Santifícalos con La Verdad.
Ciudad de
México, Julio 13 del 2018.
DEL
LIBRO
Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
47 de 130
Cesarea de Palestina, Provincia de Iudae
Aprilis XIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
PREPARANDO EL
REGRESO
He
recibido un mensajero con una misiva llegada desde Insûla Capreæ, no es de Tiberio César, es de Tremus, el centurión a
cargo de la seguridad de mi familia allá:
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Aprilis II
Año XXI del
Reinado de Tiberio Julio César
Tribunus
Legatus Veritelius de Garlla:
Envío
a Usted la respuesta solicitada, informándole que el César enviará también una carta a través de su propio
tabellarius. Pax Romana; todos en Novus
Villa Garlla le saludamos.
¡Ave César!
Centurión
Legionario Tremus Aquilae
Si
como esto señala también Tiberio escribirá, será magnífico, pues sabremos qué
tan eficientes son ellos en sus entregas; si somos mejores, el procedimiento lo
cambiaremos de inmediato en todo el Imperio.
Según estas fechas, han transcurrido veinte días entre mi envío y la
respuesta; solo un día perdido: nada malo el resultado. Ya veremos los otros.
El
Apóstol Jacob me ha indicado que se regresa con nosotros a Hispania; de igual forma, José de Arimatea me ha comentado de sus
proyectos para ir a Britannia de inmediato, por lo que también aprovechará
nuestra partida. A ambos les he
proporcionado el itinerario que ya le envié a Tiberio Iulius Cæsar, para que se preparen y podamos
partir juntos hacia Reghium e Insûla Capreæ, desde donde dispondré
sus traslados hasta sus destinos finales.
Otro al que dejaremos en la primera parada será a Bernabé de Chipre; el
que irá a Antioquía de Syria.
La
seguridad que proporciona el Gran Imperio Romano a sus ciudadanos, se hará
extensiva a todos estos hombres en el vasto territorio en donde Roma gobierna y
se garantizará con la encomienda del César para el ‘Christus Mandatus’; cada uno, igual que ahora ya lo hacemos con el
Apóstol Jacob, tendrá un Centurión Romano a su servicio, el cual pueden usar
vestido de militia o de civilis; como ellos deseen. Yo definitivamente no me confío ni de iudaicus ni de romanos; todos serán
custodiados. Es muy importante su labor,
como para dejarla a las ‘consideraciones’ que por ellos puedan tener todos los
prosélitos. Por supuesto, me queda muy
claro que el Sanctus Spirîtus opera y
lo hace muy bien, pero es menester la voluntad humana para ello; esa la
proporcionaremos nosotros.
Cada
Centurión a cargo de la vigilancia personal de Apóstoles y Discípulos
presentará este documento cuando sea necesario; hemos formulado y firmado
cincuenta de estos ‘salvoconductus’,
que serán utilizados por los ‘Mensajeros de Iesus
Christi’ en su misión de predicación por los cuatro puntos cardinâlis. Aún Mathêo
en Etiopía, en pleno Meridionalis Africano, o Tomás en la India en el extremo
Oriente, ambos territorios aún fuera del Imperio Romano, se valdrán del poder y
representación que tiene una tabulae romanorum escrita, como ésta.
+ + +
ITINERARIO DEL
REGRESO DEL II VIAJE
DE VERITELIUS DE
GARLLA DE HIEROSOLYMA A CAPREÆ,
DEL APÓSTOLES JACOB HASTA HISPANIA
Y DE JOSÉ DE ARIMATEA HASTA BRITANNIA
FECHA SALE DE LLEGA
A MILLAS Rom. DIAS
24
Aprilis Cesarea Palestina Pafos, Cyprus 200 1
25 Aprilis Pafos Canea 554 2
27 Aprilis Estancia en Canea 1
28 Aprilis Canea Reghium 546 2
30 Aprilis Reghium Capreæ 300
1
01 Maius Capreae Tarraco 1,626 7
08 Maius Tarraco Gigia 440 4
12 Maius Gigia
Osismii 372 1
13 Maius Osismii Londinium 486 2
VIAJE
HASTA Capreæ en Italia 1,600 7
VIAJE
HASTA Gigia en Hispania 3,666 18
VIAJE
HASTA Londinium en Britannia 4,524 21
Cesarea de Palestina, Provincia de Iudae
Aprilis XXIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
A CASA UNOS, A
PREDICAR OTROS
Hasta
el día de hoy ha llegado la carta de Tiberio Iulius Cæsar, ONCE DÍAS DESPUÉS DE LA DE TREMUS, enviada el mismo día que
ésta; ahora lo tengo comprobado: EL CORREO DEL CÉSAR ESTÁ EN PÉSIMAS
CONDICIONES. Una nueva tarea que
resolver. La misiva dice:
¡AVE CÉSAR!
Insûla Capreæ Imperialis
Aprilis II
Año XXI del
Reinado de Tiberio Julio César
Amadísimo
Verito:
Con inmenso
placer he recibido tu misiva en la que informas tus resultados en Palestina; guardado por nuestros dioses Iuppiter, Diana
y Vesta, y por el de los iudaicus
‘Ya Havá Wé Hayá’, ninguna preocupación altera mi alma respecto de ti y los tuyos.
Ansío
tu regreso para conversar sobre el asunto; no tardes, pues ya soy viejo.
¡Yo, El Cæsar!
Tiberio Iulius
Imperator Maxîmums
Solo
esta carta estaba esperando que llegara para partir a casa; mañana zarpamos a Cyprus, o Chipre como le dicen en
Palestina, y dada la amplitud de maniobra que podemos tener en el Mare Nostrum entre Cyprus y Creta, navegaremos a vela toda la noche, inmediatamente
después de dejar a Bernabé, el Chipriota, en Pafos. Nuestra segunda parada será en Canea, Creta;
allí me veré con Silvano y Marcus Ponte, nuestros emissarii en las costas del Mare
Ægeum, para el reporte de sus investigaciones. Los Santos Hombres que llevamos seguramente
tendrán otra gran cantidad de visitantes qué atender, por lo que será un día
muy ocupado.
+ + +
Mare Nostrum en Viaje a Canea, Creta
Aprilis XXIV
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
INSTRUCCIÓN
DIVINA
La
‘Liburna Christina’, que está flammantis después de un mes de arreglos
y mantenimiento en los astilleros de Cesarea de Palestina, navega
tranquilamente con sus tres velas infladas del poderoso viento que nos impulsa
hacia el Poniente. En la cubierta nos
hemos acomodado todos los que podemos, para escuchar la lectura por parte del
Apóstol ‘Santiaco’ y el Discípulo José de Arimatea, de los escritos que el
primero ha identificado con el nombre de ‘EL EVANGELIO SEGÚN MATHÊO’.
Ellos leen y mis traductoris y
scriptôris traducen para todos; es una maravilla de escrito lo que estamos
considerando. De vez en cuando, ambos
hombres hacen comentarios respecto de lo escrito, contando anécdotas del
momento específico; o bien, explicándonos el significado de lo que el Apóstol Mathêo señala.
Desayunamos,
comemos y cenamos y los dos Sanctus
siguen hablando; pues a cada párrafo escrito por Mathêo Apóstol, ellos tienen una hora o más de explicaciones al
respecto. Si fuésemos iudaicus, seguramente oiríamos todo esto
en la sinagoga de nuestro pueblo; pero no lo somos y no podemos entrar en
ellas, a menos que ‘nos iniciemos como prosélitos del judaísmo’. Esta es una de las principales razones por la
que es menester escribir sobre Iesus
Nazarenus, porque leyendo esos escritos, y sin ser isrâêlis, también podremos conocer su doctrina. Hay muchísima más gente que no es judía, que
la que presume de serlo; además estoy seguro que pronto aparecerá un “Apóstol
para los Gentiles”.
+ + +
Canea, Creta
Aprilis XXVII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
CONSPIRACIÓN
FARISAICA
Nuestro
recibimiento en Canea volvió a ser multitudinario por la presencia del Apóstol
‘Santiaco’, y más ahora, acompañado
de José de Arimatea. Esta vez por sus
propios medios, mucha gente de Cyrenaica,
Achaia y Asia Menor han hecho acto de
presencia en la céntrica Isla de Creta, para convivir, aunque sea un momento,
con los Sanctus Domini.
Con
el Ministerio de Iesus Nazarenus, el
‘Mashiaj’, la forma de llevar una
religión se ha modificado desde sus raíces, pues los conceptos anteriores de
dioses, ídolos, sacrificios de animales y otras costumbres muy diversas,
pasarán a la historia, pues, según lo que el Apóstol Jacob y José de Arimatea
nos han leído y enseñado, nada de ello es necesario para adorar al Dios
Verdadero. Seguramente la clase religiosa más afectada en este momento son los
sacerdotes Iudaicus y sus secuaces
los Fariseos y Saduceos, pues todo aquel complicadísimo ceremonial para el
‘perdón de los pecados’ que había instrumentado la Ley Mosaica, ya no es
necesario según las enseñanzas del Divino Rabbuni,
pues, tal como lo señala Mathêo
Apóstol en sus escritos, Iesus Christi
es “. . . El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. . .”
