¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Abril 8 del 2017
“. . .vosotros
seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días.”
Nuestro Señor
Jesucristo
(Hc 1,5)
MISA DE ENVÍO EN EL
TEPEYACAC
Muy
estimados todos en Cristo Jesús:
Para los miles de fieles laicos, sacerdotes y consagrados,
que nos reunimos en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe (La Villa) –para la Misa de Envío de la
Megamisión– es un momento muy especial, pues, aunque sea la vigésima o enésima
ocasión similar, sabemos que en el lugar de misión a donde vamos, todo puede
ser diferente a lo anteriormente vivido.
Son tal cantidad de milagros y diosidencias las que vamos a experimentar,
convivir y transmitir, que solo le pedimos a Dios nuestro Señor que seamos
‘dignos de Él’.
Esta Celebración Eucarística, que empezó a realizarse a
partir de la III Mega-misión de Juventud y Familia Misionera (1996); ha tenido
Eminentísimos invitados, como: los Nuncios Apostólicos de Vaticano en México,
el Arzobispo Primado de México, los Obispos de las Diócesis a visitar, los
Directores Generales y Territoriales del Regnum Christi, entre muchos otros; todos
con una homilía preparada para tan singular momento: el envío de miles de
misioneros dispuestos a cumplir el Mandato del Señor: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a
toda la creación.” (Mc 16,15)
¡Siempre fuimos muchos, pero ahora somos muchísimos! Decenas
de miles de misioneros en más de una veintena de países de América y Europa,
dejan todo (absolutamente todo), para misionar; para acompañar en sus propios
lugares a nuestros hermanos en la Fe, en las celebraciones de Semana
Santa. No, no hacemos ‘turismo religioso’; realizamos trabajo
misionero de la mano de los queridos Párrocos y con la autorización de los
Señores Obispos. No, tampoco hacemos ‘servicio social’; porque predicar el
Evangelio es una obra esencial de la Iglesia y Misionar es una Mandato Divino.
Lo que vayamos a sufrir o a disfrutar, lo hacemos por Cristo,
con Él y en Él; si ocurren Milagros o Diosidencias (que por supuesto habrá, y
muchos), los vamos a vivir junto con los fieles del lugar; siendo siempre ‘para la mayor gloria de Dios’ (S.I.L.); y nunca en virtud de nosotros,
pues siempre es Dios quien los hace. No
importarán ni incomodidades, ni carencias, ni desvelos, ni insuficiencias; en
todo caso, todos serán ‘pequeños inconvenientes’ para ofrecer a Cristo durante
los próximos nueve días.
Bebés, niños y niñas, papás y mamás, jóvenes y señoritas y
uno que otro abuelo y abuela ya estamos preparados para la Megamisión 2017
de Juventud y Familia Misionera; RECUERDEN QUE SI NO NOS ESTÁN
ACOMPAÑANDO, ES PARA QUEDARSE A ORAR POR NOSOTROS Y LOS RESULTADOS DE LA
MISIÓN; solo eso los exime por no venir.
Orar
sirve, oremos por México y oremos por la Megamisión.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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