¡Alabado
sea Jesucristo!
México, D. F.,
Septiembre 22 del 2015.
AJUNTAMIENTO LÉSBICO
o AJUNTAMIENTO GAY.
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
Ya encontré cómo llamar a estas necedades sociales de
nuestros tiempos, que el vulgo conoce como ‘matrimonios
homosexuales’. Cuando se trate de
dos ‘féminas’ las que se estén ‘casando’, le llamaremos AJUNTAMIENTO
LÉSBICO; y cuando se estén ‘casando’ dos ‘varones’, le llamaremos AJUNTAMIENTO GAY. En esos
casos, no se puede seguir usando la palabra MATRIMONIO, porque ésta se refiere
a la unión entre un hombre y una mujer; con procreación futura incluida, tal
como Dios quiso.
Lesbianas y gays son los adjetivos calificativos más
usados para reconocer a las ‘personas’ que tienen una orientación sexual diferente
a la de su naturaleza; el primero para las ‘mujeres’
y el segundo para los ‘hombres’;
estén o no operados quirúrgicamente para tal efecto, –que serían los
‘transexuales’– y que para nombrarlos
sería necesario identificarlos, no por la selección sexual de su preferencia,
sino por su sexo de origen. Espero que a
mis nietos no les toque ver los ajuntamientos de tres o más individuos, sea
cual fuere su sexo; pero si es el caso, ya les indicaré a cada uno de ellos
cómo llamarlos.
Para mí, este es el más inequívoco de todos los signos
que pueden anunciar el fin de ‘algo’; la ocasión anterior que se dio, fue con
los romanos (en el Sigo V) y un vastísimo, riquísimo y fortísimo imperio,
desapareció en menos de 30 años debido a sus degeneraciones y perversidades. Claro, fue peor que eso la primera vez que
sucedió: Dios envió El Diluvio para borrar de la faz de la Tierra, la
inmundicia de gente que los hombres habían desarrollado. En esas estamos hoy.
Yo no soy fatalista, pero cuando una sociedad cambia sus
formas morales, tendientes a lograr el bien
común, por otras que solo benefician
a minorías exacerbadas, Y NO TAN SOLO ESO, SINO QUE LOS LEGULEYOS LEGALIZAN
TALES ANOMALÍAS, para mí está muy claro:
algo verdaderamente fuerte y grave sucederá, para devolver a la naturaleza el
lugar que le corresponde; el que le dio Dios.
Y a la velocidad con la que todos estos asuntos abruman nuestras
sociedades, es posible que todavía esté yo vivo para cuando esto suceda. O sea, no falta mucho tiempo.
En todo este asunto de la ‘legalización’ de tan
antinaturales conceptos, quiero hacer un reconocimiento público en este
espacio, al MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, DON EDUARDO
T. MEDINA-MORA ICAZA, por haber sido el ÚNICO VOTO EN CONTRA, de la aprobación
para que las parejas de homosexuales puedan adoptar “hijos”. Sí, así es; volvió a ganar el mal contra el
bien (9 vs 1) ¿hasta cuándo seguirá ocurriendo eso?
Esta es una más de las
razones por las que la violencia, no cede dentro de la sociedad mexicana; y es
que también los gobernantes (en este caso poderes legislativo y judicial),
agreden la convivencia de la gran mayoría de los mexicanos; pues todas las
leyes que se autorizan a favor de homosexuales, lesbianas, gays y transexuales,
favorecen a menos del 0.01% (1 al millar) de los mexicanos.
En este caso, por
ejemplo, 25 MILLONES DE MATRIMONIOS MEXICANOS correctamente instituidos, se
tienen que ajustar a lo que la ley le otorga a menos de 50 mil ‘sociedades de convivencia (50,000÷25’000,000=0.002;
o sea, 0.02%). Esto es injusto. Estas
leyes, no tan solo NO PROTEGEN A LA MAYORÍA, sino que violentan la convivencia
con minorías antinaturales.
Nos urge un cambio de mentalidad hacia el bien común,
hacia el bien de la mayoría; hacia lo bueno y la bondad; en una palabra, hacia
Dios.
Orar sirve, oremos por México.
De todos ustedes, con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
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Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
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