Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Septiembre 19 del 2018.
I y XXXIII Aniversarios.
Muchas Oraciones por los caídos en
los temblores;
Q.E.P.D. y Dios los tenga ya en
su Gloria.
DEL LIBRO
EL DEMONIO AL
ACECHO DEL MESÍAS
47 DE 77
IV.14.- LA FE DE LOS DISCÍPULOS
(Jn
16, 28-33)
“. . . Os he
dicho todo esto en parábolas. Se acerca
la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino con toda claridad os hablaré
acerca del Padre.
Aquel día
pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el
Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez al mundo y voy al Padre.
Le dicen los
discípulos: ‘Ahora sí hablas claro y no dices ninguna parábola. Sabemos que lo sabes todo y no necesitas que
nadie te pregunte. Por eso creemos que
has salido de Dios.’ Jesús les
respondió:
‘¿Ahora
creéis? Mirad que llega la ora (y ha
llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis
solo. Pero no estoy solo, porque el
Padre está conmigo.
Os he dicho
estas cosas para que tengáis paz en mí.
En el mundo tendréis tribulación.
Pero ¡ánimo!: Yo he vencido al mundo.’”
El huerto de Getsemaní (Lagar de Aceite),
era propiedad de Lázaro de Betania, el amigo íntimo de Jesús; por eso el Señor
entraba y salía de él, solo o con sus discípulos, cuando quería. San Juan no pierde detalle al narrarnos todo
lo que sucedió allí esa última noche que el Señor pasó con sus Apóstoles. ¡Es la última noche que pasan junto al Divino
Maestro y hasta ahora han dicho que creen lo que les está diciendo! ¿Realmente habrán creído; o le contestaron
así para que ya no les preguntara? Yo
creo que habló el Espíritu Santo por boca de ellos, porque el momento es
verdaderamente aciago para Jesús de Nazaret.
El acecho del Demonio no puede ser más intenso y desbordado.
Las más de treinta parábolas que
registran los Evangelistas, son un dechado de sabiduría y aplicación de la mashal judía (ejemplos del dominio
público fácilmente aplicados para instruir a la gente), que le sirvieron a
Jesucristo para que su predicación del Evangelio o Buena Nueva fuese entendida
por todos. Por supuesto, empezando por algunos
de sus discípulos.
Pero mucho cuidado, Jesús no utiliza las parábolas para que le
entiendan; las usa para que le crean.
Aquí igual, no pregunta si han entendido; pregunta si han creído. La
Fe no es un problema de entendimiento desde el punto de vista
filosófico; éste es un asunto de si se cree o no lo que se está diciendo. Si hubiesen entendido o no, al Divino Maestro
no le importa; lo que Él quiere es que crean, para que aumenten su Fe en Dios y
Su Plan Divino para la
Salvación del mundo.
Ese es el asunto verdaderamente importante: ¡Fe! No conocimiento ni entendimiento; sino Fe,
para subordinar la voluntad propia ante el Designio Divino. Creer en Cristo; no, comprender a Cristo. ¡Esa es la Voluntad de Dios!
Por eso les aclara el Señor la
trascendencia de su ‘creer’: “. . . Mirad
que llega la ora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro
lado y me dejaréis solo. . .” Esto
que les va a suceder porque Satanás está acosando sin cuartel, no necesita ser
entendido; requiere ser aceptado como forma de vida, como credo de acción; y
además libre y voluntariamente. Las
palabras de Jesús son tremendas para estos pobres humanos; llevan tres años
juntos, haciendo solo lo que su Rabboni les ha mandado y hoy les dice que se
van a separar y que Él se va a quedar solo.
Pero les reconforta inmediatamente: “. . . Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. . .” ¡¿Cómo entender esto?! De ninguna forma, ¡esto solo puede ser creído
o no!
Cristo Jesús sabe, Él sí sabe y
entiende que el conocimiento puede ser afectado por el Demonio de mil maneras;
pero el Señor también sabe que ante la
Fe nada puede hacer el Maligno. Por eso les urge a creer, a que tengan Fe en
lo que les está diciendo; porque solo así podrán resistir al Satán. Solo con Fe, (que lleva implícita la Esperanza y la Caridad , Dones, todos
ellos, de Dios), podrán permanecer en Jesucristo; solo con Fe – Esperanza –
Caridad, podrán, salvarse.
¡Ya verás, Satanás, no podrás!
§ § §
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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