sido reacia al Derecho Romano; con eso
de que tienen ‘su propia Ley Divina’, no aceptan ninguna ‘adecuación’ o
‘actualización’ sobre preceptos legales que necesariamente deben ir cambiando
en la sociedad. Llevaré conmigo los
veinte volúmenes que el Sacerdote Theodorus me ha facilitado de la Torá Iudarum, el ‘Juicio de Iesus Nazarenus’ y los resúmenes de ‘Los
Macabeos’ que me han dado Domiciano y Aurelio Sueto; tengo mucho que leer
durante el largo viaje, ocho días a partir de hoy.
Es primera hora
de la mañana y estoy en reunión con mis colaboradores más cercanos,
entregándole al Præfecto de Navis Selenio
Abdera el itinerario de viaje que habremos de realizar, y tomando de cada uno
los comentarios que haya en función a sus responsabilidades; iremos todos:
Tadeus Tarquinii Asistente Personal Etrusco
Selenio Abdera Præfecto de Navis Hispano
Tremus Aquilae Centurión defensa Cartaginés
Marcus Ponte Centurión ataque Cartaginés
Diófanes Pireo Centurión Legionario Macedonio
Camilus Méver Centurión Legionario Germánico
Nikko Fidias Centurión Legionario Griego
Además, se
unirán a nosotros los nuevos Centuriones reclutados en Mediolanum, expertos ballesteros para la “Liburna Christina”, hasta completar mi escuadra de doce hombres.
Irán también tres scriptôris para
resumir las respuestas de los iudaicus
de Garlla. Demustus, se ha quedado en
Villa Garlla para el apoyo de la logística que requerirán las entregas de
alimentos y enseres al Ejército Imperial, que ahora será responsabilidad de Octavio;
propiamente es el único hombre que les he cedido a mis hijos con los cambios
que ha habido.
La
correspondencia de los emissarii
avanza en los datos que requerimos sobre el Fariseo Misael, ya la he leído y la
responderé en el viaje a Reghium, en
donde la entregaremos para envío a Athenæ, ciudad en la que ya se encuentran
ellos. Ya sabemos que los ‘Fariseos’ son
una secta dentro de la religión judía, que han formado algunos Rabbuni, maestros estudiosos de la Ley,
para contrarrestar los mandatos de los Sumos Sacerdotes, cuando éstos no son de
se ‘gremio’; los otros son los Saduceos, que se han caracterizado por ser más
agresivos y pro-belicosos en contra del Imperio, a través de los zelotes, una
fuerza armada protegida y financiada indistintamente por ambos bandos,
dependiendo de su participación en el Sanedrín Judío, esa especie de Senado que
ellos tiene para el manejo teocrático del Gobierno del Pueblo de Israel.
ITINERARIO DEL
PRIMER VIAJE DE
VERITELIUS DE
GARLLA A
HIEROSOLYMA
(Jerusalén)
MILLAS
FECHA SALE DE LLEGA
A Romanas DIAS
06 Iulius Capreæ Reghium 240 1
07 Iulius Reghium 541 2
08 Iulius Apollonia
09 Iulius Estancia en Apollonia 1
10 Iulius Apollonia 561 2
11 Iulius Shabat Alexandria
12 Iulius Estancia en Alexandria 1
13 Iulius Alexandria Cesarea de Palestina 330 1
Cinco ciudades –
1,672 Millas Romanas – ocho días navegados – 209 millas día.
(1 milla Romana
= 1,480 m , ’ , 1,762x1,480 = 2,607 Km. /8 = 326 Km./día)
Termino la
reunión y mando a toda la gente a que se prepare para zarpar, lo que haremos en
una hora. Yo me reúno con mi familia
para empezar la despedida por el viaje, que nos va a separar nuevamente muchos
días.
1.
¡Todo aquí es
como un sueño!, Veritelius, me dice Lili, mi amada esposa; no falta absolutamente nada y hay cosas que
nosotros nunca habíamos usado; realmente ‘podría acostumbrarme a este lujo’,
amado esposo, lo cual sería poco conveniente para ti. Me amenaza bromeando.
