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lunes, 24 de febrero de 2020

MÍSTICA - LILIA GARELLI - MIÉRCOLES DE CENIZA - INICIO DE LA CUARESMA


“¡Señor, auméntanos la Fe!”
Domine, adauge nobis fidem


Riviera Maya, México, Febrero 26 del 2020.

M Í S T I C A
Por: Lilia Garelli

“…Con el sudor de tu rostro comerás el pan,
hasta que vuelvas al suelo,
pues de él fuiste tomado;
porque eres polvo y al polvo tornarás…
Génesis 3,19


MIÉRCOLES DE CENIZA

Muy estimados en Cristo:

Antes de tocar el tema que nos ocupará en este escrito, me pareció interesante recordar desde la esencia misma de la Creación de Dios, aquellos orígenes del cielo y la tierra.  “… Vio Dios cuanto había hecho y todo estaba muy bien…”  (Gen 1,31)

“…Entonces Yahvé Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente…”  (Gen 2,7).  Yahvé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer…” (Gen 2, 9)

Efectivamente, todo era bueno a los ojos de Dios, aquel suelo, aquel manantial que brotaba de la tierra, regando toda la superficie (Gen 2,6); narra las maravillosas condiciones del Edén, la casa del hombre y la mujer, donde solo disfrutarían del ser criaturas del Señor.  Desafortunadamente a causa del pecado, y del castigo divino, se perderían todos los atributos del bien creado.  El Papa Emérito Benedicto XVI nos lo explica claramente en la Homilía del Miércoles de Ceniza del 22 de febrero de 2012:  “…El polvo de la tierra ya no remite sólo al gesto creador de Dios, totalmente abierto a la vida, sino que se transforma en signo de un inexorable destino de muerte:  --Eres polvo y al polvo volverás – (Gen 3,19).

Remontándonos al Antiguo Testamento y tratando de entender el significado de purificación que tenía ya la “ceniza” en esos tiempos, quisiera remitirme a algunos textos que nos ilustran este contexto.  Vayamos juntos a consultar la Biblia en:

Replicó Abrahán: ¡Mira que soy atrevido de interpelar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza!
Por la multitud de tus culpas, por la inmoralidad de tu comercio, has profanado tus santuarios. Y yo he sacado de ti mismo el fuego que te ha devorado; te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miraban.
Por eso me retracto, y me arrepiento echado en el polvo y la ceniza.
¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido.
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,

Después de este paseo por el Antiguo y Nuevo Testamento podrán haber constatado que el sentido que tiene la ceniza es de arrepentimiento del mal cometido, de gran sencillez y humildad sobre el concepto de la propia persona y sobre las acciones de purificación que desean del pecado cometido.

Ahora bien, volviendo a la homilía del Papa Emérito Benedicto XVI nos ilustra de forma precisa al mencionar un texto de San Juan Crisóstomo diciendo:  «Adán fue creado puro por Dios para su servicio. Todas las criaturas le fueron concedidas para servirlo. Estaba destinado a ser el amo y el rey de todas las criaturas. Pero cuando el mal llegó a él y conversó con él, él lo recibió por medio de una escucha externa. Luego penetró en su corazón y se apoderó de todo su ser. Cuando fue capturado de este modo, la creación, que lo había asistido y servido, fue capturada con él» (Pseudo-Macario, Homilías 11, 5: pg 34, 547).

¡Qué importante reconocernos pecadores, y que a través de una efectiva humildad aceptemos nuestra indignidad; pero es necesario también, aceptar el inmenso amor que Dios nos tiene, dándonos ¡Su Misericordia infinita!  La esperanza de saber que podremos ser perdonados de nuestras faltas, mostrando arrepentimiento fiel y dando Gloria a Dios con todos nuestros actos, porque: ¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto al Dios vivo!
¡Arrepiéntete y Cree en el Evangelio!
Participa de este medio de reconocimiento de tu imperfección, pero será más importante tu verdadera conversión acercándote a los Sacramentos que te facilita la Iglesia como medios de purificación (Reconciliación) y de alimento para mantener la gracia en tu alma (Eucaristía).

«Lo que inicialmente era carne, procedente de la tierra,
 un hombre de polvo, (cf. 1 Co 15, 47),
 y fue disuelto por la muerte y de nuevo transformado en polvo y ceniza
 —de hecho, está escrito: eres polvo y al polvo volverás—,
 es resucitado de nuevo de la tierra.
 A continuación, según los méritos del alma que habita el cuerpo,
la persona avanza hacia la gloria de un cuerpo espiritual»

Orígenes – (Teólogo y Padre de la Iglesia Griega)
(Principios 3, 6, 5: sch,268, 248)
Afectísima en Jesucristo,

Lilia Garelli


MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA CUARESMA

  
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