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jueves, 12 de julio de 2018

De mi libro V.G. - 47 - Preparando el regreso

Santifícalos con La Verdad.

Ciudad de México, Julio 13 del 2018.

DEL LIBRO
Veritelius de Garlla, Apóstol Gentil
47 de 130

Cesarea de Palestina, Provincia de Iudae
Aprilis XIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

PREPARANDO EL REGRESO

He recibido un mensajero con una misiva llegada desde Insûla Capreæ, no es de Tiberio César, es de Tremus, el centurión a cargo de la seguridad de mi familia allá:

Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Aprilis II
 Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

         Tribunus Legatus Veritelius de Garlla:
                           
         Envío a Usted la respuesta solicitada, informándole que el César enviará también          una carta a través de su propio tabellarius.  Pax Romana; todos en Novus Villa          Garlla le saludamos.
                                                                           ¡Ave César!
                                                        Centurión Legionario Tremus Aquilae


Si como esto señala también Tiberio escribirá, será magnífico, pues sabremos qué tan eficientes son ellos en sus entregas; si somos mejores, el procedimiento lo cambiaremos de inmediato en todo el Imperio.  Según estas fechas, han transcurrido veinte días entre mi envío y la respuesta; solo un día perdido: nada malo el resultado.  Ya veremos los otros.

El Apóstol Jacob me ha indicado que se regresa con nosotros a Hispania; de igual forma, José de Arimatea me ha comentado de sus proyectos para ir a Britannia de inmediato, por lo que también aprovechará nuestra partida.  A ambos les he proporcionado el itinerario que ya le envié a Tiberio Iulius Cæsar, para que se preparen y podamos partir juntos hacia Reghium e Insûla Capreæ, desde donde dispondré sus traslados hasta sus destinos finales.  Otro al que dejaremos en la primera parada será a Bernabé de Chipre; el que irá a Antioquía de Syria.

La seguridad que proporciona el Gran Imperio Romano a sus ciudadanos, se hará extensiva a todos estos hombres en el vasto territorio en donde Roma gobierna y se garantizará con la encomienda del César para el ‘Christus Mandatus’; cada uno, igual que ahora ya lo hacemos con el Apóstol Jacob, tendrá un Centurión Romano a su servicio, el cual pueden usar vestido de militia o de civilis; como ellos deseen.  Yo definitivamente no me confío ni de iudaicus ni de romanos; todos serán custodiados.  Es muy importante su labor, como para dejarla a las ‘consideraciones’ que por ellos puedan tener todos los prosélitos.  Por supuesto, me queda muy claro que el Sanctus Spirîtus opera y lo hace muy bien, pero es menester la voluntad humana para ello; esa la proporcionaremos nosotros.

Cada Centurión a cargo de la vigilancia personal de Apóstoles y Discípulos presentará este documento cuando sea necesario; hemos formulado y firmado cincuenta de estos ‘salvoconductus’, que serán utilizados por los ‘Mensajeros de Iesus Christi’ en su misión de predicación por los cuatro puntos cardinâlis.  Aún Mathêo en Etiopía, en pleno Meridionalis Africano, o Tomás en la India en el extremo Oriente, ambos territorios aún fuera del Imperio Romano, se valdrán del poder y representación que tiene una tabulae romanorum escrita, como ésta.


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ITINERARIO DEL REGRESO DEL II VIAJE
DE VERITELIUS DE GARLLA DE HIEROSOLYMA A CAPREÆ,
DEL APÓSTOLES JACOB HASTA HISPANIA
Y DE JOSÉ DE ARIMATEA HASTA BRITANNIA
                                                                          
FECHA      SALE DE            LLEGA A            MILLAS Rom.     DIAS
24 Aprilis    Cesarea Palestina Pafos, Cyprus         200                      1
25 Aprilis    Pafos                    Canea                     554                      2   
27 Aprilis    Estancia en Canea                                                          1   
28 Aprilis    Canea                  Reghium                 546                      2   
30 Aprilis    Reghium              Capreæ                   300                      1   
01 Maius    Capreae               Tarraco                1,626                      7
08 Maius    Tarraco                Gigia                     440                       4
12 Maius    Gigia                    Osismii                 372                      1
13 Maius    Osismii                 Londinium            486                     2

VIAJE HASTA Capreæ en Italia                       1,600                     7
VIAJE HASTA Gigia en Hispania                    3,666                   18
VIAJE HASTA Londinium en Britannia            4,524                   21   



Cesarea de Palestina, Provincia de Iudae
Aprilis XXIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

A CASA UNOS, A PREDICAR OTROS

Hasta el día de hoy ha llegado la carta de Tiberio Iulius Cæsar, ONCE DÍAS DESPUÉS DE LA DE TREMUS, enviada el mismo día que ésta; ahora lo tengo comprobado: EL CORREO DEL CÉSAR ESTÁ EN PÉSIMAS CONDICIONES.  Una nueva tarea que resolver.  La misiva dice:

¡AVE CÉSAR!

