LAS PÁGINAS QUE SE LEEN ENSEGUIDA,
SON PARTE DE MI LIBRO
“El
Evangelio Según Zaqueo”
(EL ARCA
EDITORES - 2004)
Una muy personal forma de ver,
La Vida Humana de Dios Hecho Hombre.
“Santifícalos con
La Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Riviera
Maya, Q.R., México;
Julio 14 del 2019.
19 DE 40
LOS
PARIENTES DE JESÚS (1 DE 2)
Los
parientes de Jesús, todos ellos hijos de familiares de María, eran un caso
especial entre ‘los galileos’. Tanto Santiago ‘el menor’ como Judas Tadeo eran
primos del Señor. Desde niños su apego
había sido profundo y auténtico, como ‘entre hermanos’; los dos eran menores en
edad que Jesús por lo que siempre lo vieron como “el hermano mayor”. Su madre
era María, la esposa de Cleofás y prima de María la Madre de Jesús. Solo estos
dos llegaron a ser Apóstoles; no obstante, dentro del grupo de los discípulos
que seguían a Jesús, se encontraban otros que terminaron por no seguirlo y
dedicarse a cosas más terrenales.
Para
Pedro, Juan y Leví, siempre fueron un asunto difícil de manejar, pues éstos
daban por hecho que, al ser todos ellos más cercanos al Maestro en función de
su parentesco, entenderían o aprovecharían mejor esa situación ventajosa, para
ser ejemplo de entrega como Apóstoles y fieles discípulos del Señor. No fue
así. Solo Santiago y Judas lo lograron.
Las
otras primas de María: Rebeca, Laila y Noemí, nunca se interesaron (y hasta
creo que nunca entendieron) suficientemente bien acerca del Gran Personaje que
tenían en su familia. Sus Hijos fueron de aquellos que trataban de disuadir al
Señor de “sus locuras o delirios de grandeza” que como Hijo de Dios proclamaba.
Para Mateo esta gente era indigna de haber nacido, ya que, siendo sus
familiares, debía existir una entrega total a la obra del Mesías.
Santiago
siempre fue un hombre mesurado, sincero en su hablar y en su actuar, jamás tomó
ventaja de su posición como pariente de Jesús y en cambio, siempre fue
reconocido por todos los discípulos y Apóstoles como una pieza fundamental en
la predicación del Evangelio.
“El
Menor”, como lo llamaban para distinguirlo del otro Santiago, el hijo de
Zebedeo, que era mayor en edad que él, fue el primo preferido de juegos en la
infancia para Jesús de Nazaret. Convivieron en muchísimas ocasiones toda clase
de aventuras como niños, adolescentes y jóvenes. Todas las correrías de Jesús
por el campo cercano a Nazaret las realizó junto con Santiago y Judas, sus
queridos primos maternos.
Cleofás
era un hombre dedicado al comercio de animales vivos, los cuales compraba y
vendía en los mercados de toda Galilea; en ocasiones llegaba a adquirir ganados
en cantidad importante y por la temporada de frío tenía que retenerlos por
algún tiempo. Todas las crías que nacían durante ese lapso eran responsabilidad
de sus hijos pequeños, quienes junto con Jesús disfrutaban enormemente del
trabajo asignado.
Ovejas,
cabritos y terneros eran parte integrante de los juegos de los primos más
cercanos de Jesús de Nazaret, tan amados por el Señor, que incluso había gente
que pensaba que todos eran hermanos. Las Primas Marías, sus madres, igualmente
eran tan afines que hubo quien dijo que ambas eran hijas de Ana y de Joaquín.
Cuando
viajaban en familias a Cafarnaúm para atender los negocios de Cleofás y de
José, los trayectos eran inolvidables, ya que siempre “llegaba a suceder algo sobrenatural” que los maravillaba a todos;
el único que reía a voz en cuello era el Pequeño Jesús, quien provocaba esos
acontecimientos aún sin querer asustarlos a ellos. El evento sería guardado en
secreto entre los familiares, como algo que “…El Dios de nuestros padres nos quiso enseñar para manifestarnos su amor
y su predilección”, eran las palabras de ‘justificación’ de José ate tales sucesos.
Sin embargo, Cleofás sí continuaba con las preguntas para explicarles tales ‘hechos poco comunes’ que el hijo de José
y María podía realizar.
Ʊ Ω Ʊ
Orar sirve, es bueno para nuestra alma y
nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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por gusto de proclamar El Evangelio.
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