¡Alabado sea
Jesucristo!
Ciudad de México,
Junio 28 del 2017
M E D I T A N D O L
A S
P A R Á B O L A S D
E
J E S Ú S D E N A Z A R E T
18 de 35
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
PADRENUESTRO
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre;...”
AVEMARÍA
“Dios te salve, María, llena eres de Gracia.
. .”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus
fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Tu Espíritu Creador. Y renueva la faz
de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
17.- “PARÁBOLA DE
LOS PRIMEROS PUESTOS”
(Lc 14, 7 – 14)
“Notando cómo los invitados elegían los
primeros puestos, les dijo una parábola: ‘Cuando alguien te invite a una boda,
no te pongas en el primer puesto, no sea que haya invitado a otro más
distinguido que tú y, viendo el que os invitó a ti y a él, te diga: ‘Deja este
sitio a éste’, y tengas que ir, avergonzado, a sentarte en el último puesto. Al
contrario, cuando te inviten, vete a sentarte en el último puesto, de manera
que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba.’ Y esto será un honor para ti delante de todos
los que estén contigo en la mesa. Porque
todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.’”
ACTOS DE
PREPARACIÓN:
Al momento de otorgarnos su Don Divino
de la Fe , Dios hace posible proyectar nuestro
pensamiento hacia Él; por lo tanto, podemos comunicarnos por medio de la
oración y la meditación para escuchar su mensaje.
Y lograr esta
comunicación es lo que aviva nuestra Esperanza
de cara a la salvación, en comunión con nuestro Creador.
Sin embargo, solo si impregno de Caridad mis anhelos puedo estar seguro
de realmente alcanzar la presencia de Dios; pues “Dios es amor.”
PETICIÓN:
Jesucristo, Tú sabes bien que estoy
expuesto constantemente a la soberbia y que mi condición de pecador me hace
caer con mayor frecuencia de la que yo quisiera; por ello, Señor, dame fuerzas
para combatirla y poder ser digno de Ti.
EL
TIEMPO Y EL LUGAR:
Es ya el tercer
año del Ministerio del Señor; con mayor precisión podemos decir que encontramos
a Jesús en la última subida a Jerusalén. El Divino Maestro realiza la última
visita a sus amigos y conocidos cerca de la gran ciudad y ha aceptado
invitaciones a comidas y cenas, que son la reunión preferida entre los
judíos. Sus acérrimos enemigos, los
escribas y fariseos, le han seguido en algunas ocasiones (invitados o no), para
observarlo; pues ya han decidido aprehenderle y reúnen ‘pruebas’ para su
‘juicio’. Ahora está en la casa de uno
de los jefes de ellos y como Él es el invitado especial, ya hay una gran
cantidad de personas en el lugar.
Está en Karem (a
unos cuantos kilómetros de Jerusalén), donde vivía Nicodemo; que era de los
principales de los fariseos, y al que algunos de los Apóstoles de Jesús
llamaban el ‘discípulo oculto’. Este
hombre era ya una persona mayor y tenía una gran admiración por Jesús de
Nazaret, al cual consideraba como el Mesías; pero el ‘qué dirán’ de los de su
clase lo retenía indeciso respecto de su posición para con el Evangelio. Nicodemo ha hecho la invitación de buena fe,
pero todos los demás invitados ‘importantes’, no tienen buenas intenciones con
la visita de Cristo; por lo que se presentan situaciones incómodas que Jesús
maneja con su Maestría única.
LOS PERSONAJES Y
ELEMENTOS:
Esta parábola,
más que una similitud del Reino de los Cielos (que es el tema normalmente usado
por Cristo en estas comparaciones), es un magnífico consejo del Señor que
motiva a la humildad y a las buenas
costumbres de la ‘ubicación’; esto es, saber cuál es la mejor posición en la
que debemos estar.
La boda, son las
circunstancias que se nos presentan todos los días para dar testimonio de
humildad. El que invita a la boda, es
Jesucristo. Los invitados, somos todos
los católicos que debemos ser ‘luz del mundo y sal de la tierra’ en la
convivencia diaria con nuestra familia, en nuestro trabajo o en el círculo
social en que nos desenvolvemos.