Insûla Capreæ Imperialis
Aprilis II
 Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

         Amadísimo Verito:

         Con inmenso placer he recibido tu misiva en la que informas tus resultados en          Palestina;  guardado por nuestros dioses Iuppiter, Diana y Vesta, y por el de los          iudaicus ‘Ya Havá Wé Hayá’, ninguna preocupación altera mi alma respecto             de ti y los tuyos.
        
         Ansío tu regreso para conversar sobre el asunto; no tardes, pues ya soy viejo.
          
                                                                  ¡Yo, El Cæsar!
                                                                  Tiberio Iulius
                                                          Imperator Maxîmums


Solo esta carta estaba esperando que llegara para partir a casa; mañana zarpamos a Cyprus, o Chipre como le dicen en Palestina, y dada la amplitud de maniobra que podemos tener en el Mare Nostrum entre Cyprus y Creta, navegaremos a vela toda la noche, inmediatamente después de dejar a Bernabé, el Chipriota, en Pafos.  Nuestra segunda parada será en Canea, Creta; allí me veré con Silvano y Marcus Ponte, nuestros emissarii en las costas del Mare Ægeum, para el reporte de sus investigaciones.  Los Santos Hombres que llevamos seguramente tendrán otra gran cantidad de visitantes qué atender, por lo que será un día muy ocupado.


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Mare Nostrum en Viaje a Canea, Creta
Aprilis XXIV
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

INSTRUCCIÓN DIVINA

La ‘Liburna Christina’, que está flammantis después de un mes de arreglos y mantenimiento en los astilleros de Cesarea de Palestina, navega tranquilamente con sus tres velas infladas del poderoso viento que nos impulsa hacia el Poniente.  En la cubierta nos hemos acomodado todos los que podemos, para escuchar la lectura por parte del Apóstol ‘Santiaco’ y el Discípulo José de Arimatea, de los escritos que el primero ha identificado con el nombre de ‘EL EVANGELIO SEGÚN MATHÊO’.  Ellos leen y mis traductoris y scriptôris traducen para todos; es una maravilla de escrito lo que estamos considerando.  De vez en cuando, ambos hombres hacen comentarios respecto de lo escrito, contando anécdotas del momento específico; o bien, explicándonos el significado de lo que el Apóstol Mathêo señala.

Desayunamos, comemos y cenamos y los dos Sanctus siguen hablando; pues a cada párrafo escrito por Mathêo Apóstol, ellos tienen una hora o más de explicaciones al respecto.  Si fuésemos iudaicus, seguramente oiríamos todo esto en la sinagoga de nuestro pueblo; pero no lo somos y no podemos entrar en ellas, a menos que ‘nos iniciemos como prosélitos del judaísmo’.  Esta es una de las principales razones por la que es menester escribir sobre Iesus Nazarenus, porque leyendo esos escritos, y sin ser isrâêlis, también podremos conocer su doctrina.  Hay muchísima más gente que no es judía, que la que presume de serlo; además estoy seguro que pronto aparecerá un “Apóstol para los Gentiles”.


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Canea, Creta
Aprilis XXVII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

CONSPIRACIÓN FARISAICA

Nuestro recibimiento en Canea volvió a ser multitudinario por la presencia del Apóstol ‘Santiaco’, y más ahora, acompañado de José de Arimatea.  Esta vez por sus propios medios, mucha gente de Cyrenaica, Achaia y Asia Menor han hecho acto de presencia en la céntrica Isla de Creta, para convivir, aunque sea un momento, con los Sanctus Domini.

Con el Ministerio de Iesus Nazarenus, el ‘Mashiaj’, la forma de llevar una religión se ha modificado desde sus raíces, pues los conceptos anteriores de dioses, ídolos, sacrificios de animales y otras costumbres muy diversas, pasarán a la historia, pues, según lo que el Apóstol Jacob y José de Arimatea nos han leído y enseñado, nada de ello es necesario para adorar al Dios Verdadero. Seguramente la clase religiosa más afectada en este momento son los sacerdotes Iudaicus y sus secuaces los Fariseos y Saduceos, pues todo aquel complicadísimo ceremonial para el ‘perdón de los pecados’ que había instrumentado la Ley Mosaica, ya no es necesario según las enseñanzas del Divino Rabbuni, pues, tal como lo señala Mathêo Apóstol en sus escritos, Iesus Christi es “. . . El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. . .”

