“… Señor, quédate con nosotros …”
San
Cleofás en Emaús
Riviera
Maya, México; Mayo 7 del 2025.
MÍSTICA
¡ENTREGA
NO 300!
Por:
Lilia Garelli
“…Examinadlo todo; quedaos con lo
bueno…” (1Ts 5,21)
Papa
Francisco
Gaudete et Exsultate 168
Alegraos
y Regocijaos
“Sobre el llamado a la
Santidad en el mundo actual”
Estimados en Cristo:
En este ambiente del novenario en favor de nuestro querido difunto Papa Francisco, continuamos con la reflexión de esta preciosa Exhortación Apostólica. La semana pasada el Papa nos hablaba del “Discernimiento” pero no de un simple discernimiento fruto del razonamiento superficial que nos puede dar también el sentido común, sino de un discernimiento profundo que nos ayude a reconocer el bien del mal en su esencia y particularidades; en el apartado que consideraremos a continuación el Papa ahondará en este tema:
· Una necesidad imperiosa:
En este nuevo inciso el Papa nos hablará del “hábito del discernimiento” porque en el mundo en el que vivimos, que nos presenta cantidad de posibilidades de acción y de distracciones, es fácil que nos podamos confundir al definirlas como “válidas y buenas” cuando realmente solo son confusas y son solo resultado de una moda o apariencia efímera.
“…Esto resulta especialmente importante cuando aparece una novedad en la propia vida y entonces hay que discernir si es el vino nuevo que viene de Dios o es una novedad engañosa del espíritu del mundo o del espíritu del diablo. En otras ocasiones sucede lo contrario, porque las fuerzas del mal nos inducen a no cambiar, a dejar las cosas como están, a optar por el inmovilismo o la rigidez…” (PF – GE No. 168).
En efecto, como lo mencionamos anteriormente, las propuestas del maligno suelen ser poco claras, sin definición y ante las angustias, temores, búsquedas de lo que es mejor, o en dado caso lo que es factible para hacer un bien mayor, nos es difícil reconocer lo que es correcto; por ello es necesario hacer el análisis de lo que está a nuestro alrededor, esto es: “los signos de los tiempos” en nuestra vida, y siempre hacerlo pidiendo la ayuda del Espíritu Santo para lograr un correcto discernimiento, esto con el fin de actuar conforme a los criterios de Dios.
· Siempre a la Luz del Señor:
En este apartado el Papa Francisco nos ayuda a reflexionar cómo el discernimiento se puede dar en cualquier momento, es necesario en cualquier decisión que hagamos, sin que tenga que ser una ocasión trascendente o difícil de solucionar; una vez que reconocemos que no estamos solos y que en todo momento está Dios nuestro Señor junto a nosotros; ¡sí, así!, como ese mejor amigo que anhelamos tener en diversos momentos, incluso para platicar cómo nos sentimos en ese instante, si hay alegría, melancolía o solamente el deseo de meditar en esos espacios de soledad o de inspiración ante lo que nos ofrece la misma naturaleza al disfrutar de ella, es válido reconocer que Dios está con nosotros, acompañándonos, dándonos su luz para seguir adelante en las cosas propias de la vida. en los esfuerzos de la vida cotidiana, e incluso en la misma invitación que Dios nos hace para superar ciertos defectos personales que nos abruman.
“…Se trata de no tener límites para lo grande, para lo mejor y más bello, pero al mismo tiempo concentrados en lo pequeño, en la entrega de hoy. Por tanto, pido a todos los cristianos que no dejen de hacer cada día, en diálogo con el Señor que nos ama, un sincero “examen de conciencia”. Al mismo tiempo, el discernimiento nos lleva a reconocer los medios concretos que el Señor predispone en su misterioso plan de amor, para que no nos quedemos solo en las buenas intenciones…” (PF – GE No. 169).
· Un don Sobrenatural:
El Papa nos hace ver que las posibilidades que tenemos como ser humanos en el aspecto del razonamiento y la deducción, en donde nos pueden ayudar las ciencias psicológicas, sociológicas, morales y existenciales, son válidas para el discernimiento, pero para llegar a un discernimiento trascendente es necesario reconocer que es “una gracia” que Dios nos da. El Papa nos lo explica claramente:
“…Recordemos siempre que el discernimiento es una gracia. Aunque incluya la razón y la prudencia, las supera, porque se trata de entrever el misterio del proyecto único e irrepetible que Dios tiene para cada uno y que se realiza en medio de los más variados contextos y límites…” (PF – GE No. 170).
Es muy importante que valoremos las constantes gracias que Dios nos da en cada instante de la vida, porque solemos ir con la corriente, sin darnos cuenta del cuidado y dedicación que Dios le aporta a cada alma, sin diferencias, ni condiciones especiales, Él ha creado a cada alma y la ama en exclusiva a cada una de ellas.
“…No está en juego solo un bienestar temporal, ni la satisfacción de hacer algo útil, ni siquiera el deseo de tener la conciencia tranquila. Está en juego el sentido de mi vida ante el Padre que me conoce y me ama, el verdadero para que de mi existencia que nadie conoce mejor que Él. El discernimiento, en definitiva, conduce a la fuente misma de la vida que no muere, es decir, conocer al Padre, el único Dios verdadero, y al que ha enviado: Jesucristo…” (PF – GE No. 170).
“…En la tumba de San
Ignacio de Loyola se encuentra este sabio epitafio: - Non
coerceri a maximo, contineri tamen a minimo divinum est -
(Es divino no asustarse por las cosas grandes
y a la vez estar
atento a lo más pequeño) …”
Papa
Francisco
Gaudete
et Exsultate No. 169
Afectísima en Jesucristo,
Lilia Garelli
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de proclamar El Evangelio.
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