“¿Por qué te afliges? ¿No estoy Yo
aquí que soy tu madre?”
Nuestra Señora de Guadalupe del Tepeyac
Riviera
Maya, México; Marzo 23, del 2022.
MÍSTICA
Por:
Lilia Garelli
“…Es un amor total, esto es, una forma singular de amistad personal,
con la cual los esposos comparten generosamente
todo,
sin reservas indebidas o cálculos egoístas…”
San PauloVI
Humanae Vitae No. 9
EL VALOR DE LA VIDA HUMANA (23)
Reestablecer el concepto del
Amor Humano (15)
Síntesis
Conclusiva
Estimados en Cristo:
Después de 14 semanas en que iniciamos las reflexiones sobre las 129 catequesis de San Juan Pablo II sobre la “Redención del cuerpo y la sacramentalidad del matrimonio” todo ello enmarcado en el gran tema del “Amor humano en el plan divino”, hemos quedado maravillados de la profundidad de las enseñanzas que contienen las palabras de Cristo inscritas en la Sagrada Escritura y la importancia que San Juan Pablo II enmarca momento a momento, en la necesidad de ir “mar adentro” al reflexionar en el inmenso amor que Dios nos ha tenido “desde el principio” en Su Plan Divino.
A lo largo de estas semanas hemos releído y estudiado diversas fracciones de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes y la Carta Encíclica de San Pablo VI Humanae Vitae, en todas ellas San Juan Pablo II deseó fundamentar las interrogantes de naturaleza teológica, pertenecientes al ámbito de la antropología y de la teología que él denominó “Teología del Cuerpo”.
El entonces Vicario de Cristo nos explicaba así: “…Las reflexiones desarrolladas han querido afrontar los interrogantes surgidos en relación a la encíclica Humanae Vitae. La reacción que ha suscitado la encíclica confirma la importancia y la dificultad de estos interrogantes, que han sido de nuevo puestos de relieve por afirmaciones posteriores de Pablo VI, en las que él sostenía la posibilidad de profundizar en la exposición de este ámbito de la verdad cristiana…” (SJPII - Cat. CXXXIII No.2).
Como lo hemos comentado en varias ocasiones, la Iglesia a través de los Vicarios de Cristo a lo largo de la historia de la humanidad, han hecho un gran esfuerzo por guiar a la grey católica en los principios correctos de la moral y en este caso en específico de la “moral conyugal” orientándonos ante las disyuntivas y confusiones creadas por una civilización de la muerte, expresada de diversas maneras; la revolución sexual, minimizando el amor esponsal, y relativizando la unión de los esposos para la procreación. San Juan Pablo II se esforzó denodadamente por contribuir con una “Pastoral para la Vida” rescatando el verdadero sentido del matrimonio y de la familia.
Dentro de las múltiples decisiones tomadas por San Juan Pablo II fue convocar a un Sínodo de Obispos para que estudiaran y analizaran los momentos históricos que se estaban viviendo y se definieran los principios claros que afrontaran como él bien describe en la síntesis de sus catequesis: “…los interrogantes que suscita la encíclica Humanae Vitae, sobre todo en teología, para formular tales interrogantes y buscarles respuesta, es necesario encontrar ese ámbito bíblico-teológico al que nos referimos cuando hablamos de “redención del cuerpo y la sacramentalidad del matrimonio”. En este ámbito se encuentran las respuestas a los perennes interrogantes de la conciencia de hombres y mujeres, y también a los difíciles interrogantes de nuestro mundo contemporáneo respecto al matrimonio y a la procreación…” (SJPII – cat. CXXXIII).
Al mismo tiempo que se desarrollaba el Sínodo de Obispos, San Juan Pablo II llevó a cabo su estudio y análisis a través de las catequesis sobre la “Teología del Cuerpo” que hemos reflexionado desde el 15 de diciembre en este espacio de Mística y como fruto de los trabajos del Sínodo, San Juan Pablo II publicó la Exhortación Apostólica “Familiaris Consortio”, publicada el 22 de noviembre de 1981, dirigida al Episcopado, al Clero y a los fieles de toda la Iglesia sobre la misión de la familia cristiana en el mundo actual; misma que les he recomendado en varias ocasiones y que sin duda, detalla claramente toda la problemática contemporánea del matrimonio y la familia, dando a todos los católicos luces claras sobre los principios correctos para vivir el matrimonio y la familia según el Designio de Dios desde el principio.
En este escrito damos por terminado el análisis sobre este tema, esperando que les haya dejado el deseo de seguir formándose, estando al tanto de todos los escritos y documentos que la Iglesia católica pone a nuestra disposición y ¡qué mejor! ahora en que la comunicación por medios digitales nos permite el fácil y rápido acceso a ellos.
Los invito a que vivamos pues con la ayuda de la gracia de los Sacramentos, sabiendo que de ellos recibimos la fortaleza para seguir adelante en el esfuerzo de estar cerca de Dios, como el centro de nuestra vida cotidiana y a través de la oración el camino que nutra nuestra vida en este peregrinar hacia la vida eterna, procurando que nuestro esfuerzo caiga en tierra buena para que dé el fruto que corresponda, según el don de Dios.
“…Quien ama de verdad a su propio
consorte,
no lo ama sólo por lo que de él recibe sino
por sí mismo,
gozoso de poderlo enriquecer con el don de sí…”
San Paulo VI Humanae Vitae No. 9
Afectísima en Jesucristo,
Lilia Garelli
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Solo por el gusto
de proclamar El Evangelio.

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