En un año de predicación, y haciéndolo solo en Palestina, hoy los prosélitos de La Buena Nueva se cuentan por miles en las principales ciudades del Imperio; de Hierosolyma a Tarraco, y de Mediolanum a Alexandria, las comunidades de iudaicus se identifican cada vez más con el Evangelîum proclamado por Iesus Nazarenus, a quien el ‘Christus Mandatus’ de Tiberio Iulius Cæsar ha querido apoyar en su establecimiento; y no porque el Evangelio lo necesite, no, sino en un acto de desagravio por la injusta muerte del ‘Mashiaj’, y ante el reclamo de muchos ciudadanos romanos, es que el Emperador ha tomado participación en el asunto.  Esa es nuestra labor, por ello estamos tan involucrados en el tema, por más que seamos ‘gentiles’ para todos ellos.

Es probable que estemos ante un acontecimiento histórico (aunque también podría ser algo absolutamente regional e intrascendente, ¿cómo saberlo?), pero Roma y su Imperio, junto con el César, no pueden esperarse a que las cosas sucedan, por eso Tiberio ha querido anticiparse; y si alguien sabe de estrategias, es este, que hasta hace poco yo llamaba ‘Divino Tiberio’.  La estrategia es un juego romano por excelencia; lo hemos vivido a nivel nación por más de mil años y ha sido eso lo que ha logrado la Grandeza de Roma.  “Veni, vidi, vinci.”, dijo el Supremo General del Ejército Romano Cayo Julio César al conquistar Britannia; pero antes ‘supo, preparó y actuó’; con información que poseía y que era fundamental en su victoria militar.

Eso es lo mismo que estamos haciendo ahora, anticipándonos a los movimientos que reclama el “Christus Mandatus”.  Marcus Ponte y Silvano de Creta me han traído información muy valiosa respecto de las actividades de los Fariseos en la Diáspora de Achaia, Macedonia y Asia Menor: hay un grupo de ‘Maestros de la Ley’, que en contubernio con Ananías, que es el Sumo Sacerdote del Templo en Hierosolyma (por lo tanto la máxima autoridad para los iudaicus, como lo fue en su momento el hasta ahora prófugo de la justicia Caifás), están preparando ‘emboscadas legales’ (al amparo de la Ley Mosaica), contra los seguidores de Iesus Nazarenus;  sus reuniones son frecuentes en Athenæ, en Filipos y en Ephesus.  Los que se reúnen siempre son: Misael de Cafarnaúm, (viejo conocido mío); Paulus de Tarso, un Fariseo de Silicia en busca de poder y notoriedad; un Rabí de Hierosolyma llamado Gamaliel y un Levita del Templo llamado Jotam, quien representa a los Sacerdotes.

Tres Fariseos y un sacerdote levita conspirando, solo significan dos cosas: los Saduceos tienen el poder en el Sanedrín Hebraicus; y aquéllos quieren notoriedad a cualquier costa para recuperar su status.  Esa es la historia del poder entre la gente de Iudae y Galilea: Fariseos versus Saduceos.  Igual en emboscadas militares a través de los zelotes, apoyadas por ambas sectas; que en insidias religiosas que frecuentemente nivelan con la clase sacerdotal.  De inmediato asignaré cuatro Soldados Legionarios para realizar labores de in vestigatoris que serán mis emissarii para reportar cuanto hagan estos hombres; uno se irá con Silas, quien seguirá a Saulo (forma judía para el latín Paulus) de Tarso a donde vaya, uno acompañará a Marcus Ponte para seguir a Misael de Cafarnaúm; y los otros dos lo harán con Jotam y Gamaliel cuando no estén en Palestina, pues allá los vigilará Nikko Fidias.  Los cuatro nuevos Legionarios asignados serán instruidos en asuntos iudaicus de inmediato.

