¡Alabado sea
Jesucristo!
Ciudad de México,
Mayo 17 del 2017
M E D I T A N D O L
A S
P A R Á B O L A S D
E
J E S Ú S D E N A Z A R E T
12 de 35
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
PADRENUESTRO
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre; . . .”
AVEMARÍA
“Dios te salve, María, llena eres de Gracia.
. .”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus
fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Tu Espíritu Creador. Y renueva la faz
de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
11.- “PARÁBOLA DEL
AMIGO INOPORTUNO”
(Lc 11, 5 – 10)
“Les
dijo también: Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a media
noche, le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi
casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle’, y aquél, desde dentro, le
responde: ‘No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo ya
estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos’, os aseguro, que si no se
levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad,
y le dará cuanto necesite.”
ACTOS DE
PREPARACIÓN:
Dado que para abrir nuestro corazón a la Palabra de Dios no
requerimos razón, usaré entonces la
Fe , que es Virtud
Divina para saber lo que no puedo entender, pero debo seguir.
De igual forma,
aquello que debo aguardar como un hecho irrefutable, solo la Esperanza
lo captará para mi beneficio, aunque yo no pueda llevar mis acciones
voluntarias en ese sentido.
Y porque quiero estar ante El Amor como
Definición, que es Dios, he de llenarme de Caridad,
para que mi alma acceda, al menos, al diálogo con mi Señor.
PETICIÓN:
Señor mío y Dios mío, concédeme la
gracia de permanecer en oración contigo, para que de esta forma mi alma ansíe
tu compañía, mi voluntad reclame tu guía y mi inteligencia requiera tu razón.
EL
TIEMPO Y EL LUGAR:
Jesucristo
continúa su último viaje a Jerusalén; y sabiendo Él que así será, ha querido
hacer el recorrido lentamente, como dándole tiempo al tiempo, sin apresurar
nada. Ya dejó Samaria y ha pasado cerca
de la Gran Ciudad
de David, pero se ha desviado a una pequeña población que le es muy familiar:
Bethania. Aquí ha estado en muchas otras
ocasiones y ahora ha sido invitado con su Madre, sus Apóstoles y todos sus
discípulos, a permanecer unos días para ser escuchado por la gente del lugar. Está en la casa de Marta y María, las hermanas
de Lázaro, su gran amigo; (éste mismo que dentro de algunos días enfermará,
morirá y será resucitado por el Señor, para Gloria de Dios).
San Lucas coloca
esta parábola inmediatamente después que Jesús les ha enseñado “El Padre
Nuestro”, como respuesta a la petición expresa de alguno de los discípulos: “.
. . Señor, enséñanos a orar, . . .” La
parábola la dice el Maestro para fortalecer entre ellos la importancia de la
perseverancia en la oración. Es un
ejemplo contundente pero exquisito, en el cual se puede apreciar el valor de la
insistencia (por más inoportuno que se pueda ser), a fin de alcanzar el
objetivo.
Como gran
pedagogo que siempre fue, Cristo mezcla todos los elementos necesarios para su enseñanza práctica; no
falta detalle alguno, ni sobra explicación dada. Este pequeño trozo literario del Señor
(Lucano lo escribió, pero Él lo dijo), ha mostrado su pasión por la oración,
por la meditación, por el contacto constante con su Padre en los Cielos; y quiere
dejarnos a todos esta evidencia contundente: Orar a Dios es de tal manera
necesario, que Dios Hecho Hombre lo hizo.
LOS PERSONAJES Y
ELEMENTOS:
El amigo, que es
Dios atendiendo nuestras súplicas; el amigo inoportuno, que somos todos
nosotros; el amigo que ha llegado de
viaje, que son nuestros problemas e imprevistos; la media noche y el sosiego de
la casa de nuestro amigo, que es el clímax de nuestras desesperanzas; los tres
panes, que son nuestras necesidades.
Además está la conclusión del Señor a su magnífico ejemplo: “. . . os aseguro, que si no se levanta a dárselos
por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto
necesite.”
ACTOS DE
PREPARACIÓN:
Dado que para abrir nuestro corazón a la Palabra de Dios no
requerimos razón, usaré entonces la
Fe , que es Virtud
Divina para saber lo que no puedo entender, pero debo seguir.
De igual forma,
aquello que debo aguardar como un hecho irrefutable, solo la Esperanza
lo captará para mi beneficio, aunque yo no pueda llevar mis acciones
voluntarias en ese sentido.
Y porque quiero estar ante El Amor como
Definición, que es Dios, he de llenarme de Caridad,
para que mi alma acceda, al menos, al diálogo con mi Señor.
MEDITACIÓN:
En muchos
pasajes evangélicos quedó claramente asentado: Jesucristo oraba. Bien sea el inicio de su ministerio (sus
cuarenta días en el desierto) o el final del mismo (Getsemaní), la oración es
una acción registrada por los Evangelistas como muy significativa para el Señor
y absolutamente necesaria para contactar con el Padre. Todos los días que empezaba Jesús, los
iniciaba orando; igualmente sucedía a la mitad del mismo o al final de cada
uno.
Si el Verbo
Encarnado oraba, meditaba, hacía contacto con su Padre, ¿cuánto más será
necesario para mí?; si Él que era Dios buscaba mantenerse cercano al Padre, yo
que soy un insignificante pecador ¿no necesitaré ‘permanecer en oración’ para
recibir la Gracia Divina ? ¡Por supuesto que sí! Nada me garantiza más el auxilio de Dios como
mi Creador, de Dios como mi Redentor y de Dios como mi Santificador, que estar
constantemente en oración.
¡Y qué sutil
enseñanza la de esta parábola! Casi me
dice Jesucristo que no importa lo inoportuno que yo sea, lo engorroso que parezca, lo molesto
que me proponga, Dios atenderá mi petición en la oración.
Pero aquí está
lo verdaderamente importante: ¡Tengo que pedírselo al Padre! No importa que Él ya sepa lo que voy a pedirle
(¡por supuesto que ya lo sabe!), lo que Él quiere es que se lo pida; que me
muestre yo criatura y Él, Creador; que me reconozca yo débil y Él,
Todopoderoso; que me sepa yo indigno y Él, Misericordioso. Pero no, no se entienda que el Padre me
quiere rebajado, humillado y aborrecido; ¡no!, el Padre me quiere digno y
consciente de que le necesito. Por eso
quiere que yo ore, que le pida, que lo haga partícipe de mi vida, toda ella; en
el triunfo y en el fracaso, del que me tengo que reponer; en la felicidad y en
la tristeza, a la cual tengo que superar; en la salud y en la enfermedad, la
que debo soportar.
Voy a cerrar
esta reflexión con la conclusión que el mismo Señor Jesucristo dio para ella;
está en los siguientes párrafos del mismo capítulo once de San Lucas:
“Yo
os digo: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que
busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide pan le da una
culebra; o si le pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar
cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu
Santo a los que se lo pidan!’”
FRUTO:
VOY A ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS TANGIBLES Y
ALCANZABLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A FIN DE SER UNA PERSONA CONGRUENTE
ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE JESUCRISTO Y LO QUE DEBO HACER COMO UN DIGNO
SEGUIDOR DEL SEÑOR.
1
2
ORACIÓN A MARÍA:
Madre de Jesucristo y Madre mía,
acógeme en tu regazo igual que hiciste con los primeros Discípulos del
Salvador, de los cuales eras Primerísima, y guíame por la senda que debo seguir
para encontrarlo a Él en mis peticiones, ruegos y oraciones.
Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO –
AVEMARÍA
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
V V V
Afectísimo en
Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
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De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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