“Santifícalos con La
Verdad.
Tu Palabra es La
Verdad.”
Ciudad de
México, Diciembre 31 del 2018.
¡¡Feliz Año
Nuevo!!
“Ora et labora.”
San Benito de N.
MANUAL DE ORACIONES
(CONTINUACIÓN)
XIV. Oraciones
Varias (1° de 3)
Te Deum
A ti, oh Dios,
te alabamos; a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre, te venera toda la
Creación,
Los ángeles todos, los Cielos y todas
las Potestades te honran.
Los Querubines y Serafines te cantan
sin cesar:
‘Santo, Santo, Santo es el
Señor, Dios del Universo.
Los Cielos y la Tierra están
llenos de la majestad de tu Gloria.’
A ti te ensalza el glorioso coro de los
Apóstoles,
la multitud admirable de los
Profetas,
el blanco ejército de los
Mártires.
A ti La Iglesia Santa, extendida por
toda la Tierra te proclama:
‘Padre de
inmensa Majestad; Hijo único y verdadero, digno de adoración, Espíritu Santo,
Defensor.’
Tú eres el Rey de la
Gloria, Cristo.
Tú
eres el Hijo único del Padre.
Tú,
para liberar al hombre, aceptaste la condición humana
sin
desdeñar el Seno de la Virgen.
Tú,
rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el Reino del Cielo.
Tú
te sientas a la derecha de Dios en la Gloria del Padre.
Creemos
que un día has de venir como juez.
Te
rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos,
a
quienes Redimiste con tu Preciosa Sangre.
Haz
que en la Gloria Eterna nos asociemos a tus Santos.
Salva
a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad.
Sé
su pastor y ensálzalo eternamente.
Día
tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por
eternidad de eternidades.
Dígnate,
Señor, en este día guardarnos del pecado.
Ten
piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Que
tu Misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como
lo esperamos de ti.
En
ti, Señor, confié; no me veré defraudado para siempre.
Señor,
oye mi oración. Y llegue a ti mi clamor.
Oremos:
Señor,
y Dios Omnipotente, que nos has concedido llegar al inicio de un nuevo día,
ayúdanos con tu Gracia para que en este día no caigamos en ningún pecado, sino
que todos nuestros pensamientos, palabras y obras vayan dirigidos a realizar tu
voluntad. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Himno al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Creador;
visita las almas de tus fieles,
y llena de la Divina Gracia
los corazones que tú mismo creaste.
Tú eres nuestro Consolador,
Don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad y
espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros tus siete
Dones;
Tú, el dedo de la diestra de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, quien pone en nuestros labios
los tesoros de tu Palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra frágil naturaleza.
Aleja
de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.
Por ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.
Amén.
Secuencia del Espíritu Santo
Ven, Espíritu Divino;
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma;
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
Divina Luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu Gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
Invocaciones a Jesucristo
Jesucristo,
creo en ti. Jesucristo,
creo en ti.
Jesucristo,
confío en ti. Jesucristo,
confío en ti.
Jesucristo,
te amo. Jesucristo, te amo.
Jesucristo,
ayúdame. Jesucristo, ayúdame.
Jesucristo,
dame fuerzas. Jesucristo, dame fuerzas
Jesucristo,
creo que eres el Hijo eterno del Padre.
Jesucristo,
creo que eres el Salvador de los hombres.
Jesucristo,
creo que encarnaste en el Seno de la Virgen María
por obra del Espíritu Santo.
Jesucristo,
creo que padeciste y moriste en la cruz
para redimirnos de
nuestros pecados.
Jesucristo,
creo que resucitaste al tercer día.
Jesucristo,
creo que estás sentado a la derecha del Padre.
Jesucristo,
creo que vendrás a juzgar a los vivos y a los muertos.
Jesucristo,
creo que eres la piedra angular de la Iglesia.
Jesucristo,
creo que te has quedado realmente con
nosotros en la
Eucaristía.
Jesucristo,
creo que eres El Señor de la Vida y de La Historia.
Jesucristo,
creo que eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Jesucristo,
creo que me has llamado para luchar incansablemente
por
la instauración de tu Reino entre los hombres.
Jesucristo,
creo que contigo todo lo puedo.
Jesucristo,
confío en ti porque eres el enviado del Padre.
Jesucristo,
confío en ti porque eres fiel a tus promesas.
Jesucristo,
confío en ti porque eres el amigo
que
da la vida por los amigos.
Jesucristo,
confío en ti porque solo tú tienes palabras de vida eterna.
Jesucristo,
confío en ti porque eres el Buen Pastor
que me llama por mi
nombre.
Jesucristo,
confío en ti porque eres rico en Misericordia.
Jesucristo,
confío en ti porque has entregado tu vida por nosotros.
Jesucristo,
confío en ti porque eres la vid que me permite llevar fruto.
Jesucristo,
confío en ti porque me has llamado a ser apóstol de tu Reino.
Jesucristo,
confío en ti porque eres La Luz que ilumina nuestro
peregrinar
hacia el Padre.
Jesucristo,
confío en ti porque has ido a prepararnos una morada
en
la Casa del Padre.
Jesucristo,
te amo porque me has amado tú primero.
Jesucristo,
te amo porque me has redimido del pecado.
Jesucristo,
te amo porque me has abierto las puertas de tu Reino.
Jesucristo,
te amo porque me has hecho hijo de Dios.
Jesucristo,
te amo porque me has enriquecido con el Espíritu Santo.
Jesucristo,
te amo porque me has entregado a tu Madre
al
pie de la cruz.
Jesucristo,
te amo por el Don de la Fe Católica.
Jesucristo,
te amo por el don de mi vocación cristiana.
Jesucristo,
te amo porque te has quedado conmigo en el Sagrario.
Jesucristo,
te amo porque me has confiado tu palabra
para
transmitirla a mis hermanos.
Jesucristo,
te amo porque me has enviado, como a los Apóstoles,
a
extender tu Reino entre los hombres.
Jesucristo,
te amo porque eres mi Dios y mi Señor.
℣ Jesús manso y humilde de corazón.
℟ Haz mi corazón semejante al tuyo.
℣ Oremos:
Oh
Padre Celestial, al invocar a Tu Hijo, centro, criterio y ejemplo de nuestra
vida cristiana, te pedimos nos concedas crecer siempre en la inteligencia
interior del Misterio de Cristo para vivirlo en su plenitud. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro
Señor. Amén.
Hasta aquí la
aportación del Manual de Oraciones (11ª entrega).
El Lunes próximo
entregaremos una más.
Orar sirve, es bueno para nuestra alma y
nuestra mente.
De todos ustedes afectísimo en Cristo,
Antonio Garelli
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Solo
por gusto de proclamar El Evangelio.
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