¡Alabado
sea Jesucristo!
Abril 16 del
2014.
MISIONAR
ES UNA COSA ESPLENDOROSA
Muy estimados todos en Cristo Jesús:
Los ‘antiguos’, como
yo, ya se habrán dado cuenta que el título que he puesto a esta entrega, viene
del que tenía una melodía muy vieja que se llamaba: “El amor es una cosa esplendorosa”; todos la bailamos alguna vez y
todos tenemos muy buenos recuerdos de ella.
Pues, precisamente por eso, he querido titular esto como: “Misionar es
una cosa esplendorosa”, porque misionando ‘todos bailamos’ al son que nos
toquen; y porque todos tenemos muy buenos recuerdos de nuestras intervenciones
en las Megamisiones de Juventud y Familia Misionera.
Por la razón que
quieran (que en el caso de Mano Amiga de Chalco, hay muchas razones), estas
Megamisiones hemos tenido necesidad de juntar todos los grupos misioneros en
uno solo; Familia, Juventud (Femenina y Masculina), Color y Fuego Misioneros,
trabajando unidos en la I Misión
Diocesana de Valle de Chalco. ¡El hecho es que La Misión ha sido una cosa
esplendorosa! Las niñas y los niños, las
señoritas y los jóvenes, las mamás y los papás; así como las maestras y
maestros que nos apoyan y acompañan en la Megamisión, todos, pues, han
trabajado y convivido ¡de maravilla y esplendorosamente!
“El bien, solo genera bien”. . . y esta
frase en Misiones, además se siente, se percibe, se vive y se transmite. ¿Será porque en las Misiones todo lo hacemos
por Cristo? Yo creo que sí. Como nos
desprendemos de nuestros intereses y conveniencias personales, y anteponemos al
Señor, el resultado es siempre bueno. Y
dado que la meta es solo una (y además es buena y conveniente), resulta que Proclamar
el Evangelio de Jesucristo es, en función del costo-beneficio, la mejor labor
que podamos realizar. Si ustedes leen
esto estando en la Misión, seguramente concordamos; si no están de Misión,
todavía queda media semana para constatar que “Misionar es una cosa esplendorosa.”
En este mundo en que
vivimos (materialista, egoísta y ateo), con esta sociedad que nos tocó convivir
(‘cosificada’, agresiva e incrédula), dejar pasar la oportunidad de disfrutar
algo bueno, es muy malo; pero todavía es peor si, pudiendo hacerlo, no nos
acercamos a la Megamisión. Aquí, en
Valle de Chalco, somos un centenar de personas Misionando; pero sumados todos,
somos decenas de miles Predicando a Cristo Jesús. ¡¿Qué haces en tu casa?! ¡Únete a una Misión
y Proclama El Evangelio! No solo te
conviene, si lo haces hoy, ¡no vas a querer dejar de hacerlo nunca!
De todos ustedes,
con afecto en Cristo.
Antonio Garelli
De Milagros y Diosidencias.
Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
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