Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Noviembre 21 del 2018.
DEL LIBRO
EL DEMONIO AL
ACECHO DEL MESÍAS
56 DE 77
V.8.- JUICIO DE
PILATO
(Mt
27, 15-26; Mc 15, 6-15; Lc 23, 13- 25)
“Cada fiesta les
concedía la libertad de un preso, el que pidieran. Había uno, llamado Barrabás, que estaba
encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un
asesinato.
Subió la gente y
se puso a pedir lo que les solía conceder.
Pilato les contestó: ‘¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?’
(Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por
envidia).
Pero los sumos
sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que le soltase más bien a
Barrabás.
Pero Pilato les
decía otra vez: ‘Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los
Judíos?’ La gente volvió a gritar:
‘¡Crucifícale!’
Pilato les
decía: ‘Pero ¿qué mal ha hecho?’ Pero ellos gritaron con más fuerza:
‘¡Crucifícale!’
Pilato,
entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a
Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.”
Evangelio según San Marcos
A
la narración arriba transcrita (que es la hecha por San Marcos – y que los
demás Evangelistas registran ese momento prácticamente con las mismas
palabras), se agregan los siguientes hechos:
“Mientras
(Pilato) estaba en el tribunal, le mandó a decir su mujer: ‘No te metas con ese
justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa.’. . .”
“Entonces
Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó
agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: ‘Inocente soy de la
sangre de este justo. Vosotros
veréis.’ Y todo el pueblo respondió:
‘¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!’ . . .”
Evangelio según San Mateo
“. . . Me habéis
traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo le he interrogado
delante de vosotros y no he hallado en este hombre ninguno de los delitos de
que le acusáis. Ni tampoco Herodes,
porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho
pues que merezca la muerte. Así que le
castigaré y le soltaré. . .”
Evangelio según San Lucas
“. . . Desde
entonces Pilato trataba de liberarle, pero los judíos gritaron: ‘Si sueltas a
ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César.’ .
. . ‘¿A vuestro Rey voy a crucificar?’ Replicaron los sumos sacerdotes: ‘No
tenemos más rey que el César.’ Entonces Pilato lo entregó para que fuera
crucificado.”
Evangelio según San Juan
He querido transcribir los diferentes
detalles de este momento que narran Los Cuatro Evangelistas, para que se vean
claramente los instantes de voluntad humana, que pudieron haber cambiado el
rumbo de los acontecimientos, pero que el Rey de las Tinieblas violentó:
- Inicio con la esposa de Pilato,
tratando de disuadir a su esposo de participar
en esa parodia en la que lo habían envuelto los judíos; tan solo con que Poncio Pilato la hubiese escuchado,
otro habría sido el resultado. “No te metas con ese justo, porque hoy he
sufrido mucho en sueños por su causa.” (Mt 27,19), le había dicho ella mientras estaba sentado en el tribunal, ‘juzgando’ a Jesús.
- Luego está la posición de Pilato
mismo, queriendo tomar antecedentes muy
precisos y circunstancias muy
reales (algo poco usado por los Procuradores
Romanos de las Provincias del Imperio) para su supuesto ‘juicio’ (en el cual hubo de todo menos ‘impartición de justicia’),
para acabar diciendo ‘que él era
inocente’ de lo que pudiera suceder.
- Sigo con los Sumos Sacerdotes,
arengando al pueblo para conseguir sedición
a su favor y violentando los acuerdos de concordia que hacía pocos días habían pactado con los
siempre odiosos invasores Imperiales.
- Y acabo con la multitud, quienes
despersonalizados y masificados fueron
presa fácil de los deseos del Demonio, el cual, por cierto, deambulaba en medio de todos al acecho del
Mesías.
Lo que Satanás esperaba a estas alturas
de la vejación de Jesús de Nazaret, era que éste se diera cuenta de lo voluble
que somos los seres humanos, a los cuales Él quería salvar, y de lo poco que le
tomaríamos en cuenta. Lo que el Diablo
planeaba era la dimisión del Cristo, la rendición del Salvador, la derrota del
Redentor. Lo tenía todo planeado; pero
lo que no calculó bien el Demonio, fue el grado de obediencia que El Verbo
Encarnado le tenía a Dios Padre. Él sí
le era fiel, no como Lucifer que traicionó la confianza del Creador en la
encomienda recibida en el Edén, para ser guardián del hombre.
