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martes, 27 de febrero de 2018

El Demonio al Acecho del Mesías (D.A.M.) - 18 - Numerosas Curaciones


Santifícalos con La Verdad.

Ciudad de México, Febrero 28 del 2018.

DEL LIBRO
EL DEMONIO AL ACECHO DEL MESÍAS

18 DE 77

II.8.- NUMEROSAS CURACIONES EN CAFARNAÚM
(Mc 1, 32-34; Mt 8, 16-17; Lc 4, 40-41)

“Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.  Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios.  Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.”


         Este importante momento del Evangelio hace recordar otro instante maravilloso, de muchos años atrás, pero que cuando se dijo por primera vez no se alcanzó a comprender en toda su dimensión; me refiero al cántico de alabanza de los ángeles celestiales cuando Jesús nació en Belén: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace”, cantaban todos a una voz desde las alturas.

         A todos aquéllos que Satanás tiene bajo el dominio del mal y del pecado, Cristo Jesús los está llenando con los dones del cielo, que son: la bondad, la verdad y lo felicidad.  Bondad, porque la salud física y mental que reestablece Jesús a todos, son invaluablemente benéficas para la vida; verdad, porque sus palabras conducen por los caminos del conocimiento, que llevan a la salvación y a Dios; y felicidad, porque el estado de salud y verdad redunda en el estado de paz que toda alma humana busca incesantemente.

         Son tantos los que le han traído, que el Demonio quiere abrumarlo; bien sabe que como hombre debe cansarse, se ha de agotar, y entonces dejará de realizar sus maravillas.  Pero Cristo está consciente de ello y se multiplica en sus prodigios para los necesitados; dice San Mateo que lo hacía en cumplimiento a lo escrito por el profeta Isaías: “Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades.” (Is 53, 4-5)  Así, paulatinamente, serán cumplidas todas las promesas hechas en lo antiguo para el momento en que se presentara el Mesías entre nosotros; no importa cuánto se afanen los demonios en obstruir la labor de Jesucristo, todos cuantos le conozcan sabrán que Él es el Ungido de Dios; y aún los que nunca le vean, sabrán que Él es el Salvador. 

         Este es un mal día para Satanás y sus demonios, pues el Mesías está en plena actividad de salvación; anunciando la Buena Nueva a todos los pobladores de la Tierra, y ahora por el momento, empezando en Cafarnaúm. 

         ¡Bendito sea El Santo de Dios que ha bajado del cielo para librarnos del Príncipe del Mal!

§ § §


Orar sirve, oremos por nuestros Pueblos.

De todos ustedes afectísimo en Cristo

Antonio Garelli



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