¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Noviembre 25 del 2015.
TIEMPO DE ADVIENTO
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
El Domingo pasado celebramos con mucho gusto la Fiesta
y Solemnidad de Cristo Rey, que para nosotros es también “El Día del Reino” del
Movimiento Regnum Christi. Es una buena oportunidad de convivir en familia,
dedicarle a Dios su Solemne Espacio y saludar a los amigos; ‘viejos’ o nuevos. 
A los Mexicanos nos cuesta mucho trabajo entender una
solemnidad religiosa dedicada a un rey, nosotros nunca hemos tenido un rey que
haya heredado el “Reino de México”; nunca hemos aclamado a alguien para que sea nuestro rey;
y solo hemos ‘sufrido’ el embate de reyes
extranjeros conquistadores, que lo único que les interesaba era el oro y la
plata mexicana –que extrajeron en enormes cantidades– y que solo acarreó
penurias, desolación y muerte al pueblo en general.
Los antecedentes más antiguos de ‘reyes’ en México, se
remonta a los ‘Tlatoani’ Aztecas –los
cuales fueron conquistadores, todos– sin una sola representación de un rey
procurador, devoto de su pueblo o querido por todos.  Pero en Europa y el Cercano Oriente, El Título
de Rey tiene una apreciación muy diferente. Para empezar, no todos los reyes
han sido conquistadores, represores o  extranjeros;
muchos, inclusive, han sido reconocidos como Santos y subido a los Altares (por
ejemplo, Santa Isabel de Hungría o San Luis IX de Francia).  
Para que podamos entender bien la profundidad
espiritual de esta Solemnidad y Fiesta, nada mejor que leer la Encíclica que le
dio vida, en la persona del Papa Pío XI en 1925; es pequeña y fácil de
comprender. Léanla por favor.
Con la Fiesta de Cristo Rey termina el Tiempo
Ordinario y comienza un nuevo Año Litúrgico de la Iglesia Católica,
precisamente con el Tiempo de Adviento, que lo que es lo mismo que “La Venida,
La Legada, El Advenimiento” de Dios Hecho Hombre.  Sí, estamos a cuatro Domingos de La Natividad
de nuestro Señor Jesucristo y con el Tiempo de Adviento, la Iglesia quiere que
nos preparemos, de la mejor forma que podamos, para recibir las Gracias de la
Navidad.
Todos los años escribo acerca de este tema, pero nunca
leo lo que escribí el año anterior; y como no nos acordamos (ni ustedes ni yo),
qué fue lo que señalé en mis escritos anteriores, es como si nunca hubiera
escrito nada acerca de ello.  A partir de
hoy, mis comentarios serán sobre El
Adviento del Redentor y lo que significa y DEBE SIGNIFICAR personalmente,
este importantísimo hecho; iremos paso a paso, espero que sea útil.    
Orar sirve, oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
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Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.












 
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