MÍSTICA - LILIA GARELLI - (GE-14)

“… Señor, quédate con nosotros …”

San Cleofás en Emaús

Riviera Maya, México; Febrero 19 del 2025.

           MÍSTICA

Por: Lilia Garelli

 

“…Tal es el designio de Dios que os ha concedido a vosotros, por Cristo,

 no sólo la gracia de creer en él, sino también de padecer por él…”

Filipenses 1,29

GAUDETE ET EXSULTATE (14)

Alegraos y Regocijaos

“Sobre el llamado a la Santidad en el mundo actual” 

 

Estimados en Cristo:

Continuamos con la bienaventuranza “Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos”, en donde el Papa Francisco nos recuerda cómo nuestra vida debe ir contra corriente, cuando en verdad queremos defender los principios de justicia que Jesús nos enseñó, a pesar de que al hacerlo seguramente seremos criticados, humillados y “separados de su círculo social”.

“…La cruz, sobre todo los cansancios y los dolores que soportamos por vivir el mandamiento del amor y el camino de la justicia, es fuente de maduración y de santificación…” (PF – GE No. 92).  Pero a su vez, no debemos caer en el otro extremo, para lo cual el Papa nos hace notar cómo en algunos momentos de nuestra vida, en donde quizá nos equivocamos en la manera en que tratamos a los demás, pensando que solo nosotros tenemos la verdad y la vivimos, y los demás no la tienen: “…Un santo no es alguien raro, lejano, que se vuelve insoportable por su vanidad, su negatividad y sus resentimientos.  No eran así los Apóstoles de Cristo.  El libro de los Hechos cuenta insistentemente que ellos gozaban de la simpatía “de todo el pueblo” (Hch.2,47; 4,21-33; 5,13) mientras algunas autoridades los acosaban y perseguían (Hch. 4,1-3; 5,17-18) (PF – GE No. 93).

En efecto, en este tiempo en que nos ha tocado vivir, reconocemos que las persecuciones no han terminado, ahora las suelen llevar a cabo de manera muy fácil a través de las redes sociales o tantos otros medios de comunicación utilizados para calumniar con falsas noticias, confundiendo y alejándose de la verdad, y donde la contraparte confía indiscriminadamente de lo ahí aseverado creando juicios temerarios; por otro lado lo que prevalece es la erradicación de cualquier mención de algún valor cristiano porque se ridiculizará inmediatamente.

Aceptar cada día el camino del Evangelio, aunque nos traiga problemas,

 esto es Santidad.

·        El gran protocolo:

En este apartado el Papa Francisco nos lleva a reflexionar nuevamente sobre la bienaventuranza de los misericordiosos en el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo, por lo que considero importante recordar las Obras de Misericordia que la Iglesia nos ha enseñado desde pequeños y que ha dividido en dos partes las: Obras de Misericordia Corporales y las Obras de Misericordia Espirituales:

Obras de Misericordia Corporales

1.     Dar de comer al hambriento.

2.     Dar de beber al sediento.

3.     Vestir al desnudo.

4.     Dar posada al peregrino.

5.     Visitar a los enfermos.

6.     Visitar a los presos.

7.     Enterrar a los difuntos.

Obras de Misericordia Espirituales 

1.     Enseñar al que no sabe.

2.     Dar buen consejo al que lo necesita.

3.     Corregir al que se equivoca.

4.     Perdonar al que nos ofende.

5.     Consolar al triste.

6.     Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.

7.     Rezar a Dios por los vivos y los difuntos.

Conocer y poner en práctica estas Obras de Misericordia nos ayudarán a vencer las múltiples tentaciones que nos muestra el mundo de hoy para apartarnos del verdadero camino hacia la santidad. Es verdad que no es fácil; sin embargo, si nos proponemos integrarlas a nuestro día a día, en las actividades cotidianas, seguramente varias de ellas se interpondrán en nuestro camino, y es cuando debemos ponerlas efectivamente en acción.

·        Por fidelidad al Maestro:

El Papa Francisco nos explica en este apartado, la dimensión del mensaje de Cristo al decirnos que nos esforcemos por ir más allá de lo que muestra la necesidad de nuestro prójimo, y lo enmarca en las palabras de San Juan Pablo II que decía en su Carta Apostólica “Novo millennio ineunte” del año 2001 “…si verdaderamente hemos partido de la contemplación de Cristo, tenemos que saberlo descubrir sobre todo en el rostro de aquellos con los que él mismo ha querido identificarse…”; y agrega el Papa Francisco más adelante: “…En este llamado a reconocerlo en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse…” (PF – GE No.96).

“…es mi deber, rogar a los cristianos que los acepten y reciban con sincera apertura, “sine glossa”, es decir, sin comentario, sin elucubraciones y excusas que les quiten fuerza…”

Papa Francisco - Gaudete et Exsultate No. 97

Afectísima en Jesucristo,

Lilia Garelli

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