A partir de este momento, volvemos a tener un asunto que debemos tratar con maxîmums confidencialitatis, hasta que sea resuelto o enfrentado abiertamente.  La vigilancia de los movimientos de los involucrados será constante, certera y reportada; al mínimo error se cambiará la estrategia y a los hombres, si fuese necesario.  Silas, que sí ha entrado a la sinagoga para escuchar a Saulo de Tarso, ha oído sus arengas en contra de los seguidores de Iesus Nazarenus, a quienes inclusive ha mencionado por su nombre: Simón Petrus de Bethsaida y su hermano Andrés; Santiago y Judas, parientes del Rabbuni; Jacob y Juan, los hijos de Zebedeo; Esteban, José de Arimatea, Lázaro de Betania y muchos otros.  Por supuesto que no serán informados los Apóstoles respecto del asunto, es algo que manejaremos solo nosotros con tácticas militares de información y protección de y hacia los afectados; esta es una de nuestras labores, proporcionar seguridad de accionar a los actores del “Christus Mandatus”.


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Insûla Capreæ, Novus Villa Garlla
Maius XXIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César

INFORMES DE EMISSARII

He recibido las misivas de los Emissarii asignados por los cuatro puntos cardinales del “Christus Mandatus”; en todos, los reportes son de Pax Romana; lo que significa que todo está en orden y bajo control.  Domiciano Alves en Roma; Nikko Fidias en Hierosolyma; Diófanes Pireo en Canea; Camilus Méver en Hispania; Marcus Ponte en Filipos; e incluso Silvano de Creta en Ephesus (quien sigue de cerca a Saulo de Tarso), han informado de sus acontecimientos sin señalar ninguna anomalía.  Quizá lo más relevante sea la lista de Apóstoles y Discípulos que día con día salen de Jaffa, el puerto en Iudae; o de Cesarea de Palestina, hacia los destinos que se tenían previstos para la propagación del Evangelio de Iesus Nazarenus.  Lo más sobresaliente es la carta del Apóstol Mathêo que también ha llegado, tiene matices comprometedores:

A nuestro querido hermano en la Fe, Veritelius de Garlla, el Apóstol Gentil.

Las lejanas tierras de Sabá y Efá, en donde la comunidad hebraicus es en número importante, también tienen que ser Evangelizadas con la Palabra de Iesus Nazarenus. 

Debido a lo incierto y desconocido de esos remotos lugares, quiero asegurar las entregas que he de realizar de los escritos que ahora integro respecto de las enseñanzas de nuestro Señor Iesus Christi, por lo que te solicito asignes para mi soporte ‘logístico’, a una persona del ‘Christus Mandatus’ de comprobada calidad y reconocida entrega en la labor que nos ocupa.

Como sugerencia, podría recomendar que pudiese ser tu Asistente, Tadeus Tarquinii, a quien he visto desempeñarse con esmerada atención hacia los asuntos relativos a nuestra misión.

Si tú consideras que hubiese otra persona con habilidades mejores o iguales que pueda auxiliarme, te agradeceré su asignación, pues lo que más requerimos ciertamente, es alguien que dócilmente se deje llevar por el Sanctus Spirîtus.

Que la Gracia de nuestro Señor Iesus Christus en Comunión con el Padre y el Sanctus Spirîtus esté contigo y con todos los tuyos del “Christus Mandatus”.

Mathêo Apostôlus,
Domini Servus.


Yerushalayim, Iudae, Aprilis XXV,
XXXIV Anno Domini


¿Cómo decirle al Sanctus Hombre que le puedo dar la espada que uso en el brazo derecho; pero que no le puedo dar mi brazo derecho?, pues éste, aún sin espada nos sirve a los dos; y yo sin brazo derecho no sirvo para nada.   Sin embargo, solo que Tadeus rechace por libre elección, acompañar al Sanctus Apóstol, de ninguna forma puedo negarle a Mathêo lo que tan acertadamente está solicitando.  ¡Este sí que es un gran conflicto! Tadeus y yo llevamos treinta años juntos; nos entendemos tan solo con mirarnos.  No está bien que yo lo diga, pero ni Lili mi amada esposa, me entiende tan bien como Tadeus.  Apóstoles y Discípulos siempre dicen: “Que se haga la voluntad del Señor”; voy a decir yo lo mismo: si Tadeus quiere ir, así será.  No habrá orden; habrá ejercicio y respeto de la voluntad.  Eso es algo que he aprendido, apenas en este último y maravilloso año de mi vida.

Estoy en la officina de Novus Villa Garlla, Insûla Capreæ, y llamo de inmediato al fiel Asistente haciendo de su conocimiento el asunto; le explico todo cuanto hay al respecto y después de un breve silencio aparece la respuesta:
       Tribunus Legatus, Yo soy su servidor; lo que Usted ordene eso haré; responde el fidelísimo militar, tal como yo esperaba.
       Hoy Tadeus, no se trata de una orden mía o del Ejército Imperial, sino de una decisión libremente tomada por ti, pues creo que es por el resto de nuestros días; por supuesto que no puedo asegurarlo, pero nunca podría yo retractarme ante el Apóstol Mathêo de una decisión tomada, le digo.
       Tribunus Legatus, esa es una decisión que no estoy preparado para tomar, pues el cambio en el curso de mi vida, además de absolutamente incierto, afecta profundamente la vida de otros; y no me refiero a la suya, Señor, sino a la de mi familia.
       Así lo entiendo, Tadeus, respondo consternado ante su consideración, sin embargo, debes tomarla tú solo, pues precisamente por la trascendencia que implica, yo no quiero influir en ella.
       Señor, ayúdeme; me dice angustiado el hombre, ¡simplemente no sé qué haría de mi vida si no estuviese junto a Usted, Tribunus Legatus!  ¡Yo no me he preocupado de un asunto como éste nunca!
       Mira, Tadeus, le digo para empezar a aclarar el asunto, por seguridades materiales, no debes preocuparte; yo me encargo de ellas, de todas las que se te puedan presentar; porque lo que harás es un servicio de apoyo táctico para el “Christus Mandatus”, que a su vez es una orden del Emperador.  Pero respecto de otras seguridades, como garantizar qué pueda llegar a acontecer en un lugar desconocido como Etiopía, nada podría yo hacer contra tu voluntad, si ésta es no ir.
       Tribunus Legatus, yo soy un hombre mucho menos religioso que Usted, que cree en nuestros dioses y divinidades y en sus poderes supremos; pero yo he empezado a creer en que Iesus Nazarenus realmente era el Hijo de Dios; y que este Dios sí es verdadero, poderoso y amoroso con quienes le siguen; además, el Sanctus Spirîtus se hace presente en obras de amor cuando se le implora.  ¿Cree Usted, Señor, que estoy bien al pensar esas cosas; y que me valdrán aunque no sea yo iudaicus?
       ¡Por supuesto que te valen, Tadeus! y si ya las crees, entonces realmente le sirves al Apóstol Mathêo, quien con toda seguridad descubrió en ti esos pensamientos y es por ello que quiere que le respaldes en su misión en tierras de Sabá.

El miedo a lo desconocido es lo que muchas veces nos hace perder las más grandiosas oportunidades de nuestra vida; Tadeus está en una situación de tal temor, que no quiere tomar ninguna clase de riesgos entre sus ‘seguridades’ actuales y la inmensidad de sus posibilidades futuras.  Por supuesto que no hay comparación entre el trabajo que ahora realiza, con el que podría desarrollar al lado del Sanctus Apóstol Mathêo.

       Tadeus, yo no quiero que te marches y nos separemos, eso está muy claro y lo sabes bien, pues hemos estado junto más de treinta años; pero también sabes que es nuestro deber como miembros del “Christus Mandatus” proteger a estos Santos Hombres de Dios en su trabajo.
       Tribunus Legatus, si Usted estuviera en una situación similar a la que ahora me encuentro yo, por ejemplo, con el César, ¿le dejaría por cumplir con sus deberes?
       ¡Indudablemente, Tadeus!; lo he hecho muchas veces y lo hago ahora mismo con el “Christus Mandatus”; ¡lo hago incuestionablemente aún con mi familia Tadeus!, le respondo enérgico al ver sus vanos temores.
       ¡Yo también lo he hecho, Tribunus Legatus, ¡solo que esta ocasión siento que es para siempre!!
       ¡¡Pues ánimo hombre, le respondo, deja que se ‘haga la Voluntad de Dios’, como dicen estos santos hombres!!

El X de Iunius del XXXIV Anno  Domini (A. D.), partió desde Novus Villa Garlla Capreæ mi fiel Asistente Tadeus Tarquinii con toda su familia y sus pertenencias (más una cathafracta mía, ‘rellena’ con cinco mil ‘aureus’ que yo le regalé), con destino a Hierosolyma, para incorporarse a la ‘misión de Mathêo Apóstol hacia tierras de Sabá y Etiopía’.

Además de Tadeus, durante ese año, fueron asignados cincuenta y un Centuriones o Soldados Legionarios Romanos para custodia, a una cantidad igual de ‘Mensajeros de La Buena Nueva’, entre Apóstoles, Discípulos y Diáconos; distribuidos por todo el Territorio Imperial Romano para predicar El Evangelio de Iesus Nazarenus.


† † †


Orar sirve, oremos por nuestros Pueblos.

De todos ustedes afectísimo en Cristo

Antonio Garelli



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