2.
Sí, mujer, solo
ten en cuenta que nosotros solo somos invitados y al amparo del Emperador
Tiberio Iulius Cæsar, y que, cuando él deje de serlo o muera, algo que nadie
sabe cuándo sucederá en el tiempo, pasaremos a ser la misma familia de militia
que hemos sido siempre; le respondo sin desanimarla mucho
3.
El jardín es
excepcionalmente bello, más aún, que el que has podido hacer en Villa Veritas,
en Roma, que ya es muy hermoso; y las estatuas, solo les falta hablar; además,
las habitaciones son amplísimas y el mobiliario es inimaginable; ¡Mejor que un
sueño!, termina
diciendo la emocionada ‘amma’ del domus.
4.
Ya llevo algunas
buenas ideas para Villa Garlla, Patris, me dice Octavio, ha sido muy bueno que nosotros hayamos venido.
5.
Ten cuidado, le
respondo, tú no tienes los mismos recursos que el hombre que es dueño de esta
mansión y podrías gastarte el dinero que aún no tienes, terratenientis; le comento al
emocionado joven.
6.
Oye, Patris, ¿a
esto aspira un Tribunus Legatus?; porque si es así, estoy en el camino correcto
en la militia; me
dice Julio, el neo Magíster.
7.
No Julio, esto
no es real ni para nosotros, ni para ningún Tribunus Legatus actual o futuro;
esto es Real para el Imperator nada más; ni te ilusiones, hijo; le respondo.
Cada uno tiene
algo que decir de sus impresiones en Novus
Villa Garlla Capreæ, hasta los más pequeños, pero me esfuerzo por
mantenerles en la realidad a todos; yo no tengo memoria de algún Jefe Supremo
del Ejército Imperial Romano que haya sido tratado con tal distinción por el
Emperador, por lo tanto, todo esto siempre será considerado de mi parte como ‘irReal’.
Tiberio Julio
César, Calígula y Claudio nos reciben en el Palacio de la Ensenada de Capreæ para desearnos buen viaje. Hacemos formación militar y con todos los
honores somos despedimos por la Guardia Pretoriana y nuestros dignísimos Jefes
Supremos, quienes estarán expectantes de los resultados que vayamos a
conseguir. Ellos mismos le han dado el
máximo nivel de importancia al asunto, al nombrarme como Plenipotenciario con ‘ordinatios immediâtus’ para las
decisiones que yo tome. Esto realmente
no es fácil, además de ser muy comprometedor para una carrera militar impecable
por más de cuarenta años; cualquier desacierto, y yo podría pasar del ‘retiro
militar’ al ‘olvido total’.
Las misivas de
los Emissarii han sido muy
provechosas para el avance de mi conocimiento sobre el pueblo iudaicus; más los datos de los scriptôris sobre las encuestas en Garlla,
me ayudarán a comprender mejor a esta gente.
Por lo pronto les respondo a los ubicados en Athenæ:
Insûla Capreæ, Iulius V, del
Año XX del
Reinado de Tiberio Julio César
Emissarii
Ícaro y Galo:
Información
hasta Iulius I, recibida. Proceder
correcto. Estamos saliendo hacia Hierosolyma (Yeru-salem); el envío de
esta misiva será desde Reghium. Muy buenos datos sobre Anás y Caifás;
hablen de política con Fariseo Misael; también expónganle
su propio parecer respecto al Panteón de dioses Romanos; no soportará esos temas y probable diga
cosas que nunca debió haber dicho. Todos sus
nuevas misivas enviarlos por liburna del César a Cesarea de Palestina a mi nombre para entrega a mi arribo.
¡Ave
César!
Tribunus
Legatus Veritelius de Garlla
Las adaptaciones
que realizó Selenio Abdera en la “Liburna
Christina”, no las vamos a cambiar; serán utilizadas para los Centuriones
en viaje y para él mismo. Resultaron muy
convenientes y muy bien hechas como para deshacerlas. Una más de las modificaciones convenientes
(junto con el arsenal que se le ha instalado) para enseñarle a Sóstenes de
Kirítis. El Præfecto de Navis tiene ya precisas instrucciones mías de registrar
en su bitácora todo cuanto acontezca de esta travesía. Después de Reghium, este será el primer paso
continental que haremos del Mare Nostrum
y además, inicia la época de lluvias, los rezos a Neptunus se van a oír a
millas de distancia. Serán dos largos
días de incomuni-cación total; estaremos solos en el Mare Magnum, como le llamaban los antiguos Romanos de la República.
