¡Alabado sea
Jesucristo!
Ciudad de México,
Abril 26 del 2017
M E D I T A N D O L
A S
P A R Á B O L A S D
E
J E S Ú S D E N A Z A R E T
9 de 35
En el nombre del Padre + y de Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
PADRENUESTRO
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre; . . .”
AVEMARÍA
“Dios te salve, María, llena eres de Gracia.
. .”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus
fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Tu Espíritu Creador. Y renueva la faz
de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
8.- “PARÁBOLA DE LA PERLA PRECIOSA ”
(Mt 13, 45)
“También, el Reino de los Cielos es semejante a un
mercader en busca de perlas finas.
Habiendo encontrado una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y
la compró.”
ACTOS
DE PREPARACIÓN:
Ven a mí, Don Divino; hazte presente Fe verdadera, elocuente y fiel. Inunda mis sentidos, llena mi inteligencia y
penetra mi voluntad, para que perciba todo cuanto debo actuar; que quede claro
cuanto debo creer.
Ven Esperanza inefable, haz que te sienta en
mí ser; no te quiero solo como definición, sino como meta de vida en mi
trayecto temporal.
Ven portento de Dones, ven Caridad eterna, hazme cambiar mis
debilidades de egoísmo, por fortalezas de entrega.
PETICIÓN:
Dios misericordioso y eterno, que has derramado
tu amor en todos nosotros, ayúdame a apreciarlo como la posesión más valiosa de
cuanto rengo.
EL
TIEMPO Y EL LUGAR:
Esta parábola
podría ser meditada junto con la que le antecede, la del Tesoro Escondido. El Divino Maestro está por concluir su larguísimo
discurso en Cafarnaúm en la casa de Pedro, a las orillas del Mar de
Galilea. Para este momento, seguramente
ya está anocheciendo, pues con las
claras alusiones del Señor a cosas escondidas o difíciles de encontrar,
la gente está ambientada entre lo que ve y oye.
Jesús de Nazaret, el Gran Predicador; el que usa todo cuanto está a su
alcance para que nuestro entendimiento sea diáfano, certero y verdadero.
LOS PERSONAJES Y
ELEMENTOS:
El mercader
somos todos, cada uno de los que buscamos La Verdad; cristianos o no. La perla preciosa es la Palabra de Dios en el
Evangelio. Así de sencillo, así de
simple; para que nos quede muy claro.
MEDITACIÓN:
¿Qué puede ser mejor que encontrar la
verdad? ¡Nada! Igual que para el mercader de la parábola,
para mí debe ser motivo de gran alegría toparme con ella; y a partir de ese
momento dejar todo por conseguirla, por poseerla, por disfrutarla.
Esa es la más
grande valía del Evangelio, que es Verdad; y por lo tanto es vida. Porque todo lo verdadero es bueno; y lo bueno
es útil para alcanzar la felicidad; y feliz es quien tiene a Dios.
Si tan solo
siguiera al pié de la letra las enseñanzas de Jesús, ya me habría dado cuenta
de que no hay nada más que yo tenga que hacer.
Vender todo lo que tengo por conseguir esa ‘perla preciosa’ que es la
Verdad del Evangelio; eso es lo que debo hacer.
Eso es el Reino de los Cielos, que finalmente es lo que busco.
Debo hacerme
entender que no importan las posesiones, ni la fama, ni los bienes, ni el
conocimiento; lo que importa es qué haga con ellos, cuáles sean sus frutos y,
sobre todo, cuánto estoy dispuesto a dedicarlos al Señor. Tan fácil como lo dice Jesús: “. . . al
encontrar una perla de gran valor, vende todo lo que tiene y la compra”. Si ya encontré a Cristo, ¿qué me detiene para
dejarlo todo y ser suyo?
Ya sé qué es; es
mi soberbia, mi vanidad, mi egoísmo. Es
mi falta de Fe en sus palabras, mi falta de Esperanza en sus promesas, mi falta
de Caridad en la entrega. Eso es lo que
me separa de Cristo. No es que no sepa
quién es, es que no quiero seguirlo. No
es que no lo conozca, es que no le creo.
¿Así soy,
Señor? Pues entonces te imploro: ¡ayúdame
a cambiar; ayúdame a identificarte, ayúdame a amarte; porque no quiero
perderte, Jesucristo!
FRUTO:
VOY A ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS TANGIBLES Y
ALCANZABLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A FIN DE SER UNA PERSONA CONGRUENTE
ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE JESUCRISTO Y LO QUE DEBO HACER COMO UN DIGNO
SEGUIDOR DEL SEÑOR.
1
2
ORACIÓN A MARÍA:
Santísima Virgen, Madre de todos,
intercede por mi ante tu amadísimo Hijo a fin de que pueda yo recibir su guía,
su ayuda y su protección para decidirme, igual que lo hiciste tú, a dejarlo
todo y optar por Él única y exclusivamente.
Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO
– AVEMARÍA
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
V V V
Afectísimo en
Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
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De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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