En
un año de predicación, y haciéndolo solo en Palestina, hoy los prosélitos de La
Buena Nueva se cuentan por miles en las principales ciudades del Imperio; de Hierosolyma a Tarraco, y de Mediolanum a
Alexandria, las comunidades de iudaicus
se identifican cada vez más con el Evangelîum
proclamado por Iesus Nazarenus, a
quien el ‘Christus Mandatus’ de
Tiberio Iulius Cæsar ha querido apoyar en su establecimiento; y no porque el
Evangelio lo necesite, no, sino en un acto de desagravio por la injusta muerte
del ‘Mashiaj’, y ante el reclamo de
muchos ciudadanos romanos, es que el Emperador ha tomado participación en el
asunto. Esa es nuestra labor, por ello
estamos tan involucrados en el tema, por más que seamos ‘gentiles’ para todos
ellos.
Es
probable que estemos ante un acontecimiento histórico (aunque también podría
ser algo absolutamente regional e intrascendente, ¿cómo saberlo?), pero Roma y
su Imperio, junto con el César, no pueden esperarse a que las cosas sucedan,
por eso Tiberio ha querido anticiparse; y si alguien sabe de estrategias, es
este, que hasta hace poco yo llamaba ‘Divino Tiberio’. La estrategia es un juego romano por
excelencia; lo hemos vivido a nivel nación por más de mil años y ha sido eso lo
que ha logrado la Grandeza de Roma. “Veni, vidi, vinci.”, dijo el Supremo
General del Ejército Romano Cayo Julio César al conquistar Britannia; pero antes ‘supo, preparó y actuó’; con información que
poseía y que era fundamental en su victoria militar.
Eso
es lo mismo que estamos haciendo ahora, anticipándonos a los movimientos que
reclama el “Christus Mandatus”. Marcus Ponte y Silvano de Creta me han traído
información muy valiosa respecto de las actividades de los Fariseos en la
Diáspora de Achaia, Macedonia y Asia Menor: hay un grupo de ‘Maestros de la
Ley’, que en contubernio con Ananías, que es el Sumo Sacerdote del Templo en Hierosolyma (por lo tanto la máxima
autoridad para los iudaicus, como lo
fue en su momento el hasta ahora prófugo de la justicia Caifás), están
preparando ‘emboscadas legales’ (al amparo de la Ley Mosaica), contra los
seguidores de Iesus Nazarenus; sus reuniones son frecuentes en Athenæ, en Filipos y en Ephesus. Los que se reúnen siempre son: Misael de
Cafarnaúm, (viejo conocido mío); Paulus
de Tarso, un Fariseo de Silicia en busca de poder y notoriedad; un Rabí de Hierosolyma llamado Gamaliel y un Levita
del Templo llamado Jotam, quien representa a los Sacerdotes.
Tres
Fariseos y un sacerdote levita conspirando, solo significan dos cosas: los
Saduceos tienen el poder en el Sanedrín Hebraicus;
y aquéllos quieren notoriedad a cualquier costa para recuperar su status.
Esa es la historia del poder entre la gente de Iudae y Galilea: Fariseos
versus Saduceos. Igual en emboscadas militares a través de los
zelotes, apoyadas por ambas sectas; que en insidias religiosas que
frecuentemente nivelan con la clase sacerdotal.
De inmediato asignaré cuatro Soldados Legionarios para realizar labores
de in vestigatoris que serán mis emissarii para reportar cuanto hagan
estos hombres; uno se irá con Silas, quien seguirá a Saulo (forma judía para el
latín Paulus) de Tarso a donde vaya,
uno acompañará a Marcus Ponte para seguir a Misael de Cafarnaúm; y los otros
dos lo harán con Jotam y Gamaliel cuando no estén en Palestina, pues allá los
vigilará Nikko Fidias. Los cuatro nuevos
Legionarios asignados serán instruidos en asuntos iudaicus de inmediato.
A
partir de este momento, volvemos a tener un asunto que debemos tratar con maxîmums confidencialitatis, hasta que
sea resuelto o enfrentado abiertamente.
