¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Noviembre 5 del 2015.
RESPETO A LA AUTORIDAD (3 DE 4)
GOBERNANTES Y GOBERNADOS
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
Casi todas las democracias funcionan igual, pero
especialmente en México, se puede decir que tenemos tres gobiernos, encabezados
por sus respectivos gobernantes: El Poder Ejecutivo (el Presidente de la
República), el Poder Legislativo (con los líderes de cada Cámara), y el Poder
Judicial (con el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación –SCJN–). Estos tienen el mandato y el poder Constitucional para gobernar
a nivel Federal.
Cada uno de los Estados Unidos Mexicanos es ‘libre’ de
elegir a sus gobernadores estatales y municipales. Entonces, la camarilla de gobernantes se multiplica
por tres; y la responsabilidad –a la que nunca se le pone cara franca– se
divide entre tres. En este escenario,
con millones de mexicanos dedicados únicamente a la política (como forma de
enriquecimiento y no en afán de servicio), se fraguan todo tipo de
maquiavélicos tratos, planes y proyectos; para
vivir del pueblo y no para el pueblo.
Además de ello, los tres niveles de gobierno (Federal,
Estatal y Municipal) y los tres Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), padecen
un cáncer social que asfixia a los mexicanos: la corrupción. Hay leyes corruptas, lo que causa la
injusticia; hay jueces corruptos, los que causa la impunidad; y el aparato
gubernamental es corrupto, lo que causa el desguance (deshacer,
desbaratar. RAE) social. Si este es el ‘modus vivendi’ (el modo de vivir), obviamente el ‘modus operandi’ (la forma de operar), actúa
en consecuencia; “si me ha hecho
daño, yo le hago peor”; y este es el
círculo vicioso que vivimos en México ¡EL CUAL DEBEMOS ROMPER Y CAMBIAR YA!
Dado que el mal solo trae más mal, debemos ser capaces
de ‘amar al prójimo como a uno mismo’;
tenemos que ‘hacer a otros como quisiéramos que hicieran por nosotros’;
hemos de ‘vencer con el bien al mal’. Estas máximas cristianas no son una forma de
ser tonto, o ser un dejado, o . . . algo peor; ¡son la medida exacta de la
convivencia común! ¡son el uso del Bien Común en nuestra vida! ¡¡Son la única
posibilidad de cambio ante las adversidades sociales que vivimos!! No, no son solo buenos deseos; son lo que
necesitamos desear para ser buenos.
“En alguien tiene
que haber prudencia” decía mi Madre,
cuando nos peleábamos los hermanos; y tenemos que ser nosotros: los fieles
laicos; que es lo mismo que la mayoría de la sociedad en su conjunto. Sin importar el ‘estrato’ social en el que estamos ubicados, o en el que nos han
ubicado. Debemos generar El Bien con
nuestros pensamientos; tenemos que proclamar El Bien con nuestras palabras; es
indispensable que actuemos El Bien en todo cuanto hagamos; pero sobre todo,
nunca debemos dejar de hacer El Bien que podamos.
Todos, gobernantes y gobernados estamos obligados a
procurar el bienestar de La Patria; México solo puede salir delante de los
males que lo aquejan, con el trabajo de los mexicanos; nadie lo va a hacer por
nosotros. Solo conscientes de lo que
estamos viviendo, acabaremos con la anarquía del mal que nos aqueja.
Todos, gobernantes y gobernados, debemos ceñir las
sienes de la Patria con las ramas del olivo de la paz; todos debemos pedirle al
Arcángel Divino, que ese destino de nuestra Patria que se escribió en el Cielo
con el Dedo de Dios, se haga presente entre nosotros en forma de bienestar,
amor y esperanza. Todos, gobernantes y
gobernados debemos hacer El Bien, El Supremo Bien; no solo el bien que a cada
uno convenga. ¡Todos tenemos que cambiar hacia El Bien!
Orar sirve, oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
También me
puedes seguir en:
De Milagros y Diosidencias.
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
Amén!
ResponderEliminarAmén!
ResponderEliminar