MEDITACIÓN:
Fe, Esperanza y
Caridad: las tres Virtudes Teologales recibidas de Dios al momento de mi
Bautismo, que me sirven para reafirmar tantas otras virtudes para la Gloria del Señor. Por ejemplo la humildad.
Jesucristo
enseña de muchas formas la humildad: lo hace con sus acciones, en sus parábolas
y en sus consignas. La humildad fue la
primera virtud transgredida por el pecado; sucumbió ante la soberbia en el mismísimo
Jardín del Edén, y esa es la razón por la que desde entonces Dios nos moldea en
la humildad, porque la soberbia nos copó a todos. La soberbia es la causa de todos los pecados;
porque a partir de que ‘nos creyéramos’ como Dios, el Diablo se apoderó de
nosotros.
La lección de
Cristo aquella tarde en la casa de Nicodemo, es por demás clara. Me enseña que debo ser prudente en mis
elecciones, para no ser ‘puesto en mi lugar’ por otro. Y ser prudente empieza con ser humilde. “Primero la humildad, después todo lo
demás.” Así decidió el mismísimo Dios
cuando se hizo hombre: nacer de una familia humilde; en un pueblo humilde, en
un lugar por demás humilde. Desde allí
empieza Jesús su lucha contra el pecado (que es soberbia); desde ese estado de
completa humildad. Y no lo hizo por
casualidad, lo hizo perfectamente consciente; con discernimiento perfecto de
Dios. Si Él lo hizo así, es para que yo
le imite, para que haga igual que Él.
Porque primero me quiere humilde, pero por mi propia voluntad; para después
hacerme obediente, pero consciente de que mi decisión es lo mejor. Así fue Jesucristo, hombre; así debo ser yo,
para asemejarme a Él.
¡Qué sutilmente
lo dice el Señor! ‘. . .Cuando alguien te
invite a una boda, no te pongas en el primer puesto. . .’ Qué bien sabe
como soy; de lo primero que me previene es de mi vanidad, de mi falso orgullo,
de mi soberbia. E inmediatamente
después, me advierte que puedo ser avergonzado; como anticipándome con ello la
pena que voy a sentir ante las debilidades humanas, ante los juicios superfluos
en mi contra, ante las faltas de caridad.
¡Y con qué
claridad lo plantea Jesús! “. . . Al
contrario, cuando te inviten, ve a sentarte en el último puesto, de manera que,
cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba. . .’ Humildad, esta es la base de mi accionar en
todo cuanto quiera hacer, ya que, dicho por el mismo Cristo, con esta virtud
como motor de mis actitudes, puedo lograr más de lo que yo mismo haya
calculado. Ah!, sí, decirlo es fácil;
pero cómo cuesta vencer mis debilidades humanas, cómo cuesta hacer a un lado el
deseo de sobresalir, de ser tomado en cuenta siempre, del protagonismo.
Es cierto, no es
sencillo; pero a cambio del esfuerzo está la seguridad del resultado. El bien y lo bueno, solo generan bien y
mejor. Esto es Ley Divina; por lo tanto,
aunque cueste, es menester esta forma de actuar. Siempre será mejor la humildad que genere
bien, a la soberbia que lo aniquile.
FRUTO:
VOY A ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS TANGIBLES Y
ALCANZABLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A FIN DE SER UNA PERSONA CONGRUENTE
ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE JESUCRISTO Y LO QUE DEBO HACER COMO UN DIGNO
SEGUIDOR DEL SEÑOR.
1
2
ORACIÓN A MARÍA:
Virgen
Santísima, ¿a quién mejor que a ti para solicitar ayuda sobre la humildad? Tú que has tenido las más famosas palabras al
respecto y la más sincera actitud ante el Señor: “Hágase en mí según tu
Palabra”; ayúdame Madre Santa para
imitarte hasta el extremo y ser tan humilde como Tu Hijo me requiera.
Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO –
AVEMARÍA
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
V V V
Afectísimo en
Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
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De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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