La vigilancia de los movimientos de los involucrados será constante,
certera y reportada; al mínimo error se cambiará la estrategia y a los hombres,
si fuese necesario. Silas, que sí ha
entrado a la sinagoga para escuchar a Saulo de Tarso, ha oído sus arengas en
contra de los seguidores de Iesus
Nazarenus, a quienes inclusive ha mencionado por su nombre: Simón Petrus de Bethsaida y su hermano Andrés;
Santiago y Judas, parientes del Rabbuni;
Jacob y Juan, los hijos de Zebedeo; Esteban, José de Arimatea, Lázaro de
Betania y muchos otros. Por supuesto que
no serán informados los Apóstoles respecto del asunto, es algo que manejaremos
solo nosotros con tácticas militares de información y protección de y hacia los
afectados; esta es una de nuestras labores, proporcionar seguridad de accionar
a los actores del “Christus Mandatus”.
+ + +
Insûla Capreæ, Novus Villa Garlla
Maius XXIII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
INFORMES DE EMISSARII
He
recibido las misivas de los Emissarii asignados
por los cuatro puntos cardinales del “Christus
Mandatus”; en todos, los reportes son de Pax Romana; lo que significa que todo está en orden y bajo
control. Domiciano Alves en Roma; Nikko
Fidias en Hierosolyma; Diófanes Pireo
en Canea; Camilus Méver en Hispania;
Marcus Ponte en Filipos; e incluso
Silvano de Creta en Ephesus (quien
sigue de cerca a Saulo de Tarso), han informado de sus acontecimientos sin
señalar ninguna anomalía. Quizá lo más
relevante sea la lista de Apóstoles y Discípulos que día con día salen de Jaffa, el puerto en Iudae; o de Cesarea de Palestina, hacia los destinos que se tenían
previstos para la propagación del Evangelio de Iesus Nazarenus. Lo más
sobresaliente es la carta del Apóstol Mathêo
que también ha llegado, tiene matices comprometedores:
A nuestro
querido hermano en la Fe, Veritelius de Garlla, el Apóstol Gentil.
Las lejanas
tierras de Sabá y Efá, en donde la comunidad hebraicus es en número importante,
también tienen que ser Evangelizadas con la Palabra de Iesus Nazarenus.
Debido a lo
incierto y desconocido de esos remotos lugares, quiero asegurar las entregas
que he de realizar de los escritos que ahora integro respecto de las enseñanzas
de nuestro Señor Iesus Christi, por lo que te solicito asignes para mi soporte
‘logístico’, a una persona del ‘Christus Mandatus’ de comprobada calidad y
reconocida entrega en la labor que nos ocupa.
Como sugerencia,
podría recomendar que pudiese ser tu Asistente, Tadeus Tarquinii, a quien he
visto desempeñarse con esmerada atención hacia los asuntos relativos a nuestra
misión.
Si tú consideras
que hubiese otra persona con habilidades mejores o iguales que pueda
auxiliarme, te agradeceré su asignación, pues lo que más requerimos
ciertamente, es alguien que dócilmente se deje llevar por el Sanctus Spirîtus.
Que la Gracia de
nuestro Señor Iesus Christus en Comunión con el Padre y el Sanctus Spirîtus
esté contigo y con todos los tuyos del “Christus Mandatus”.
Mathêo
Apostôlus,
Domini Servus.
Yerushalayim,
Iudae, Aprilis XXV,
XXXIV Anno Domini
¿Cómo
decirle al Sanctus Hombre que le puedo dar la espada que uso en el brazo
derecho; pero que no le puedo dar mi brazo derecho?, pues éste, aún sin espada nos
sirve a los dos; y yo sin brazo derecho no sirvo para nada. Sin embargo, solo que Tadeus rechace por
libre elección, acompañar al Sanctus Apóstol, de ninguna forma puedo negarle a Mathêo lo que tan acertadamente está
solicitando. ¡Este sí que es un gran
conflicto! Tadeus y yo llevamos treinta años juntos; nos entendemos tan solo
con mirarnos. No está bien que yo lo
diga, pero ni Lili mi amada esposa, me entiende tan bien como Tadeus. Apóstoles y Discípulos siempre dicen: “Que se
haga la voluntad del Señor”; voy a decir yo lo mismo: si Tadeus quiere ir, así
será. No habrá orden; habrá ejercicio y
respeto de la voluntad. Eso es algo que
he aprendido, apenas en este último y maravilloso año de mi vida.
Estoy
en la officina de Novus Villa Garlla, Insûla Capreæ, y
llamo de inmediato al fiel Asistente haciendo de su conocimiento el asunto; le
explico todo cuanto hay al respecto y después de un breve silencio aparece la
respuesta:
–
Tribunus
Legatus, Yo soy su servidor; lo que Usted ordene eso haré; responde el
fidelísimo militar, tal como yo esperaba.
–
Hoy Tadeus, no
se trata de una orden mía o del Ejército Imperial, sino de una decisión
libremente tomada por ti, pues creo que es por el resto de nuestros días; por
supuesto que no puedo asegurarlo, pero nunca podría yo retractarme ante el
Apóstol Mathêo de una decisión tomada, le digo.
