¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Octubre 19 del 2015.
HÉROES Y VILLANOS,
VALORES Y ANTIRAVALORES
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
Está muy claro que nuestra sociedad mexicana, ha
tergiversado y deformado lo bueno que teníamos, en función del ‘consumismo’ y
el ‘materialismo’ que se maneja a todo nivel de los estratos sociales; algo que
antes se consideraba como bueno, ahora no tan solo ya no lo es, sino que en
algunas ocasiones es banalmente calificado como malo. Hay un sinnúmero de estos casos, cada uno de
ustedes podría referirse a más de un ejemplo específico, estoy seguro.
Solo con el afán de vender y con ello generar más
riqueza –que a veces es hasta imposible de gastar por quien la produce– sin
importar ninguna otra razón de los ciclos productivos, distributivos y
comerciales, empresas e individuos, actúan irresponsablemente ante los clientes
potenciales y ante la sociedad en general. El desmedido afán de la riqueza, por
un lado, y de poseer, por el otro; llevan a los valores, lo bueno y las
costumbres de bien de la comunidad, a segundos planos intrascendentes.
Hoy los héroes, son vándalos capaces de burlar todas
las formas de la Ley; logrando sus siniestros y asesinos objetivos. Los villanos por lo tanto, se han tornado en sujetos
dignos de admiración de niños, adolescentes y adultos; y esto confunde, tanto a
educadores como educandos en la asimilación de valores y antivalores. Se acepta sin medida la evasión, la falsedad,
el ocultamiento y el desenfreno; solo porque son el modo de operar de
criminales que momentáneamente vencen al Bien Común y a la sociedad en su
conjunto.
Esto ha sido alentado por leyes turbias y, en algunos
casos, criminales, que generan la impunidad, que es la falta de castigo del mal
realizado; también es producto de la traición de las autoridades hacia la
sociedad, cuando se pacta con los criminales en perjuicio de los ciudadanos. Estos ‘males’ no aparecen de forma espontánea,
los generamos los seres humanos; unos con su producción directa, otros con la
permisión de su presencia.
La Familia, insigne educadora de la Humanidad en toda
la Historia, ha sido relegada, atacada y vejada por propios y extraños; hasta
el punto de ‘casi’ ya no existir como referencia de la pedagogía de lo
cotidiano.
La Iglesia, otrora fortaleza de la Moral y lo Divino,
ha sido ultrajada desde fuera y desde
dentro, por religiosos y seglares, por clérigos y laicos; perdiendo casi
toda su credibilidad e influencia social.
El Gobierno, sea cual fuere su ámbito –ejecutivo,
legislativo o judicial– o su nivel (municipal, estatal o federal), no es digno
de confianza social alguna, debido a la podredumbre en que se mueven; haciendo
de la corrupción, la mentira, el engaño, la traición y la prepotencia sus ‘formas
esenciales de ser’.
Las Fuerzas Armadas y las Policías, que antes eran el
sueño de todo niño para su futuro, hoy se han convertido en ‘algo más de lo que nos debemos cuidar’;
es difícil distinguir qué militar o policía nos va a traicionar con el
crimen. No tan solo se ha perdido la
confianza de ser protegidos por ellos, sino que generan un recelo de pérdida
implícita.
La sociedad mexicana, ha perdido el camino del Bien,
de sus héroes y sus valores. Hoy nos
rigen por la fuerza los villanos y sus antivalores. Esto es lo primero que debemos recuperar: el
sentido del Bien y La Bondad. Debemos
desechar el mal y al Maligno; debemos voltear hacia Dios.
San Pablo en su Segunda Carta a los Corintios (6,
9-10) deja perfectamente claro quienes no estarán en El Cielo, quienes no serán
salvados:
“¿No
sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis!
Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios.”
Orar sirve, oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
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De Milagros y Diosidencias.
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
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