“¿Por qué te afliges? ¿No estoy Yo
aquí que soy tu madre?”
Nuestra
Señora de Guadalupe del Tepeyac
Riviera
Maya, México; Febrero 2, del 2022.
MÍSTICA
Por:
Lilia Garelli
“… Así pues, mirad atentamente cómo vivís, no
seáis necios, sino sabios …”
San Pablo - Ef 5, 15
EL VALOR DE LA VIDA HUMANA (16)
Reestablecer el concepto del
Amor Humano (8)
El Matrimonio Cristiano (3)
Muy estimados en Cristo:
Sigamos con este maravilloso tema sobre el Matrimonio Cristiano en las reflexiones sobre el Sacramento del Matrimonio que San Juan Pablo II nos dejó en las enseñanzas de la “Teología del Cuerpo”.
En este escrito analizaremos otra parte del texto en la Carta de San Pablo a los Efesios en el Capítulo 5 y que contiene la Catequesis XCII de San Juan Pablo II, en donde él nos ayuda a reflexionar sobre la analogía entre el vínculo esponsal que une a Cristo y a la Iglesia y el que une al marido y a la mujer en el matrimonio. Los versículos que se incluyen son del 25 al 27:
“…Maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo ha amado a la Iglesia y se ha entregado a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola por medio del baño del agua y la palabra, para presentarse a sí mismo una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada…”
San Juan Pablo II nos muestra cómo este texto nos presenta una visión de la “Iglesia gloriosa” una vez santificada por Cristo, y cómo metafóricamente hace la analogía con el cuerpo humano, que puede verse demacrado y envejecido por el pecado. Por ello San Pablo invita a renovarse en el “hombre nuevo” como bien dice el entonces Papa Juan Pablo II “… es significativo que San Pablo explique toda esta realidad, que por esencia es espiritual y sobrenatural, a través de la semejanza del cuerpo y del amor por el que los cónyuges, marido y mujer se hacen - una sola carne - …” (SJPII Cat. No. XCII-3)
“…El autor presenta el amor de Cristo por la Iglesia –ese amor que hace de la Iglesia el cuerpo de Cristo, del que Él es la cabeza – como modelo del amor de los esposos y como modelo de las bodas del esposo y de la esposa. El amor obliga al esposo-marido a ser solícito por el bien de la esposa-mujer, le compromete a desear su belleza y al mismo tiempo a sentir esta belleza y a cuidar de ella…” (SJPII Cat. No. XCII-4).
Es impresionante cómo podemos cambiar los conceptos del amor humano tangible y en muchas ocasiones con bases superficiales, cuando trascendemos la visión de las ideas, de tal forma que nos llevan más allá de una concepción vacía y efímera. Sin duda el Matrimonio Cristiano es una gracia que Dios nos permite tener a través de la profundidad de un Sacramento = “sacra – sagrado” y “mentum – momento” = “sagrado momento”, como bien nos explica el Catecismo de la Iglesia Católica en el No. 1661:
“…El sacramento del Matrimonio significa la unión de Cristo con la Iglesia. Da a los esposos la gracia de amarse con el amor con que Cristo amó a su Iglesia; la gracia del sacramento perfecciona así el amor humano de los esposos, reafirma su unidad indisoluble y los santifica en el camino de la vida eterna…”
Desafortunadamente, los criterios generalizados de la sociedad contemporánea, ha desvirtuado la profundidad de la unión matrimonial y se ha prestado a múltiples combinaciones que han dañado la esencia del matrimonio y limitado el significado sobrenatural que Dios le dio desde el principio de la creación del hombre y la mujer.
Es importante no perder de vista el sentido que San Juan Pablo II le ha dado a su análisis de la Carta a los Efesios, desprendiendo la importancia de la realización histórica del proyecto divino de salvación, como bien lo resume el autor de la introducción a este quinto ciclo como sigue: “…Si el misterio de Cristo y la Iglesia es un signo ―visible― del ―Mysterium absconditum―, el matrimonio es signo ―visible― de la gracia sacramental, que a su vez es también realización del Misterio de salvación escondido en Dios…”
Lo anterior se confirma en la catequesis No. XCIII en el párrafo 6, donde analiza la Carta a los Efesios en el texto (Ef 1, 9) – dándonos a conocer el misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano. San Juan Pablo II muestra la analogía que San Pablo realiza del misterio que se realiza por el hecho de que Cristo ha amado a la Iglesia con un acto de amor redentor y se ha entregado a sí mismo por ella, de esa misma manera se ha unido con la Iglesia de forma esponsal, igualmente como el marido se ha unido a la mujer en el matrimonio instituido por el Creador.
Los invito a profundizar en la reflexión de estas catequesis de San Juan Pablo II sobre el Amor Esponsal y la Alianza en la Tradición de los Profetas en la Catequesis No. XCV, ya que tienen una especial dificultad por el profundo significado entre el plan divino redentor y la importancia de su analogía con la unión matrimonial entre el hombre y la mujer, liberándolos de toda concupiscencia por el pecado original y dándole un sentido escatológico.
¡Ánimo, busquen el tiempo para hacerlo, no se van a arrepentir al descubrir que ha sido un tiempo valioso para el conocimiento y fortalecimiento de su fe!
“…El Matrimonio – el Sacramento más antiguo…”
San Juan Pablo II
Afectísima
en Jesucristo,
Lilia Garelli
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Solo por el gusto
de proclamar El Evangelio.
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