“… Señor, quédate con nosotros …”
San Cleofás en Emaús
Riviera
Maya, México; Mayo 28 del 2025.
MÍSTICA
Por:
Lilia Garelli
“…La Palabra del Señor es viva y
eficaz, (…) discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón (Hb 4,12) …”
Papa
Francisco - Dilexit Nos No. 4.
DILEXIT NOS (2) - Él nos Amó
“Sobre el Amor Humano
y Divino del Corazón de Jesucristo”
Estimados en Cristo:
Una vez que conocemos el contenido de esta nueva Carta Encíclica “Dilexit Nos” – Él nos amó mostrado en el escrito pasado, los invito a prepararse y ponerse en presencia de Dios, para que al reflexionar en cada uno de los temas podamos comprender fielmente lo que el Papa Francisco nos quiere decir a través de este documento:
I. La Importancia del Corazón:
Como bien nos dice el Papa, la palabra “corazón” hoy en día nos puede llevar a múltiples significados, muy humanos varios de ellos y válidos ciertamente, pero lo importante aquí será también conocer el amor de Dios a través de ese “Sagrado Corazón de Jesús”, para poder llegar a los conceptos trascendentes, agregaremos algunas acepciones muy comprensibles al entender humano.
· ¿Qué expresamos cuando decimos “corazón”?
Si nos fuéramos a la explicación biológica, nos diría que es el órgano que impulsa la sangre por el organismo, lo hace mediante una serie de movimientos que bombean la sangre, haciendo que ésta circule por las venas y arterias, llevándola a todas las partes del cuerpo, este proceso pertenece al sistema circulatorio, mucho faltaría hablar de esta esencial y maravillosa parte de nuestro cuerpo que, sin ella, nuestra vida sería inexistente.
Por otro lado, para llegar a las acepciones más profundas del corazón, para estar a tono con el tema que el Papa quiere tocar, debemos hablar de la filosofía del corazón, y para ello debemos hacer conexión con lo trascendente y con lo que guía a la razón para que ésta no caiga en el error, a pesar de que es necesario utilizar la razón para poder elegir lo que consideramos correcto, es importante tomar en cuenta lo que con el corazón intuimos.
Resumiendo un poco las distintas acepciones que el Papa nos marca en este apartado podríamos tomar en cuenta lo siguiente: “…En el griego clásico profano –“ kardia” – lo más interior de los seres humanos, animales y plantas; en Homero: el centro corporal, anímico y espiritual del ser humano; en la Ilíada, el pensar y el sentir están muy próximos entre sí; el corazón es el centro del querer y donde se fraguan las decisiones importantes de la persona; en Platón el corazón las facultades superiores como las pasiones se transmiten a través de las venas que confluyen en el corazón…” (PF – DN No. 3). Por lo tanto, el corazón desde la antigüedad era considerado como el centro de nuestro ser de donde confluyen las capacidades sensibles del ser humano, además del lugar donde se toman las principales elecciones de nuestra vida.
El Papa hace mención a múltiples textos tanto del antiguo como del nuevo testamento haciendo alusión a las particularidades de los sentimientos, reacciones y decisiones que tomamos los seres humanos en nuestra vida, dependiendo de las circunstancias que estamos viviendo como por ejemplo:
Los discípulos de Emaús que vivían momentos de angustia, confusión y desesperanza, después de los acontecimientos de la Pasión y Muerte de Jesucristo, en su inconsciente camino con Él decían: “… ¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino? (Lc 24,32) (PF – DN No. 4).
Por otro lado, recordarán el dicho ese que dice “de la abundancia del corazón habla la boca”, hay tantas cosas de las que no nos damos cuenta cómo las expresamos, pero sin lugar a duda, brotan en tantas expresiones de nuestro ser, a través del lenguaje corporal, la mirada y no se diga, a través de las palabras y acciones; por ello el Papa nos dice: “… el corazón es el lugar de la sinceridad, donde no se puede engañar ni disimular. Suele indicar las verdaderas intenciones, lo que uno realmente piensa, cree y quiere, los “secretos” que a nadie dice y, en definitiva, la propia verdad desnuda. Se trata de aquello que no es apariencia o mentira sino auténtico, real, enteramente “propio” …” (PF – DN No. 5).
En efecto, lo que nos dice el corazón, no lo podemos evitar, porque es una mezcla de la conciencia que de manera infusa Dios nos dejó en el alma y que bien formada, combinada con la capacidad de razonar nos es difícil no escucharla; sin embargo, las tentaciones de este mundo constantemente nos proponen ir en contra de toda buena intención que pueda tener; por ello el Papa nos invita a cuidarlo de toda mala influencia que lo corrompa, recordándonos lo que dice el libro de los Proverbios: “…Con todo cuidado vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida. Aparta de ti las palabras perversas y aleja de tus labios la maldad (4,23-24). La pura apariencia, el disimulo y el engaño dañan y pervierten el corazón. Más allá de tantos intentos por mostrar o expresar algo que no somos, en el corazón se juega todo, allí no cuenta lo que uno muestra por fuera y los ocultamientos, allí somos nosotros mismos. Y esa es la base de cualquier proyecto sólido para nuestra vida, ya que nada que valga la pena se construye sin el corazón. La apariencia y la mentira sólo ofrecen vacío…” (PF – DN No. 6)
“…Nada más tortuoso
que el corazón humano y no tiene arreglo;
¿quién puede penetrarlo? …”
Jr
16,15
Afectísima en Jesucristo,
Lilia Garelli
También me puedes seguir en:
diosidencias@gmail.com lilia.garelli@gmail.com
https://twitter.com/antoniogarelli y https://www.facebook.com/tono.garelli
www.demilagrosydiosidencias.blogspot.mx
Solo por el gusto
de proclamar El Evangelio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario