¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Diciembre 17 del 2017.
Dios tenga en su Gloria al Maestro Ricardo.
“Velad y orad,
para que no caigáis en tentación. . .”
Jesucristo
(Mt 26, 41)
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
Muy estimados todos, en Cristo Jesús:
El Año Litúrgico nos
da varias posibilidades de ‘detener nuestro andar’ y revisar cómo estamos
respecto a la santidad de cuerpo y alma que debemos procurar día con día. Adviento es la primera de esas posibilidades,
en donde la Iglesia nos anima a ‘recibir
al Niño Dios dignamente purificados del pecado’. Estas tres semanas que han pasado desde
Cristo Rey, hemos hecho lo posible por: primero, dejarnos de pecados
‘innecesarios’ (por supuesto que todos lo son); y segundo, nos hemos hecho el
propósito de ‘vencer con el Bien al mal’.
A partir de este
Domingo, y sin perder lo que ya hemos logrado, vamos a ‘ponerle buena cara a las adversidades’. Miren, siempre que nos disponemos a mejorar
en ‘nuestra santidad’, el Diablo está pendiente de nuestros avances; porque no
nos quiere cerca de Dios. Aquí es donde
la oración debe ser continua, constante y profunda; porque a mayor tiempo de
oración, menos oportunidad tiene el Maligno de hacernos daño. Por eso nunca pudo con María, la Santísima
Virgen Madre de Dios permanecía orando todo el día; lo que imposibilitaba a
Satanás a actuar.
Ese es el remedio,
orar; ahora vayamos con la enfermedad: nuestros pecados. Está muy claro que nos reconocemos pecadores,
que somos materia caída; pero tal reconocimiento no nos justifica para cometer
pecado, porque un pecado es un acto de la voluntad, es un hecho realizado en el
pensamiento, en la palabra y en la obra; todas éstas, acciones propias de un
humano.
Los pecados no son
acontecimientos esporádicos que nos ‘sorprenden de repente’; son acciones
previsibles, evitables y rechazables.
Todos tenemos oportunidad de no pecar, antes de cometer un pecado. . .
todos; porque todos tenemos libre albedrío (potestad
de obrar por reflexión y elección –
RAE).
Así, pues, la ‘buena
cara’ que debemos poner ante lo que nos sea adverso, es la voluntad de no
pecar; es decidir en favor de Dios Hecho Hombre, acercándose el día de su
Nacimiento, de su Navidad. Es más
difícil ser falsos y deshonestos, que verdaderos y honestos; y lo es porque
gastamos inteligencia, sinceridad, oportunidad y sobre todo amor, queriendo
obrar con el mal, 'ENCUBRIÉNDOLO CON EL BIEN'.
Solo esta semana nos
queda para afinar nuestras mejores intenciones para la purificación de cuerpo y
alma; aprovechemos cada día especialmente con la oración.
Orar sirve, es la mejor forma de
permanecer con Dios.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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