He apostado con
mis hombres un día extra de pago en oro: yo digo que en el trayecto que
realizaremos de Reghium a Apollonia, no divisaremos ninguna navis,
ni nuestra ni de ninguna otra nación; ellos dicen (incluido Silenio), que al
menos una veremos. Si ellos pierden,
lavarán la liburna con jabón. La apuesta
es válida media jornada después de haber dejado Italia y media jornada antes de
llegar a Cyrenaica, son más de
trescientas millas de solo mar, no se observa ninguna costa; es el cuadro de
navegación más vacío que hay en todo este Mare
Nostrum, además, la zona más profunda.
Aquí las olas del mar hacen cimas de treinta pies de alto y valles
profundos de millas y millas de largo y ancho, que cuando terminan de moverse,
uno no sabe si avanzó o retrocedió.
Espero que nuestro Centurión del Mar ya tenga esas experiencias; si no,
sufriremos todos. Hasta Reghium no haré más que leer. Cenaremos a la hora que lleguemos allá.
Primera
jornada sin contratiempos; cuando dejamos Capreæ
era la hora segunda del día y aquí en Reghium
acaba de terminar la segunda vigilia; trece horas navegando sin ningún
tramo desfavorable. Solo viento a
barlovento en nuestras tres velas, lo que ha producido impulso a favor
extraordinario; igualmente, la flotación es excepcional y la quilla profunda
hace muy manejable a favor nuestro a la poderosa “Liburna Christina”.
Aquí
mismo, con la navis anclada cenaremos y dormiremos, mañana muy temprano
saldremos a nuestra gran aventura marina: cruzar el cuadrante profundo del Mare Nostrum sin costear Sicilia, ni
Cartago, ni África, ni Cyrenaica;
sino directo de Reghium a Apollonia: quinientas veinte millas de
mar, en lugar de mil trescientos cincuenta millas de costas; dos días en lugar
de siete; esa es una gran diferencia y hay que aprovecharla. No pretendo enseñar a los osados liburnae del tabellarius (correo) del César una nueva ruta de Cesarea de
Palestina a Roma; pero si sirve, por supuesto que les diremos cómo
hacerlo. Ellos navegan por las islas
griegas y el Mare Ægeum; nosotros lo
haremos por las costas de Cyrenaica y
Ægyptus.
SURCANDO
LO DESCONOCIDO
Reghium –
Mare Nostrum
Iulius VII
Año XX del Reinado de Tiberio Julio César
Delfines sobre
la superficie del mar, eso es lo único que hemos visto en nuestro acelerado
navegar por el Mare Nostrum – Mare
Ionicus; y desde siempre, estos simpáticos animales son señal de seguridad
en la navegación. El viento es tan constante y potente, que no ha habido
necesidad de remar en ningún momento; todo el impulso lo han dado las enormes
velas de la liburna.
No quiero
asegurarlo, pero creo que somos los primeros en atravesar esta inmensidad de
mar; ciertamente es riesgoso, pero ahora mismo (y siempre), para nosotros ‘tempus est aurum’ y hasta ahora, nada
vale más que el oro; así que nuestra osadía, en bien de acortar el trayecto a
navegar, lo que disminuye sustancialmente el tiempo invertido, nos estará
redituando ahorros importantes en alimentos y otros materiales. Si el trayecto es bueno, las flotas romanas
tendrán un nuevo surco en el mar.
Creo que mis
hombres perderán la apuesta. La Liburna
Christina se verá resplandeciente después de ser lavada con jabón, además del
bien que se le hará limpiándole la sal marina.
† †
†
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
Tu Palabra es La Verdad.
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Solo
por el gusto de Proclamar El Evangelio
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