¡Venga Tu Reino!

Septiembre 4 del 2011

¡Mis muy apreciables todos en Jesucristo!

En agosto pasado tuvo lugar la XXV Jornada Mundial de la Juventud, se celebró en Madrid, España y asistieron más de DOS MILLONES DE JÓVENES de todo el mundo.  En las redes sociales y en internet hay una cantidad inaudita de información acerca de este multitudinario evento, y además, es de fácil acceso.  Lean lo que quieran y puedan; les gustará, estoy seguro. Yo solo quiero comentar con ustedes un hecho evidente: El Espíritu Santo, es joven; no es ni viejito ni maduro, es muy joven.

Y esto lo digo con pleno conocimiento de causa. ¿Vieron la vitalidad del Santo Padre en cada uno de los eventos que presidió? ¿Vieron su sonrisa? ¿Oyeron la firmeza de su voz y la certeza de sus planteamientos? Parecía un cuarentón rivalizando con veinteañeros; y el Papa Benedicto XVI tiene ¡84 años! Pero, ‘lleno del Espíritu Santo’ (que es joven), les aguantó el trote a todos los jóvenes que tuvo que atender; cambiaban los cardenales a su derecha y a su izquierda, pero él seguía fresco, sonriente y vital.  ¡Puro Espíritu Santo! ¡Pura juventud!

A Dios gracias, mis dos hijas asistieron a sendos eventos de estos con el Papa Juan Pablo II, el Papa joven y de los jóvenes; la mayor en Denver y la menor en París. Ambas contaban a su regreso que las jornadas eran de veinte horas diarias, pero que no se sentía el cansancio al final del día, porque. . . lleno su corazón con el Espíritu Santo, se tenían fuerzas de sobra para el día siguiente. 

¡Por eso estoy seguro que el Espíritu Santo es joven, porque infunde vida nueva!

Suyo afectísimo en Cristo

Antonio Garelli