Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Enero 4 del 2019.
El escrito que a continuación se lee, es
parte de mi libro:
Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
Historia Épica de Doce Escritores del Siglo Primero
y un Recopilador del Imperio Romano
72a. Entrega
CAPÍTULO DÉCIMO
‘.
. . nam qui perdiderit animam suam propter me,
salvam
faciet illiam. . .’
(‘. . . y quien perdiere su alma por
amor a mí, la salvará. . .’)
Novus Villa Garlla Canea, Episcopâtus Cretiens
Iulius IV
LXVII A. D.
PETRUS
APOSTÔLUS, CHRISTUS VICARÎUS, MARTYRÎUM
ET PAULUS,
GENTILIS APOSTÔLUS, MARTYRÎUM
Este
es el día más amargo y triste de mi vida; me estoy enterando del martirio de
los dos hombres que más he amado en mi existencia, sin ser ellos ni mi padre,
ni mis hijos; me refiero a Petrus y Paulus Apostôlus. Yo amo a Iesus Christi por sobre todas las cosas,
gracias a sus Benditos Dones, La Fe, La Esperanza y La Caridad; le amo
inclusive más que a mi familia; pero el amor a estos dos hombres era par mí,
como amar al Señor en vida humana. Eran
tan diferentes y al mismo tiempo tan parecidos, que cada vez que me reunía con
ellos, sentía estar con el mismísimo Divinus
Rabbuni Iesus Nazarenus o el Christus
en vida; algo que nunca pude hacer.
En
Petrus veía yo al Mashiaj, a El Señor; en Paulus al Rabbuni. En el primero se
notaba la reciedumbre del Galileo; en el segundo la sapiencia del Maestro. En uno podía ‘sentirse’ la razón de su Evangelîum; en el otro podía ‘razonarse’
el porqué de Su Venida. Hablar con Petrus era en cierta forma ‘oír’ Iesus Christi; hacerlo con Paulus era ‘entender’ sus Mandatos. Si Petrus
era ‘la piedra angular’ a partir de la cual se iniciaba el cimiento de la
Iglesia; Paulus era la columna
central del desplante a las alturas. Petrus, el galileo, era la fuerza
indómita; Paulus, el de Tarso, era la
sapiencia infalible.
Si
el dolor es esto que ahora siento, entonces yo nunca había experimentado el
dolor del alma. Duele más que mi “Saeta
Achaia” en el cuello.
Gallio,
mi hijo, también debe estar padeciendo un profundo dolor por estos martirios,
ni siquiera me ha escrito una nota; las palabras del correo simplemente han
sido:
“En Iunius
XXIX, Petrus Apostôlus ha sido crucificado y puesto ‘de cabeza’ en la
Colina Vaticana en Roma; muriendo ahogado con su propia sangre. En Iunius XXX, Paulus Apostôlus ha sido decapitado Roma extra mura. Ambos asesinatos han sido ordenados por Nerone Cæsar. Y ejecutados por la Guardia Pretoriana. Nada hagas, Patis, por amor a Dios nuestro
Señor.”
¡Si
nada hago, esta bestia del mal, hijo de Satanás, llamado César Nerón, acabará
con la vida de todos los Christiani,
incluidos Gallio y yo! ¡¡¿Cómo me pide que ‘nada
haga’?!! ¡¡Ay, que pena más grande, Señor, ni siquiera puedo gritarlo para
desahogarme; pues has puesto en mí un ‘freno’ en forma de “Saeta Achaia” que
detiene mi natural impulso!!
¡¡Ay,
Señor mío Iesus Christi, no permitas
estos tormentos en mi alma, porque me hacen pecar contra ti!! ¡¡Yo no tengo la
fortaleza de espíritu que tus Santos Apóstoles, Discípulos o Escogidos; yo soy
un pecador normal, común y corriente, Señor!!
¡Yo ya debía haber muerto para no vivir estos martirios que tanto
ofenden Tu Nombre y que tanto desesperan mi alma!
¡¡Ya
no más Señor Iesus Christi; ya no
aguanto más!! No me pueden estar matando
a tus Servus y que yo nada esté
haciendo para evitarlo o al menos prevenirlo que suceda. Ya inclusive han
empezado a aparecer esos ‘falsos profetas’
de los que Tú hablaste a tus Santos Elegidos; Señor mío Iesus Christi, ¡déjame actuar!; déjame ponerles en custodia a
todos; para que, si han de morir, sea por causas naturales, no por asesino
martirio.
+ + +
Novus Villa Garlla Canea, Episcopâtus Cretiens
Iulius IX
LXVII A. D.
