¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Octubre 31 del 2017.
LES
ADELANTO LA ENTREGA CORRESPONDIENTE
AL
MIÉRCOLES 1 DE NOVIEMBRE, PARA DEJAR EN ESE DÍA
LA
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS.
EL DEMONIO AL
ACECHO DEL MESÍAS
1 DE 77
I.1.- LA NATIVIDAD DE MARÍA
(Protoevangelio
de Santiago IV, 1-2; V, 2)
“Y he aquí que
se presentó un ángel de Dios, diciéndole: ‘Ana, Ana, el Señor ha escuchado tu
ruego: concebirás y darás a luz; y de tu prole se hablará en todo el
mundo’. Ana respondió: ‘Vive el Señor,
mi Dios, que, si llego a tener algún fruto de bendición, sea niño o niña, lo
llevaré como ofrenda al Señor y estará a su servicio todos los días de su
vida’.
Entonces
vinieron dos mensajeros con este recado para ella: ‘Joaquín, tu marido, está de
vuelta con sus rebaños, pues un ángel de Dios ha descendido hasta él y le ha
dicho: ‘Joaquín, Joaquín, el Señor ha escuchado tu ruego; baja, pues, de aquí,
que Ana, tu mujer, va a concebir en su seno’”. . .
“Y se le cumplió
a Ana su tiempo, y al mes noveno alumbró.
Y preguntó a la comadrona: ‘¿Qué es lo que he dado a luz?’ Y la
comadrona respondió: ‘Una niña’.
Entonces Ana exclamó: “Mi alma ha sido hoy enaltecida’. Y reclinó a la
niña en la cuna. Habiéndose transcurrido
el tiempo marcado por la ley, Ana se purificó, dio el pecho a la niña y le puso
por nombre Mariam.”
§ § §
El relato es precioso; sin embargo, los
antecedentes de estos maravillosos momentos están impregnados de un dramatismo
tal, que solo son creíbles porque sabemos que desde siempre, el Demonio estuvo
al acecho del Mesías. Cuánto más ahora que
se trataba de los padres de María, la
Virgen que engendraría a Jesús, El Salvador del mundo. Ya se saben esta historia, pero para tenerla
a la mano, voy a describir los aspectos más relevantes de la misma.
Joaquín, el esposo de Ana, era un
hombre muy querido por el pueblo, por los sacerdotes y por las clases
gobernantes de los judíos. De estirpe
real de la Casa
de David, era muy rico, y también dadivoso, pues ayudaba a los necesitados y
regalaba de sus haberes a los pobres. No
obstante, la felicidad de este devoto judío no era completa, pues no tenía
descendencia. En veinte años de fiel
matrimonio con Ana, no habían procreado un hijo, y Joaquín ya empezaba a ser
repudiado por algunos al ser señalado como un hombre ‘que no había suscitado un vástago en Israel’; algo a todas luces
ofensivo, toda vez que La Ley
de Moisés permitía otra esposa, en caso de que la primera fuese estéril.
En los días que cubre la narración
arriba transcrita, ambos, Joaquín y Ana, por separado, habían iniciado una
cuarentena de ayuno y oraciones al Señor, pidiéndole les enviara un hijo. Todo funcionaba bien en estos queridos
esposos, solo que su matrimonio no era fértil.
¡Pequeño detalle a ser tomado en cuenta por el Diablo!, pues si estos no
podían tener descendencia, ¡¡El Hijo de Dios tampoco nacería!! Así de importante era que Ana y Joaquín
procrearan, y además, debería ser una niña, pues ella sería la elegida por Dios
para encarnarse hombre, Él mismo, como todos nosotros.
¡Ya me imagino lo interesado que estaba
Satanás en echar a perder el Plan de Salvación de Dios! Tenía que aprovecharse de todas las
oportunidades que se le presentaran, y ésta,
era ideal para sus planes.
Desde la primera profecía descrita en La Biblia (Génesis 3, 15), la
peor enemiga del Demonio es La
Mujer ; aquélla de la que nacerá El Salvador, La Santísima Virgen
María. Si esta fue la Voluntad de Dios en el
mismísimo Jardín del Edén para la remisión de la humanidad, Satanás tendría que
impedir que esto se cumpliera, ya que de manera contraria su reinado de pecado
terminaría. ¡Claro está, por eso ha
tocado a Joaquín y a Ana, para que La
Mujer , Mariam, no
nazca! ¡Y con ello no exista la
Madre humana de la cual nacerá el Verbo Encarnado!
Sin embargo, contra la contrición, la
penitencia, la obediencia y la oración a Dios, nada puede hacer el Príncipe de
las Tinieblas. Por eso es que el ruego
de Ana y Joaquín es atendido por Dios, porque es voluntad de ellos querer
engendrar un hijo (o mejor dicho, UNA HIJA), para Gloria de su Santo Nombre.
¡Por eso el Demonio estaba expectante, porque estaba al acecho del Mesías aún
antes de nacer!
Eso fue lo que hizo la diferencia, la
voluntad. Esa magnífica facultad que
Dios nos dio, ante la cual no hay poder contrario en toda la Creación. Si es
nuestra voluntad actuar bien, todos los poderes y todas las potestades acatan
tal decisión; Dios mismo respeta la voluntad humana. Ni el Diablo con todo su poder, puede
contravenir el deseo expresado por un humano en uso de su voluntad. Y si esa determinación va dirigida a obedecer
a Dios, entonces el Señor mismo se encarga de que cuanto hayamos pedido se
realice. Joaquín y Ana son un ejemplo
clarísimo de esta verdad; ellos manifestaron libremente cual era su voluntad y
Dios actuó en cumplimiento de sus deseos.
Pero la posibilidad física de no
procrear existía; y el Demonio lo sabía.
Por supuesto que usaría esa probabilidad a su favor; a favor del
mal. La ‘plenitud de los tiempos’ estaba
más cerca que nunca y era necesario estar atento para que esto no se realizara;
era menester actuar dentro del ámbito de las facultades para impedir el
Nacimiento de la
Bienaventurada Virgen María.
Logrando esto, el Redentor no nacería y el mundo no sería redimido. ¡Por eso el Demonio estaba al acecho del
Mesías!
§ § §
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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Veritelius
de Garlla, Apóstol Gentil
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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