¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Diciembre 23 del 2015.
LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
Este es el mejor ‘extracto’ que conozco, para que
todos tengamos ‘algo que leer’ al iniciar nuestras Fiestas de Navidad; para que
podamos dedicarle esos momentos de felicidad, a quien se deben dedicar: A Dios
Hecho Hombre.
            “Sucedió que por aquellos días salió
un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este
primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.  Iban todos a empadronarse, cada uno a su
ciudad.  Subió también José desde
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama
Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María,
su esposa, que estaba encinta.  
Y
sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le
acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
            Había en la misma comarca unos
pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su
rebaño.   Se les presentó el Ángel del
Señor, y la Gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de
temor.  El Ángel les dijo: “No temáis,
pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido
hoy, en la Ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo Señor; y esto os
servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un
pesebre.”  
            Y de pronto se juntó con el Ángel
una multitud del ejército celestial, que alababan a Dios, diciendo:
            “Gloria a Dios en las alturas y en
la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.”
            Y sucedió que cuando los ángeles,
dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: “Vayamos,
pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.”
            Y fueron a toda prisa, y encontraron
a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre.  Al verlo, dieron a conocer lo que les habían
dicho acerca de aquel Niño; y todos los que los oyeron se maravillaban de lo
que los pastores decían.  María, por su
parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
            Los pastores se volvieron
glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme a
lo que se les había dicho.”    
Evangelio según San Lucas (2, 1-20)
¡Feliz Navidad!
Orar sirve, oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
Esperamos
sus visitas en:
http://www.bitlanders.com/antonio-garelli 
De Milagros y Diosidencias. 
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.












 
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