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martes, 2 de julio de 2024

MÍSTICA - LILIA GARELLI (CFL-31)

“… Hazme un instrumento de tu paz …”

San Francisco de Asís 

 

Riviera Maya, México; Julio 3 del 2024.

           MÍSTICA

Por: Lilia Garelli

 

“…La Iglesia evangeliza siempre que,

 en virtud de la sola potencia divina del Mensaje que proclama,

 intenta convertir la conciencia personal y a la vez colectiva de los hombres…”

Evangelii nuntiandi - San Pablo VI

CHRISTIFIDELES LAICI (31)

“Vocación y Misión de los Laicos en la Iglesia y en el Mundo”

 

Estimados en Cristo:

Continuamos con este interesante tema sobre “Evangelizar la cultura y las culturas del hombre” donde San Juan Pablo II nos lleva de la mano a la reflexión de la importancia que existe en “…dar respuesta a la apremiante exigencia de verdad y de bien que arde en el corazón de los hombres…”  y por ello la urgente respuesta pastoral que tiene la Iglesia de “…reservar a la cultura una especialísima atención…” (SJPII – CFL No. 44).

Esta es un área importantísima a la cual nosotros, los fieles laicos debemos tener siempre en el radar, porque es verdad que un pueblo es, lo que se le ha educado; si ha sido mal formado, será un pueblo sin valores, y peor aún con anti-valores que traerán al paso del tiempo, lo que vivimos ahora, un mundo donde impera el “secularismo”, esto es, cuando se substituyen las ideas, creencias y costumbres religiosas en la vida social, con ideas y formas de pensamiento vacío y por lo tanto efímero, que al ser más fácil de seguir por su carencia de compromisos, rápidamente se vuelven costumbres donde solo importa el materialismo como centro de la vida; esto poco a poco se convierte en un mundo sin Dios; y por lo tanto sin principios cristianos que nos puedan liberar de la opresión del pecado; al vivir en una sociedad relativista que todo permite y por ende, nada es tan malo como para considerarlo pecado, el hombre piensa que no hay nada de qué preocuparse, formándose una conciencia laxa; por ello no debemos olvidar lo que el Libro de Proverbios nos dice:  “…Yo te guío por los caminos de la Sabiduría, te dirijo por caminos de rectitud…” (Prov. 4, 11).  Por ello San Juan Pablo II nos exhorta con las siguientes palabras:  “…Por eso la Iglesia pide que los fieles laicos estén presentes, con la insignia de la valentía y de la creatividad intelectual, en los puestos privilegiados de la cultura, como son el mundo de la escuela y de la universidad, los ambientes de investigación científica y técnica, los lugares de la creación artística y de la reflexión humanista…” (SJPII – CFL No. 44); en pocas palabras, en todos los ámbitos de la formación humana.

Ahora bien, es necesario reconocer que al ser todos nosotros, naturaleza caída por el pecado, podemos equivocarnos en el enfoque real que le demos a las diversas técnicas educativas, por ello el Papa nos recuerda las palabras del Concilio Vaticano II, en su Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual “Gaudium et Spes” que nos dice:  “…La grata noticia de que Cristo renueva constantemente la vida y la cultura del hombre caído, combate y elimina los errores y males que provienen de la seducción permanente del pecado.  Purifica y eleva incesantemente la moral de los pueblos (…) Así, la Iglesia, cumpliendo su misión propia, contribuye, por este mismo hecho, a la cultura humana y la impulsa, y con su actividad – incluso litúrgica – educa al hombre en la libertad interior…” (CVII – GES No. 58).

Si la Iglesia es nuestra fuente de ayuda, dándonos formación moral y espiritual, es importante que conozcamos todos los documentos que publica para nuestro crecimiento y adhesión a la voluntad de Dios y, por otro lado, que estemos dispuestos a vivir los mandamientos de la Ley de Dios y aceptar las gracias de sabiduría y entendimiento que el Espíritu Santo nos proporciona a través de los sacramentos impartidos por la Iglesia, para mantenernos en el camino correcto.

El Papa recuerda el mensaje incluido en la Exhortación Apostólica de San Pablo VI “Evangelii Nuntiandi” como sigue: “…es necesario evangelizar —no decorativamente, a manera de un barniz superficial, sino en modo vital, en profundidad y hasta las raíces— la cultura y las culturas del hombre (…). La ruptura entre Evangelio y cultura es sin duda el drama de nuestra época, como también lo fue de otras.  Es necesario, por tanto, hacer todos los esfuerzos en pro de una generosa evangelización de la cultura, más exactamente, de las culturas…” (SPVI – Exh. Ap. Evangelii Nuntiandi 18-20 (1976).

Ya desde entonces en el año 1988, el Papa hablaba del gran desarrollo de los medios de comunicación masiva, como los instrumentos de comunicación social; imaginen después de 36 años los avances en el área de comunicación que vivimos actualmente y que invaden a todas las familias y en específico a cada individuo, sin importar su edad o madurez intelectual.  Si bien es cierto que bien utilizadas pueden ser un gran medio formador de conciencias, mal dirigido y mal utilizado, también puede ser un medio tremendamente peligroso para mal-formar confundiendo las mentalidades y los conceptos de la vida; por ello el Papa exhorta a que la misión de la Iglesia debe ser apoyar todas las iniciativas que surjan de los fieles laicos en instituciones comunitarias y donde sean necesarios los recursos materiales, intelectuales o pastorales.

San Juan Pablo II toca también la importancia de que en el uso y recepción de los instrumentos de comunicación se pueda dar una formación con sentido crítico fundamentado en la verdad, siempre procurando la libertad y el respeto a la dignidad de la persona; evitando con valentía la manipulación de las conciencias o la monopolización de los conceptos.

Por todo lo anterior, el Papa nos exhorta a nosotros, los fieles laicos, a sentirnos comprometidos en nuestra responsabilidad apostólica, como sigue:

“…En todos los caminos del mundo, también en aquellos principales

 de la prensa, del cine, de la radio, de la televisión y del teatro,

 debe ser anunciado el Evangelio que salva…”

San Juan Pablo II - Christifideles Laici No. 44 

Afectísima en Jesucristo,

Lilia Garelli 

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