PATIS DIDAKÉ, ENSEÑANZA
PARA PAPÁ
Más
he tardado en mis quejas ofensivas al Señor, que en que me llegue la respuesta
respecto de mis vanas solicitudes de ‘procuración de justicia’. La misiva es de Gallio, mi amado hijo
Presbítero, o como yo le digo: “Legionario de Iesus Christi”; me escribe:
Villa Veritas, Roma, Episcopâtus Romanorum
Iulius III
LXVII Anno Domini
Amadísimo Patis en Iesus Christi y la
vida:
Recibe un afectuoso saludo y la
seguridad de mis oraciones. De muchas y
muy distintas formas nuestro Señor Iesus Christi dejó clara evidencia de cuáles
deberían ser nuestras metas en esta ‘vida pasajera’ que ahora vivimos en un
mundo dominado por el Demonio. Todas sus
enseñanzas, desde el principio de Su Ministerio, dan clara evidencia de que es
El Reino de los Cielos lo que realmente debe preocuparnos; no el poder y las
riquezas de este mundo, sino la gloria de la Resurrección para estar con el
Padre.
Mateo Apóstol, en sus inspirados
escritos respecto del Iesus Christi Evangelîum, deja evidencia contundente de
cómo el Divino Rabbuni nos quiere despegados de los bienes del mundo y
preocupados por los bienes del cielo. El
Padrenuestro, por ejemplo, Patis, señala el orden de importancia de nuestras
acciones:
-
Primero saber que nuestro Padre está en el Cielo y que es allá en donde hemos
de encontrarle para nuestra felicidad eterna.
Para ello nos ha dado el maravilloso Don de La Fe.
-
Inmediatamente después, el Señor nos enseña que debemos Santificar Su Nombre,
lo cual significa que debemos hacer cosas santas, solo el bien, para El Santo
Santísimo, que es Dios. Estas son las
Obras de La Fe, Patis, solo el -Bien por encima de cualquier otro interés.
-
Que Venga Su Reino y que los humanos en la tierra podamos hacer Su Voluntad,
como ya lo hacen los celestiales en su Santa Morada. Esto significa que debemos sujetar a ‘los
deseos de Dios’, que es Su Voluntad, nuestros propios deseos. Que vivamos como Él quiere, no como nosotros
mismos disponemos. En este sentido
también hemos sido provistos con un Don Divino: La Esperanza.
-
Solo después de dar Gloria a Dios, es que nuestro Señor Iesus Christi ha puesto
las necesidades ‘puramente humanas’ del sostén material de nuestro cuerpo a
través del alimento, el pan de cada día; y solo menciona el pan, porque nos
quiere demostrar que todo lo demás, posesiones, poder y riquezas, son
innecesarias para hacer la Voluntad de Dios.
Bien
está que lo haya mencionado el Señor, pues de esto se deduce que debemos
procurar nuestra sobre vivencia y no debemos atentar contra nuestra vida. Estos son actos de Esperanza en las acciones
de vida humana.
-Y a
continuación los Actos de Caridad, en los que, sabiéndonos pecadores y que por
ello mismo podemos ofenderle, nos perdone, con su Infinita Misericordia lo que
hagamos mal; e igualmente, que estando conscientes de que podemos ser tentados
por el demonio, nos ayude a mantenernos haciendo Su Voluntad y no la del
Maligno.
Los discursos del Señor, las parábolas
en su predicación, sus señalamientos proféticos y, sobre todo, el antecedente
que sus Apóstoles nos muestran de su Testimonio, esto es, vivir la verdad y el
bien, hacer que nuestros actos se basen sujeten y encaminen a ello, es la
garantía que tenemos que, actuando de esa forma, alcanzaremos la aceptación del
Padre para estar delante de Su Presencia.
No son nuestros formatos, ni nuestras
costumbres, ni nuestras deducciones, Patis, lo que nos llevará a Dios nuestro
Señor; es querer ser como Él quiere que seamos, lo que nos permitirá ganar el
cielo. Y si lo que el Señor quiere es
que seamos mártires, pues eso es lo que debemos ser; no en contra de nuestra
voluntad, que también es Don de Dios, sino haciendo la de Él libre y
voluntariamente.
Es por ello Patis, que a todos los
Christiani no nos debe preocupar la vida terrena, porque como el Señor mismo lo
mandó: “. . . el que pierda su vida por amor a mí, la ganará. . .”, y ganar la
vida en Iesus Christi, es alcanzar la vida eterna en el Regnum Christi, o sea,
en el Cielo.
Ojalá esta brevísima carta ayude en tu
angustia del ‘Hacer por Christi’ en tu “Christus Mandatus”. Todo está en el Evangelîum, Patis, vívelo.
Tuyo afectísimo en Iesus Christi y la
Iglesia.
¡Alabado sea Iesus Christi!
Por
eso siempre le llamé: “Mi Iluminado”, porque desde que le noté esta particular
‘tendencia hacia lo Divino’, me quedó claro que Gallio era ‘otra clase de
hombre’; y lo es, es Un Hombre de Dios.
A partir de hoy empiezo a vivir ‘otra vida’, la del sacrificio
voluntario por Dios nuestro Señor. ¡Allá
va mi voluntad por Ti, Señor mío Iesus
Christi! (Nada malo sería incluir
esta misiva en la Didaké de Gallio de
Garlla).
† †
†
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
Tu Palabra es La Verdad.
También me puedes seguir en:
Solo por el gusto de
Proclamar El Evangelio
No hay comentarios:
Publicar un comentario