De Milagros y Diosidencias: 3,888 DIAS EN LA RED

“¿Por qué te afliges? ¿No estoy Yo aquí que soy tu madre?”

Nuestra Señora de Guadalupe del Tepeyac

Riviera Maya, México; Abril 24, del 2022.

De Milagros y Diosidencias

Solo por el gusto de proclamar El Evangelio

MMMDCCCLXXXVIII

HOY: 3,888 DÍAS ININTERRUMPIDOS EN LA RED DE INTERNET

www.demilagrosydiosidencias.blogspot.mx

Muy estimados todos, en Cristo Jesús:

Reciban un cordial y afectuoso saludo. Desde que aprendí a usar los números romanos me gustó mucho la mecánica de su uso; no me la enseñaron en la escuela, me la enseñó en la casa mi Tío Carlo, dos años antes que en el colegio. Me parecen muy elegantes, distinguidos y significativos, por eso los uso.

La repetición de algunas letras (y otras no), hace que las ‘cifras’ tomen formas muy singulares, a veces, hasta curiosas; como esta que les pongo ahora:

3 M – una D – 3 C – una L – 3 X – una V y 3 I, lo que es igual a 3,888.

(Los invito a analizar qué tiene de particular la cifra, en Números Romanos)

Y esta increíble cantidad, ¡son los días que nuestro Blog ha estado ‘al aire’ (en realidad, en el cable y en las ondas) en la red de Internet! ¡Son tres mil ochocientos ochenta y ocho días! ¡¡DIEZ AÑOS, SEIS MESES, TRES SEMANAS Y UN DÍA!!

A mí me parece muchísimo tiempo, y ahora, apoyado por mi amada esposa Lilia, más gusto me da festejar nuestra continuidad y permanencia en la WEB.

Queremos duplicar la cifra, solo Dios sabe, pero las estadísticas, la salud y los antecedentes, hoy, podrían hacerlo posible; si El Señor lo permite.

Gracias a Dios, por permitirnos difundir Su Mensaje de Salvación.

Gracias a los 127 países que se conectan a nuestra página.

Gracias a los miles de visitantes que cada año nos honran con sus ‘entradas’.

Gracias a los amigos (nuevos y antiguos, conocidos y sin conocer en persona).

Gracias a los familiares (¡son decenas!) por identificarse con nosotros.

Gracias, Vida, no podemos más que estar infinitamente agradecidos con tal cúmulo de bendiciones.

Orar sirve, nuestra alma lo agradece y nuestra mente también.

De todos ustedes afectísimos en Cristo,

Lilia y Antonio Garelli

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