Jesucristo sí quería ser ‘el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo’, porque ésa era la
Voluntad del Padre; porque para eso había venido al mundo,
para redimirnos del pecado. Estas son
las razones por las que la voluntad humana de todas esas personas fue invadida
por el Demonio, porque él quería hacer caer a Jesús en su intento de salvación.
Pero fue precisamente ese estado de
esquizofrenia colectiva, lo que arruinó los planes del Satán. Ya no pudo dominar las voluntades humanas y
se le salieron de control; la turba ya no pensaba en disuadir al Rey de los
judíos de sus doctrinas de salvación, sino que ahora querían matarlo; que era
precisamente lo que no quería el Diablo.
Algunos de los actores estaban conscientes de la gravedad de los
acontecimientos, pero ya nada pudieron hacer.
Ni siquiera el Demonio. Tanto es
así, que en el futuro muy cercano estos mismos protagonistas van a recordar sus
errores y pagarán las consecuencias por lo hecho y lo dejado de hacer en este
‘juicio’:
-
Pilato es llamado a Roma tres años después de la muerte de Jesús de Nazaret, para revisar el proceso judicial
seguido en ese caso y es acusado de
negligencia ante el César. Termina
suicidándose.
-
Herodes Antipas viaja a Roma a solicitar del Emperador Calígula la obtención del título de Rey de Judea (de donde
era Tetrarca); y en lugar de ello,
en el 39 d.C. es depuesto y desterrado, primero a la Galia y luego a Hispania en donde muere envenenado por
sus guardias y sirvientes.
- Caifás es destituido como Sumo
Sacerdote en el año 36 d.C. por el gobernador
romano Vitelio; es despojado de todas sus prerrogativas y privilegios, así como de su influencia en el
Sanedrín. Es repudiado públi- camente
por los miembros Saduceos. Muere de
lepra en el año 37 d.C.
- Satanás mismo da cuenta de la Resurrección del
Señor a la Gloria
de Dios, por lo que es vencido por
Cristo en la muerte. Igualmente, es
testigo del nacimiento y consolidación
del Nuevo Pacto entre Dios y el mundo.
Estos son los ‘logros’ obtenidos por el
Maligno y sus secuaces en el ‘Juicio de Pilato’; este fue el resultado
inmediato obtenido por el Demonio en el acecho del Mesías: un veredicto de
muerte, que ni al Diablo le convino.
Ahora que, si se trataba de impedir ‘el sacrificio de Jesús’ (que lo
llevaría de inmediato a su auténtica designación como Cordero de Dios), parece
irónico, pero Satanás pudo haber ‘actuado con bondad’ en el momento de la
sentencia de Pilato; esto es, ‘aplicando solo el bien’ habría impedido que
Cristo fuera crucificado. Que ¿cómo es eso?
Simple, apelando al César.
El recurso de apelación a una sentencia
ya estaba considerado dentro del Derecho Romano y podían solicitarlo los ciudadanos
romanos y los extranjeros que ayudaran al Imperio en sus países de origen. Uno de esos, era José de Arimatea, amigo de
Jesucristo y miembro del Sanedrín Judío y del Consejo de Gobierno del
Procurador Romano. José, junto con Gamaliel y Nicodemo, pudieron haber hecho
frente a las anomalías cometidas tanto en el juicio judío como en el
romano. Valiéndose de ‘gente buena’ y
haciendo ‘cosas buenas’, el Diablo pudo haber logrado algo que con maldad no
pudo alcanzar: impedir el Advenimiento del Salvador.
Realmente lo siento Satán, se te pasó
un pequeño detalle: ¡el mal solo genera mal! ¡¡Hasta para ti!! Nada ni nadie puede obtener algo ‘bueno’
aplicando solo maldad en sus acciones.
El bien genera mayor bien; el mal no genera nada, solo se continúa degradando
en todo cuanto esté, toque o sea.
§ § §
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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