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jueves, 27 de diciembre de 2018

De mi libro V.G.A.G. - 71 - Nuevamente en Casa

Santifícalos con La Verdad.

Ciudad de México, Diciembre 28 del 2018.

DEL LIBRO
Veritelius de Garlla, Apóstol Gentil
Entrega No. 71


Mare Nostrum,  Mare Ægeum, Mare Cretiens
Novembris IV
LXVI Anno Domini

NUEVAMENTE EN CASA

El alba y su Sol Autumnus (que desplanta en el Levante Meridionalis en esta época del año), nos encuentra frente a las costas Septentrionalis de Creta, a cincuenta millas de Canea; no más de tres horas de navegación.  Durante la noche, Silenio Abdera ordenó el avance más rápido hacia Canea, de la liburna más ligera y veloz con que contamos; ésta, llegando al Puerto ha dado aviso de lo ocurrido y ha regresado con más de cien naves, comandadas por Sóstenes Kirítis y sus hijos, armadas para batalla; nos esperan a diez millas de la Península de Novus Villa Garlla Canea.  Aguardan mis instrucciones para hacerse a la mar y ‘cazar’ a los agresores que han perpetrado el ataque.

Nada se hará; el mal solo genera mal.  “Vence con el bien al mal”, así me lo dijo la Virgen Madre hace treinta años; así se lo comenté algún día a Paulus; y él lo dejó registrado en su Epístola a los Efesios.  Ciertamente no le enviaré mi agradecimiento a los helénicos que nos han atacado, pero ninguna represalia ordenaré contra ellos.  El Señor se encargará de sus vidas, así como ha dispensado la mía.  Perdimos quince hombres; más de cien heridos, incluido yo; más de sesenta embarcaciones hundimos e incendiamos con nuestras embestidas; ellos pudieron haber tendido más de un millar de muertos.  Todo esto es ya suficiente mal como para pensar en generar algo mayor.  Que la Lex Romana se ocupe de ellos; y que la Misericordia de Dios no nos desampare.

Lili, mi amada esposa, ha esperado llena de angustia mi arribo; también ha sido avisada de los sucesos y ha llorado durante todo este tiempo.  Estamos llegando a Novus Villa Garlla Canea a la tercera hora del día; me han subido desde Canea en una lectica, una especie de litera, como una silla solium sin patas, que han cargado los brazos fuertes de ocho corpulentos remerii.  Aún no puedo hablar ¡y me muero de hambre!, pues ha pasado un día completo sin que haya ingerido alimento alguno. 

Mis camilleros se detienen en la gran pérgola de entrada del domus y, a pesar de lo débil que me encuentro, desciendo por mi propio pié del ‘transporte’; y al instante en que todos me ven con la flecha clavada en el cuello, las expresiones de sorpresa no se hacen esperar, encabezados por el grito de llanto y angustia de mi amada esposa, quien es detenida por sus ayudantes antes de que caiga desfallecida por la impresión.  Me dirijo hacia ella de inmediato y la estrecho con fuerza con mis debilitados brazos en mi dolorido pecho, para apaciguar su llanto y desamparo.  Entonces intento decirle algo de lo mucho que quisiera expresarle:
         – A Dios gracias, hoy no voy a morir.  Quizás después, pero no esta vez.
La voz ha salido ronca, rasposa y con un susurro sumamente leve, casi imperceptible, ¡pero he podido hablar!  ¡¡Alabado sea Iesus Christi!!

Los rostros de Silenio y Tulio, y de muchos otros, estallan en llanto ante la alegría y emoción de haber escuchado salir una voz de mi boca, no la mía, ciertamente, pero una voz al fin.  La herida de la flecha duele muchísimo aún, y el movimiento de la cabeza es imposible sin dolor; pero me doy cuenta de que el aspecto del dardo encajado en mi cuello es muy desagradable y a todos impresiona mucho, por lo que le pido al Maiordomus que me traiga unas tijeras grandes para cortar la madera que sobresale de mi cuerpo, pues no correré el riesgo de extraer el proyectil que podría ocasionarme una muerte segura. 