–
Tribunus
Legatus, esa es una decisión que no estoy preparado para tomar, pues el cambio
en el curso de mi vida, además de absolutamente incierto, afecta profundamente
la vida de otros; y no me refiero a la suya, Señor, sino a la de mi familia.
–
Así lo entiendo,
Tadeus, respondo
consternado ante su consideración, sin
embargo, debes tomarla tú solo, pues precisamente por la trascendencia que
implica, yo no quiero influir en ella.
–
Señor, ayúdeme; me dice
angustiado el hombre, ¡simplemente no sé
qué haría de mi vida si no estuviese junto a Usted, Tribunus Legatus! ¡Yo no me he preocupado de un asunto como
éste nunca!
–
Mira, Tadeus, le digo para
empezar a aclarar el asunto, por
seguridades materiales, no debes preocuparte; yo me encargo de ellas, de todas
las que se te puedan presentar; porque lo que harás es un servicio de apoyo
táctico para el “Christus Mandatus”, que a su vez es una orden del
Emperador. Pero respecto de otras seguridades,
como garantizar qué pueda llegar a acontecer en un lugar desconocido como
Etiopía, nada podría yo hacer contra tu voluntad, si ésta es no ir.
–
Tribunus
Legatus, yo soy un hombre mucho menos religioso que Usted, que cree en nuestros
dioses y divinidades y en sus poderes supremos; pero yo he empezado a creer en
que Iesus Nazarenus realmente era el Hijo de Dios; y que este Dios sí es
verdadero, poderoso y amoroso con quienes le siguen; además, el Sanctus
Spirîtus se hace presente en obras de amor cuando se le implora. ¿Cree Usted, Señor, que estoy bien al pensar
esas cosas; y que me valdrán aunque no sea yo iudaicus?
–
¡Por supuesto
que te valen, Tadeus! y si ya las crees, entonces realmente le sirves al
Apóstol Mathêo, quien con toda seguridad descubrió en ti esos pensamientos y es
por ello que quiere que le respaldes en su misión en tierras de Sabá.
El
miedo a lo desconocido es lo que muchas veces nos hace perder las más
grandiosas oportunidades de nuestra vida; Tadeus está en una situación de tal
temor, que no quiere tomar ninguna clase de riesgos entre sus ‘seguridades’
actuales y la inmensidad de sus posibilidades futuras. Por supuesto que no hay comparación entre el
trabajo que ahora realiza, con el que podría desarrollar al lado del Sanctus
Apóstol Mathêo.
–
Tadeus, yo no
quiero que te marches y nos separemos, eso está muy claro y lo sabes bien, pues
hemos estado junto más de treinta años; pero también sabes que es nuestro deber
como miembros del “Christus Mandatus” proteger a estos Santos Hombres de Dios
en su trabajo.
–
Tribunus
Legatus, si Usted estuviera en una situación similar a la que ahora me
encuentro yo, por ejemplo, con el César, ¿le dejaría por cumplir con sus
deberes?
–
¡Indudablemente,
Tadeus!; lo he hecho muchas veces y lo hago ahora mismo con el “Christus
Mandatus”; ¡lo hago incuestionablemente aún con mi familia Tadeus!, le respondo
enérgico al ver sus vanos temores.
–
¡Yo también lo
he hecho, Tribunus Legatus, ¡solo que esta ocasión siento que es para siempre!!
–
¡¡Pues ánimo
hombre, le
respondo, deja que se ‘haga la Voluntad
de Dios’, como dicen estos santos hombres!!
El
X de Iunius del XXXIV Anno Domini
(A. D.), partió desde Novus Villa Garlla
Capreæ mi fiel Asistente Tadeus Tarquinii con toda su familia y sus
pertenencias (más una cathafracta
mía, ‘rellena’ con cinco mil ‘aureus’
que yo le regalé), con destino a Hierosolyma,
para incorporarse a la ‘misión de Mathêo
Apóstol hacia tierras de Sabá y Etiopía’.
Además
de Tadeus, durante ese año, fueron asignados cincuenta y un Centuriones o
Soldados Legionarios Romanos para custodia, a una cantidad igual de ‘Mensajeros
de La Buena Nueva’, entre Apóstoles, Discípulos y Diáconos; distribuidos por
todo el Territorio Imperial Romano para predicar El Evangelio de Iesus Nazarenus.
† †
†
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
Tu Palabra es La Verdad.
También me puedes seguir en:
Solo por el gusto de
Proclamar El Evangelio
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