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martes, 28 de enero de 2020

MÍSTICA - Lilia Garelli - MUJER (13) GENEROSA


“¡Señor, auméntanos la Fe!”
Domine, adauge nobis fidem


Riviera Maya, México, Enero 29, del 2020.

M Í S T I C A
Por: Lilia Garelli

“… A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo
 una gota en el mar, pero el mar sería menos
 si le faltara una gota…”

Santa Teresa de Calcuta

MUJER (13)

GENEROSA
Siempre atenta ante las necesidades de los demás
Muy estimados en Cristo:

Como pueden ver en esta ocasión trataremos el tema de Mujer Generosa, continuando con otra de las cualidades que identifican a la mujer en su esencia, tal cual como Dios la creó.
Como decíamos en escritos anteriores, la mujer tiene cierta sensibilidad ante las necesidades de la humanidad de forma especial, es por ello que la mujer fácilmente puede dedicarse a trabajos donde se vive alguna penuria.  Sin importar donde estemos, a nuestro alrededor siempre hay carencias, y son miserias de todo tipo, desde lo más esencial para vivir como puede ser  –casa, comida y sustento –donde sobresale la pobreza extrema; o bien problemáticas de salud física, emocional o espiritual.
La generosidad es un valor que se al practicarse se puede convertir en una gran virtud, según se lleve a cabo y se caracteriza por el hábito de dar sin desear recibir nada a cambio.  Este valor puede iniciar a través del compartir lo que no se necesita o bien lo que sobra, lo que podría conocerse como altruismo, filantropía o solidaridad; sin embargo, en la medida en que la intencionalidad del corazón se va purificando, llega a ser una virtud excepcional.  Tenemos grandes ejemplos de santos y santas que han entregado su vida para ayudar a los más necesitados en diversos campos de acción; por ejemplo: los enfermos, ancianitos, niños huérfanos, los más pobres entre los pobres, etc…
Ustedes se preguntarán, ¿dónde puedo entregarme más, si no tengo tiempo, vivo saturada de actividades?, ¿cómo podría sumar una más?  Es fácil responder, tú puedes ¡SER GENEROSA EN!
-         Tu familia:
Siendo la mejor esposa: Teniendo interés por disfrutar de un hogar limpio y con esos detalles característicos que solo la mujer puede poner en su hogar, una flor, una planta, una carpeta, un adorno, un platillo especial o idear una merienda diferente, etc. todo ello hecho con amor para tus seres queridos, sin quejas, ni reclamos, ni caras largas; no por obligación sino por generosidad.
Siendo la mejor madre: Atendiendo a tus hijos en todas sus necesidades e inquietudes, dándoles amor en todo momento, sin importar si estás cansada, triste o frustrada, ellos te necesitan siempre; cuando bebés que son totalmente dependientes de tu cariño y atención; cuando son niños y requieren de tantas enseñanzas de vida; cuando son adolescentes y necesitan de tu consejo y comprensión.  No te desanimes cuando recibas de ellos malos modos, críticas, juicios e incluso retos y rechazos, ¡algún día tendrán la oportunidad de valorar tu entrega y generosidad!
Siendo la mejor hija:  A pesar de que hayas formado tu familia, o ya seas adulta fuera de casa, siempre serán bienvenidas de parte de tus padres, tus atenciones, cuidados, preocupaciones por ellos y su salud, una simple llamada mostrará tu interés por ellos y es un buen acto de generosidad.
Siendo la mejor hermana: Sin importar qué edad tengas, siempre será bienvenida una atención y muestra de cariño hacia tus hermanos, ¡quien más parecido que tú, quien más cercano a ti que tus hermanos! No importa cuántas diferencias de opinión hayan resultado a lo largo de su crecimiento; ni si te gusta la personalidad de la pareja que él/ella haya escogido, lo importante es que es tu hermano(a) y es tu familia directa y siempre lo será.
-         Tu trabajo:
Ser parte de una organización o institución es un privilegio que se vive dando lo mejor de tu persona, no es por lo que tu obtengas con ello, es lo que tú entregas a ellos.  Sin importar el área en donde te desenvuelvas, sé generosa con tus saberes, tiempo y esfuerzo, siempre será valioso lo que puedas aportar con honestidad y honradez.
-         Tu entorno social:
Son tantas las necesidades que hay en el mundo, no tan solo materiales, principalmente afectivas; familias desintegradas con toda clase de problemáticas; una sociedad que transita en la confusión del bien y el mal; que está enferma del cuerpo y del alma.  Te imaginas la cantidad de áreas en las que puedes ¡ser generosa con tu entrega y dedicación! Solo identifica lo que te llame la atención y –manos a la obra –
-         ¡Más allá de lo que crees…! – ¡hasta que duela!
En ocasiones pensamos que no podemos hacer más de lo que hacemos, y no nos damos cuenta de que quien obra en todo lo bueno que decidimos y realizamos es Dios mismo, -- Él – que nos habla a través de los signos de nuestra vida, ¡Si tan solo conociéramos lo que Él nos ama! Nos daríamos cuenta de lo mucho que podemos hacer con tan solo --decidirnos a hacerlo— Por ello:
o   Santa Teresa de Calcuta, dio su vida por los más pobres entre los pobres, sin distinción de raza ni religión.
o   Santa Teresita del Niño Jesús, oró y se sacrificó por las almas pecadoras para lograr su arrepentimiento.
o   Santa Teresa de Ávila, con el extremo amor a Jesús, se entregó a su servicio en cuerpo y alma, reformando la congregación de las Carmelitas, fundando cientos de conventos de claustro, dedicadas a la oración fervorosa por las almas y creando junto con San Juan de la Cruz cientos de conventos de monjes Carmelitas.
o   Santa Juana de Arco, se involucró en la vida social y política de su país, Francia, el Papa Emérito Benedicto XVI se refirió a ella como una mujer laica consagrada en la virginidad, luchando por las injusticias de su tiempo.
o   Santa Rita de Casia, esposa y madre quien aceptó pacientemente las crueldades de su esposo, logró que él se reconciliara con Dios.
Y así… miles de ejemplos más, en donde se muestra la generosidad de forma extraordinaria en la vida cotidiana.
“Recoger un alfiler por amor puede convertir a un alma. ¡Qué gran misterio…! Sólo Jesús puede dar un valor tan grande a nuestras acciones. Amémosle, pues, con todas nuestras fuerzas.”
Santa Teresita del Niño Jesús
Afectísima en Jesucristo,

Lilia Garelli

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Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.

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