Si no me mató al entrar, es porque Dios nuestro Señor así lo quiso; así que yo no le voy a dar oportunidad de matarme al salir. Si esta es la Voluntad de Dios, pues ahí que se quede; viviremos juntos lo que resta de vida, mi “Saeta Achaia” y yo.


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Novus Villa Garlla Canea, Episcopâtus Cretiens
Decembris V
LXVI Anno Domini

VERITELIUS DE GARLLA CONVALECIENTE

Aún me recupero de mis heridas, pero la carta del Apóstol Juan es ‘un bálsamo’ para mi alma:

Amadísimo Hermano en Iesus Christi Veritelius de Garlla. 
Doy gracias a nuestro Señor por haberte conservado la vida, después del artero y  desagradable ataque que han sufrido todos ustedes durante su viaje de regreso a Canea, después de la visita que me han realizado en Ephesus y de mi traslado a Patmos.
También tú, Veritelius, puedes decir que el Señor operó un milagro en tu vida; pues ni las flechas que impactaron mortalmente tu cuerpo, han podido acabar ni con tu existencia ni con el cumplimiento del “Christus Mandatus”.
Que te quede muy claro mi amado ‘Apóstol Gentil’, que tu labor aún no ha terminado y que nuestro Señor Iesus Christi todavía tiene planes en tu vida.  Aplícate a cumplirlos,

Oro al Señor para que te dé la pronta recuperación de tus heridas corporales, pues estoy plenamente seguro que tan indeseable acontecimiento del mal, solo ha logrado reafirmar tu Fe en Dios, fortalecer tu Esperanza en el Señor y aumentar tu Caridad hacia tus amados hermanos los hombres; ya que es amor lo único que necesitamos para estar cerca del Padre; pues Dios es Amor.
Recibe mi bendición Apostólica y la seguridad de mis oraciones.
Iohannês Apostôlus
Servus Domini

Le agradezco infinitamente a Iohannês Apostôlus sus palabras y sus parabienes; con ello he logrado sentir gran paz en mi alma y tranquilidad de espíritu, de cara a Dios nuestro Señor.  Me apego a sus lineamientos y consejos. 

¡Alabado sea Iesus Christi!


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Novus Villa Garlla Canea, Episcopâtus Cretiens
Maius XIII
LXVII Anno Domini

CARTA CATHOLÎCUS DE JUDAS TADEO

De aquéllos seis Apóstoles que conocí en mi primer viaje a Hierosolyma, en el XXXIII A. D., Petrus, Mateo, Santiago el Menor, Judas, Andrés y Juan; ahora puedo decir que solo Andrés, el hermano menor de Petrus, martirizado hace cuatro años, nunca escribió.  Ya Petrus con sus dos Cartas Catholîcus y El Evangelio según Juan Marcos (que también es de él); Mateo, por supuesto, con el Primer Documento Apostólico que es El Evangelio según Mateo; Santiago y Juan también con sus Epístolas Católicas, solo faltaba al menos un escrito de Judas; ya lo ha hecho, es muy pequeño, pero muy oportuno.

La dirige a todos los Christiani en general, iudaicus o gentiles, y reafirma la posición reprobatoria de los Apóstoles respecto a las predicaciones sediciosas de ‘supuestas revelaciones más allá de las enseñanzas directas del Divino Rabbuni’, que mezclan ideas iudaicus, con persas y Christiani; lo que obviamente da una ensalada de pensamientos contradictorios entre sí mismos.  Dice claramente el Apóstol Judas Tadeo qué les espera a esos hombres que con sus ideas torcidas quieren destacar en medio de las Congregaciones.


† † †


Orar sirve, oremos por nuestros Pueblos.

De todos ustedes afectísimo en Cristo

Antonio Garelli



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